Dejar lo Viejo y Pensar a Futuro

ALBERTO F. MENA MALLÉN

Son momentos de dejar atrás lo viejo y pasar a lo que tiene el futuro para México y los mexicanos, incluyendo, a la política que nos ha hecho mucho daño con los líderes de los partidos y dinos que los acompañan, robos, comportamientos, intereses, abusos y dolo, porque lo hacen conscientes de que solo trabajan para ellos y tratan de convencer a los ciudadanos de que con mensajes de que quieren lo mejor para beneficio de todos, es solo una burla que repiten en cada rato que pueden.

Primeramente, hay que buscar que desaparezcan las viejas políticas implementadas por el actual gobierno de la República, con el macuspano a la cabeza, quien trata de instrumentar un sistema político autoritario que ya está fuera de circulación, como lo vimos últimamente con el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, quien llegó al cargo, no por ser de ultraderecha, sino porque muchas personas ya están hartas de que los populistas sean quienes gobiernen tal y como sucede aquí y que solo crean pobreza.

En México se trata de un tabasqueño, cuando candidato, que se valió de las mentiras para aplicar sus políticas públicas, no consensó con el país o el pueblo, solo lo hizo con sus encuestas patito y por sus pistolas y que hoy tiene al país deteriorándose continuamente, por la violencia que sigue lastimando a miles de mexicanos que han perdido a sus seres queridos y a quien les han tocado los balazos, mientras reparte abrazos a los delincuentes.

Incluso, los habitantes se defienden de quienes los extorsionan como sucedió en Texcaltitlán, Estado de México, donde hartos de estos hechos actuaron por cuenta propia con saldo de 4 ciudadanos muertos y once delincuentes, mientras el gobierno solo mira lo que sucede o también que una madre, Fabiola, de dos, de los cinco chamacos muertos en Celaya, Guanajuato reclame a YSQ porque da el pésame a la familia d “el Chapo” Guzmán y a ellos los victimiza.

La nuestra es una nación donde muchos ciudadanos no desean que se gobierne como si el dueño fuera solo el que ocupa la silla presidencial y que gobierna para una camarilla de sus morenos y no tome en cuenta al resto de quienes habitamos en este territorio nacional; y que solo ocupe el cargo para ser el dirigente de su partido político y contar con su corcholata a quien quiere dejar, a como dé lugar, en la silla del águila como su representante y darle continuidad a la transformación de cuarta.

Ha utilizado todos los recursos públicos a su alcance para apoyar a Claudia Sheinbaum, quien pretende edificar en el país un segundo piso de la cuarta transformación, con políticas de austeridad que han ocasionado deterioro de infraestructuras de servicios, como los médicos y de muchas muertes al no apoyarlos adecuadamente, pero eso sí, tiene la vista y el presupuesto dirigidos a sus obras insignes que hasta la fecha son como elefantes blancos y reumáticos a los que no ha podido echar a andar como se debe.

Debemos modificar el sistema de partidos políticos porque los que existen han sido cooptados por pillos que se valen de ellos para hacer negocios con la política y millonarios al llenar sus bolsillos a manos llenas o, en su caso vivir como millonarios que le disputan estos puestos a empresarios que cuando menos invierten en crear trabajo, mientras estos dirigentes reciben dinero público.

Habría que pensar en la posibilidad de crear un partido ciudadano de corte social y humanista que sea el que lleve las riendas del gobierno de México, pero dejando a un lado a los dinosaurios que, al tener muchas mañas, solo actúan para sus intereses y no para beneficio de México y sus ciudadanos. Xóchitl Gálvez debería encabezar esta idea, apoyándose de gente proba.

Es hora, también de que a los dueños de los partidos políticos se le haga a un lado como pasa con Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano, a Alberto Anaya Gutiérrez, dirigente del PT y a quienes están atrás de Karen Castrejón, del PVEM, como el llamado niño verde, Jorge Emilio González Martínez, quienes se apropiaron de los institutos políticos y negocian los puestos para candidatos.

Igualmente, habría que dejar atrás a los dirigentes del PRI como Alejandro, Alito Moreno, quien tiene más cola que le pisen, al igual que al del PAN, Marko Cortés. Ellos nunca han llenado los zapatos de los verdaderos líderes de dichos partidos que tuvieron en épocas pasadas, como un Porfirio Muñoz Ledo o Manuel Clouthier, entre otros.

De la misma manera, hay que dejar atrás la apatía ciudadana que ha permitido lleguen al poder y al gobierno personajes nefastos como el residente de Palacio Nacional, y acompañantes quienes vieron en el gobierno una cueva de Alí Baba, para llenarse las manos de lo que pueden, desde cash hasta tráfico de influencias con lo que ganan más poder.

Requerimos de empresarios humanistas y empáticos con la población, ya que hoy solo quieren llenarse los bolsillos de dinero que gastan las personas, con abusos en los precios, en consultas médicas, en tarifas a servicios, lo que quieren ocultar con programas publicitarios que solo mueven mentes incultas o desinteresadas en lo que sucede en México. Han sido parte de la inflación que aún no cede.

Necesitamos que el gobierno apoye a los mexicanos, no como lo hizo en Acapulco y Coyuca de Benítez, donde aún esperan más recursos porque han sido insuficientes o que otorgue estímulos que permitan avanzar de una manera más segura en la vida, como el permitir los cambios que la modernidad nos otorga para desechar los vehículos contaminantes y ocupar los tecnológicos, que hasta ahora son muy caros para el bolsillo de una persona promedio.

Queremos a gobernantes que realmente administren los recursos y las políticas públicas para beneficio de todo el pueblo, no solo para una camarilla que quiere ventajas para sus grupos, sin importarles los demás, como sucede con los integrantes de Morena, que a pesar de que se les ningunea, continúan con el apoyo a sus benefactores.

fermallen@gmail.com

 

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