¿No, pero sí? Por qué España parece resistirse a integrar la coalición naval de EEUU en el mar Rojo

El Gobierno español se queja de la unilateralidad de la operación militar internacional que promueve Washington, la cual posee un carácter punitivo antes que de defensa del comercio mundial, afirman los analistas consultados por Sputnik. El motivo real, sostienen, es la «doble moral» en el trato de Pedro Sánchez con sus apoyos parlamentarios.
El Gobierno español muestra reticencias para adherirse a la Operación Guardián de la Prosperidad que, liderada por EEUU, busca integrar a 10 marinas del mundo, en su mayor parte de países occidentales, para establecer un patrullaje conjunto en aguas del mar Rojo y tratar de proteger a los navíos mercantes que cruzan el estrecho de Bab el Mandeb de posibles ataques lanzados desde la costa norte yemení, controlada por los milicianos hutíes.
Margarita Robles, ministra española de Defensa, ha manifestado que su país no se implicará «unilateralmente» en la operación si no es bajo mandato de la OTAN y la UE. Robles efectuó tal precisión luego de que su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, citara públicamente a España entre los países que formarían parte de la misión: EEUU, Reino Unido, Bahrein, Canadá, España, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos y Seychelles.
«La reciente escalada en los temerarios ataques hutíes provenientes de Yemen amenaza el libre flujo comercial, pone en peligro las vidas de marineros inocentes y supone un incumplimiento del derecho internacional», declaró Austin. En un comunicado posterior, Washington explicó que el jefe del Pentágono se había limitado a instar a una serie de países a unirse a las acciones que protagonice su fuerza naval Combined Task Force 153 entre el mar Rojo y el golfo de Adén.
Los buques de las grandes compañías navieras del mundo ya evitan pasar el estrecho de Bal el Mandeb. En su lugar, optan por la travesía más larga: doblar el cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, con el incremento de tiempo y gasto en combustible y primas de seguros que eso comporta. La danesa Maersk, la italosuiza MSC, la alemana Hapag Lloyd, la taiwanesa Evergreen y las chinas COSCO y OOCL ya no circulan por la zona.

Contradicción de partida

El Gobierno de Pedro Sánchez, quien hasta el 31 de diciembre preside el Consejo de Europa, se ha distinguido en las últimas semanas por criticar las acciones israelíes en Gaza y poner en duda el supuesto respeto de Israel al derecho internacional humanitario.
Y ahora, con las matizaciones expresadas por sus ministras, también parece adoptar una posición de mayor independencia ante una cuestión en el fondo derivada de la ocupación y bombardeo de Gaza. ¿Cómo explicar, entonces, la contradicción de que Washington incluya a España en el seno de una lista y luego Madrid, más o menos, niegue tal inclusión?

Contradicción de partida

El Gobierno de Pedro Sánchez, quien hasta el 31 de diciembre preside el Consejo de Europa, se ha distinguido en las últimas semanas por criticar las acciones israelíes en Gaza y poner en duda el supuesto respeto de Israel al derecho internacional humanitario.
Y ahora, con las matizaciones expresadas por sus ministras, también parece adoptar una posición de mayor independencia ante una cuestión en el fondo derivada de la ocupación y bombardeo de Gaza. ¿Cómo explicar, entonces, la contradicción de que Washington incluya a España en el seno de una lista y luego Madrid, más o menos, niegue tal inclusión?
Para el también sociólogo Aníbal Garzón, la disyuntiva de España ante su participación en la operación en el mar Rojo obedece a una «doble moral», explica a Sputnik. Esta doble moral es producto de mantener un «discurso progresista y a favor de los Derechos Humanos», a la par que se defienden «los intereses de la OTAN», cuya cumbre de 2022 organizó en Madrid.
«EEUU ve que España es dócil y por eso la nombra dentro de la operación contra los hutíes», opina Garzón, que estima que Pedro Sánchez quiere proyectar una imagen «menos subyugada a EEUU», lo cual, advierte este sociólogo especializado en estudios internacionales por la Universidad Autónoma de Barcelona​ (UAB), «no significa que no acabe enviando alguna fragata al mar Rojo».
En realidad, escribe Garzón en la red X, España no se niega a integrarse en la misión promovida por EEUU, sino que simplemente «pretende limpiarla» de la unilateralidad proveniente de Washington. El peso del emergente mundo multipolar se ha dejado sentir también en el grupo integrante de la operación, donde no figuran «países muy estratégicos de la zona», como Arabia Saudí, Etiopía o Egipto, «porque son tres países que serán miembros de BRICS».
En este sentido, afirman los editorialistas del diario chino The Global Times, es muy notoria la escasez de países de la región involucrados, pues la mayoría se muestran «bastante cautelosos» al respecto. «Esto también indica indirectamente que los países de la región están preocupados por la posibilidad de que la operación conjunta agrave los conflictos o socave el proceso de reconciliación en Oriente Medio», añaden.

