Letal…

Punto de Vista

 

 

Por Jesús Michel Narváez

 

En plenas posadas, ni siquiera arrancando la última hoja del calendario, cuando menos en siete estados de la República, la sangre “adornó” las posadas y más de 93 familias tienen más que lamentar que celebrar.

La violencia está desatada. Y el señor López culpa a los gobernadores. Probablemente lo imitan: son incapaces de atender a sus gobernados.

De llamar la atención y de manera alarmante, es lo que ocurre en Guanajuato. El crimen organizado y el narcotráfico viven en auge. Los reportes periodísticos no mienten: difunden la información oficial de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Fiscalía General del Estado.

Pareciera que hay interés desde “arriba” –y no del Cielo- para exponer que en la Fiscalía del Estado hay  “corrupción” y “colusión” con el crimen organizado y el narcotráfico y, por ello, el gobierno federal y su partido, el oficial, pide que el PAN deje de gobernar. No se intenta defender lo indefendible, pero Guanajuato se ha vuelto una obsesión presidencial que quiere vestirlo de guinda.

No es solo Guanajuato en donde las calles, pavimentadas, empedradas o de terracería se tiñen de rojo. También en el Estado de México, Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Sonora, Veracruz, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, Sinaloa, Baja California, Chiapas, Morelos y siga contando el rojo y no Ferrari sino de plasma humana, es prueba irrefutable de que en el país no tenemos gobierno.

Ha cedido los espacios. Ha ignorado la Constitución que le ordena proteger en sus vidas y bienes a sus gobernados. Ha ignorado que tiene autorización para utilizar la fuerza letal para contener la violencia. Se casó y será hasta que la muerte los separe, con su ideota de abrazos, no balazos.

Todos los crímenes cometidos el fin de semana huelen a narco, a crimen organizado. 

Tienen el poder y actúan con impunidad.

¿De qué sirven las reuniones de madrugada con el gabinete de seguridad?

Para tomar café, comer galletitas y de pronto hasta unos chilaquiles o tlayudas.

Por la información no le llega al Presidente o si la tiene, la ignora.

Negar la presencia de los criminales, que no tienen medida porque saben que cuando menos en el presente “la librarán” y, por consecuencia hay que “acumular” para hacerle frente a los “malos días”.

El inquilino temporal de Palacio Nacional acusa, sin pruebas, que la masacre de Salvatierra tiene que ver con las drogas; lo mismo dijo de los 5 estudiantes ejecutas en Celaya. Revictimiza a las víctimas.

Es incapaz de admitir que el crimen organizado controla prácticamente todo el país con lo que México se convierte en un Narcoestado. ¿Cómo se disculpara con los familiares de las víctimas que saben de la inocencia de los ejecutados?

Y que no salga con eso de que los asesinatos ocurren por el “tráfico de armas proveniente de Estados Unidos”.

Tampoco que las ejecuciones se dan entre los mismos malandros. ¿Qué importancia pueden tener jóvenes estudiantes de medicina?… ¿o los fiesteros de una posada? 

Son disculpas sin razón. Simplemente no acepta su fracaso en materia de seguridad. En todo ha fracasado. Y sin embargo, se monta en su macho y nadie lo baja. Las razones no existen para él. Su verdad es absoluta  punto.

Cerrará su quinto año de desgobierno con cerca de 180 mil homicidios dolosos, cifra muy por encima de las registradas en los tres anteriores gobiernos.

Presidente: use la mano dura no contra los periodistas ni los fifís empresarios. Muestre que tiene valor y defienda a sus gobernados, no a los criminales para los que no aplican los derechos humanos.

No proteger a los gobernados, es ¡cobardía!

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

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