La medida, conocida como SB 4, otorga a los agentes locales el poder de arrestar a migrantes y a los jueces la capacidad de emitir órdenes para expulsarlos del país sin el involucramiento de autoridades federales.
La normativa, que ya había sido aprobada por el congreso local, controlado por los republicanos, fue aprobada este lunes 18 de diciembre por el gobernador de Texas, Gregg Abbott, quien ha hecho del combate a la migración irregular y de endurecer la seguridad fronteriza con México uno de los ejes de su Administración.
En la ceremonia, celebrada en la ciudad de Brownsville, el mandatario estatal responsabilizó a la política migratoria de Joe Biden por el aumento de cruces de la frontera desde México a Texas, añadiendo que en casi tres años del Gobierno federal del demócrata ya han cruzado 8 millones de personas irregularmente.
«Hace cuatro años Estados Unidos tenía el número más bajo de cruces ilegales por la construcción del muro fronterizo y por la implementación del título 42» dijo Abbott, reivindicando las políticas del expresidente Donald Trump, de su mismo partido.
De acuerdo a esta nueva normativa, parte de un paquete más amplio de medidas contra la migración irregular que fueron promulgadas por Abbott este lunes y comenzarán a aplicarse en marzo del 2024, los jueces estatales tendrán ahora la autoridad de emitir órdenes de regreso al país de origen si se descubre que las personas en cuestión llegaron a Estados Unidos sin cumplir los requisitos legales.
Según datos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, las autoridades federales arrestaron en noviembre de 2023 a 192.000 personas intentando ingresar irregularmente desde la frontera sur de Texas, una línea que colinda con los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
Esa cifra significa un aumento del 2% con respecto a los arrestos a indocumentados realizados por la nación norteamericana en octubre. Al respecto, el think tank Migration Policy Institute ha declarado en un informe reciente que las cifras del 2023 representan un nuevo máximo histórico de intentos de ingreso al país por parte de migrantes sin papeles desde México.
Las nuevas medidas para combatir la inmigración promulgadas por Abbott han provocado una nueva pelea política en el estado, en un contexto en el que el Partido Republicano busca incluir, en un proyecto de nuevas ayudas para Ucrania, Israel y Taiwán que impulsa la Casa Blanca, fondos extra para endurecer la seguridad fronteriza con su vecino del sur con miras a contener la llegada de indocumentados desde México, Centroamérica y Sudamérica.
Mientras el director ejecutivo de la Asociación de Policía Municipal de Texas, Kevin F. Lawrence, declaró en un comunicado que la ley SB 4 ayuda a las fuerzas policiales locales a tener mejores herramientas para trabajar, la bancada demócrata texana en la Cámara de Representantes ha dicho que la medida excede los límites de las facultades del gobernador.
Por su parte, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha advertido que demandará a Abbott por la promulgación de la ley, que la organización describió como «uno de los proyectos más antiinmigrantes aprobados por cualquier estado».
Información: @Sputnik
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