¿Más tensión para el Gobierno de coalición?

En ausencia de explicaciones oficiales por parte del Ministerio de Defensa o del propio presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la interpretación de la situación subyace en un nivel especulativo. No obstante, la lógica de los hechos invita a pensar que el Gobierno de coalición español, recién constituido y dependiente de muchos apoyos externos, no puede añadir un elemento de fricción que ponga en riesgo su continuidad, dado que cualquier iniciativa militar debe discutirse en el Parlamento.
«Podría haber fricciones, especialmente con las fuerzas rupturistas vascas y gallegas, pues las grandes manifestaciones en España en apoyo a la causa palestina las han protagonizado los pueblos vasco y gallego, también la izquierda en Madrid. No tanto el nacionalismo catalán, donde crece el apoyo al Estado de Israel», explica Seixo, convencido de que los soberanistas vascos de Bildu, los gallegos del Bloque Nacionalista Galego (BNG), los independentistas catalanes de ERC y los diputados de Podemos podrían «desgastar» al Gobierno por este motivo.
Las voces de estos parlamentarios al respecto son claras. En palabras de Néstor Rego, diputado del BNG, la Operación Guardián de la Prosperidad, solo «pretende salvaguardar los intereses comerciales de Israel», por lo que estima «inaceptable» la participación española en la operación. «La única manera de garantizar la seguridad de navegación en el mar Rojo es acabar con el genocidio que está a sufriendo el pueblo palestino», declaró a los medios.
A juicio de Aníbal Garzón, el presidente Sánchez y el PSOE no pueden permitirse embarcarse en una operación por la que tuvieran que rendir cuentas en el Parlamento. «Porque si se entabla un debate y una votación, el eje izquierda-derecha sería diferente. El PSOE podría alinearse a favor de la operación junto con la derecha», explica.
«No creo que PSOE y su socio Sumar tengan ningún tipo de problema si finalmente la UE o la OTAN apoyan este esfuerzo para intentar someter a los hutíes. En caso de que la misión se monte únicamente supeditada a Washington, las protestas serán mayores y los desafíos del Gobierno más importantes», añade Daniel Seixo, que duda de que la solidaridad expresada por Pedro Sánchez hacia Palestina sea firme. «Se ha vendido a la prensa una faceta contestataria del Gobierno español, cuando solo le ha dicho a Israel que su genocidio contra Palestina lo está cometiendo de manera demasiado descarada».

Golpe a la economía

El 12% del comercio marítimo mundial pasa por los dos extremos del mar Rojo, por el cual navega hasta el 30% de los buques cargueros de contenedores. En cuanto al volumen de hidrocarburos, un 12% del petróleo y un 8% del gas licuado que llegan a Europa atraviesan el estrecho de Bab el Mandeb. Casi 20.000 buques pasan por el mar Rojo y el canal de Suez hacia el mar Mediterráneo cada año.
Con estas cifras, no es difícil inferir que la decisión de las compañías navieras de evitar la zona y el subsiguiente encarecimiento de las rutas comerciales alternativas, terminarán por afectar gravemente a una UE que ya se halla en situación técnica de estanflación y a unas cadenas de suministro mundiales que ya sufrieron interrupciones durante la pandemia. El repunte de la inflación es más que previsible.
La problemática es, pues, de dimensión internacional y no caben enfoques «unilaterales, unidireccionales y simplistas», escriben los editorialistas de The Global Times, para quienes la Operación Guardián de la Prosperidad es solo un intento de EEUU «de darse una salida», dada su insistencia en ejercer una «posición dominante» en Oriente Medio.
La situación en el mar Rojo, argumentan, refleja una suerte de «efecto mariposa» en tanto que las acciones de los hutíes yemeníes «son una manifestación de los efectos indirectos del actual conflicto palestino-israelí» en la era de la globalización, por lo que no cabe contener conflictos locales «dentro de sus fronteras locales».
China dispone en la zona, en Yibuti, de una base de apoyo logístico para sus buques de guerra, que también patrullan las aguas.
«Pero su misión consiste en luchar contra la piratería, en lugar de intervenir en cuestiones regionales y asuntos internos de otros países», recuerda Ma Xiaolin, decano del Instituto de Estudios de la Cuenca Mediterránea de la Universidad de Estudios Internacionales de Zhejiang, que en declaraciones al mismo diario concluye que «solo una solución a la actual crisis en Gaza puede resolver eficazmente el problema en el mar Rojo».(Sputnik)
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