El huracán Gilberto en 1988 y el huracán Wilma en 2005 también se cuentan entre los desastres naturales más costosos para México.

Las aseguradoras contabilizan más de 13 mil viviendas, 12 mil automóviles, 94 hoteles y 203 embarcaciones con daños.

El huracán Otis de categoría 5 que impactó en la costa de Guerrero el pasado 25 de octubre se ha convertido en el tercer siniestro ocurrido en México más costoso para las aseguradoras, así lo reveló la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

A casi dos meses del impacto del ciclón, que afectó severamente a Acapulco de Juárez y Coyuca de Benítez, el sector asegurador ha recibido reportes por una estimación de pago de 31 mil 900 millones de pesos, cifra que tendrá ajustes en función de valuaciones aún en curso.

Para calcularlo, la AMIS tomó en cuenta 29 mil 680 reclamaciones reportadas por los asegurados hasta el mes de noviembre, con un promedio diario de atención de siniestros de 730 cada día; del total, el 59% corresponden a pólizas del seguro de daños, mientras que 41% corresponden a autos.

El informe de las aseguradoras señala que hay 13 mil 827 viviendas con daños (equivalente a 9 mil 388 millones de pesos); 12 mil 134 automóviles afectados (711 millones de pesos); 94 daños en hoteles (8 mil 178 millones de pesos); 203 embarcaciones también se destruyeron (883 millones de pesos).

Norma Alicia Rosas, Directora General de la AMIS, destacó la relevancia de los seguros como herramienta esencial para enfrentar eventualidades, subrayando su papel en la pronta recuperación de las empresas tras un desastre. Según Rosas, el seguro acelera la reactivación económica y mantiene el empleo al ser contemplado como elemento crítico en los planes de resiliencia y manejo de riesgos a nivel global, alineándose con las recomendaciones del Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres de la ONU.

El Sector Asegurador ha desembolsado anticipos y pagos por 1.404 millones de pesos a hoteles con cobertura de riesgos hidrometereológicos tras el paso de Otis. Este monto representa el 43% del total destinado por el sector para cubrir los siniestros en los primeros 45 días. Los anticipos promedios alcanzan los 15 millones de pesos por siniestro.

Las pérdidas aún no han sido del todo cuantificadas, pero los datos preliminares indican que, además de los pagos a hoteles, se han estimado daños por valor de alrededor de 12.740 millones de pesos en bienes asegurados de otros sectores. Entre estos se incluyen empresas de diversa índole, centros comerciales, restaurantes y otros giros de actividades económicas aseguradas. Se destaca que algunos hoteles con alta capacidad de ocupación han recibido pagos que superan los 57 millones de pesos en promedio.

Las otras dos catástrofes

Con estas cifras, el huracán Otis es el tercer evento de mayor cobertura de seguros para la industria, y el segundo huracán de mayor impacto en daños asegurados, sólo por debajo del huracán Wilma (2005) y de la pandemia de Covid-19.

La pandemia de COVID-19 llegó a México oficialmente el 28 de febrero de 2020, cuando se confirmó el primer caso. Desde entonces, el país enfrentó oleadas sucesivas de contagios.

El gobierno mexicano recibió críticas por su manejo de la crisis sanitaria por tomar decisiones de forma tardía. La estrategia incluyó campañas de información, establecimiento de semáforos epidemiológicos por regiones, cierre temporal de actividades no esenciales y restricciones de movilidad.

La campaña de vacunación en México comenzó el 24 de diciembre de 2020, priorizando al personal de salud y posteriormente extendiendo la inoculación a grupos de mayor riesgo y a la población general, conforme llegaban más dosis de diversas farmacéuticas al país.

El impacto económico de la pandemia fue significativo en México, con repercusiones en el empleo, la producción y los niveles de pobreza. El sistema de salud también enfrentó grandes desafíos, incluyendo la saturación de hospitales y la escasez de personal y suministros médicos en momentos críticos.

En el ámbito educativo, la pandemia forzó el cierre de escuelas y la transición a la educación a distancia, generando debate sobre la brecha digital y el impacto en el aprendizaje y bienestar de los estudiantes.

De acuerdo con la AMIS, la pandemia de coronavirus costó a México 3 mil 473 millones de dólares, lo que significa 1,728 millones de dólares más que Otis.

Huracán Wilma

El huracán Wilma fue el vigésimo segundo huracán y la decimotercera tormenta nombrada de la temporada de huracanes en el Atlántico de 2005. Wilma fue el quinto huracán de categoría 5 de la temporada, un récord anual que aún se mantiene. Se formó en el mar Caribe el 15 de octubre de 2005 y rápidamente se intensificó, alcanzando vientos máximos de 295 km/h.

El huracán causó daños catastróficos a su paso por partes del Caribe, particularmente en la isla Cozumel y la península de Yucatán en México. Además, afectó a Cuba y a Florida en los Estados Unidos, donde produjo fuertes vientos, lluvias intensas y una considerable marejada ciclónica.

En particular, Wilma es recordada por la velocidad sin precedentes con la que se intensificó, pasando de depresión tropical a huracán de categoría 5 en menos de 24 horas, lo que sorprendió a los científicos y expertos en meteorología de la época. Las acciones de respuesta y recuperación después del paso de Wilma tardaron semanas e incluso meses, y el huracán también provocó un replanteamiento en las políticas de preparación y respuesta a desastres naturales en las regiones afectadas.

De acuerdo con la AMIS, este fenómeno meteorológico alcanzó los 2 mil 714 millones de dólares, es decir, 969 millones de dólares más que Otis.

Al huracán Otis también le siguen el huracán Oddie de 2014 (1.460 mdd); el sismo del 19 de septiembre de 2019 (1458 mdd); el huracán Gilberto de 1988 (1,318 mdd), entre otros.(Agencias)

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