Cuba e Irán evaden las sanciones de EEUU y prueban que «la cooperación Sur-Sur es posible»

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegó a Irán en visita oficial, durante la cual ambos países rubricaron siete convenios en sectores como agricultura, ganadería, pesca, minería y energía, resultado de la voluntad de aumentar la cooperación bilateral frente a las medidas impuestas por Estados Unidos.

En un encuentro con su homólogo caribeño, el mandatario iraní, Ebrahim Raisi, reconoció que la neutralización del impacto de esas sanciones es posible mediante el intercambio de competencias entre las dos naciones, con su postura compartida en contra del sistema de dominación dirigido desde la Casa Blanca.
Irán es «uno de los países catalogados como terroristas por Washington y también ha tratado de diversificar sus relaciones en América Latina, sobre todo, con Venezuela, Nicaragua y Cuba que, pese a las diferencias, son también naciones sancionadas o bloqueadas. Pero en el caso de La Habana, esto trasciende la inmediatez», afirmó a Sputnik la académica María Elena Álvarez Acosta.
La profesora titular del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa García recordó que, luego del triunfo de la Revolución iraní, en febrero de 1979, la mayor de las Antillas fue uno de los primeros países en reconocerla.
«Ingresó al Movimiento de Países No Alineados, en la sexta Cumbre celebrada en La Habana [del 3 al 9 de septiembre de 1979], invitado por Fidel. También, Cuba, en su condición de presidente pro tempore de los No Alineados, visitó en varias ocasiones Irán e Irak, durante el conflicto entre ambos países en la década de 1980, para que finalizara la guerra», destacó.

El vínculo entre revoluciones

La profesora Álvarez Acosta recordó que durante su visita a ese país de Oriente Medio en 2001, Fidel Castro recorrió el mausoleo del ayatolá Ruholá Jomeiní, líder político y espiritual de la Revolución de 1979, y la vivienda donde este residió.
El dirigente caribeño refirió luego a los jóvenes iraníes las impresiones de su recorrido por «la humilde tumba de un humilde hombre que vivía en una casa humilde» y derrotó «al más poderoso y mejor armado gendarme del imperio».
«Aquella fue una revolución islámica, pero también antiimperialista y Cuba cimentó una revolución antimperialista», indicó la académica.
«Otros puntos comunes son la búsqueda del desarrollo, la cooperación, igualdad, multilateralismo, y por supuesto, Teherán vota cada año contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por Estados Unidos», señaló Álvarez Acosta.
Añadió que el arribo de todos los presidentes iraníes a la mayor de las Antillas en los últimos lustros «ha motivado, más allá de las relaciones políticas y diplomáticas al más alto nivel, la ampliación de los nexos en otras áreas como la biotecnología».

Estos históricos lazos, a juicio de la entrevistada, gozan de «buena salud», lo que sumado a la reciente visita de Díaz-Canel a Teherán demuestra que «la cooperación Sur-Sur es posible» y, en cierta medida, «evaden» los bloqueos y sanciones dictaminados por Washington.

Constituyen «una manera de avanzar y solucionar problemas presentes en los dos países», resumió.
Durante la pandemia de COVID-19, aconteció la transferencia de tecnología del inmunógeno cubano Soberana, por el Instituto Finlay de Vacunas al Instituto Pasteur de Irán y, previo a ello, ambos centros científicos realizaron un trabajo conjunto con la vacuna de la isla contra el neumococo.
En junio pasado, el presidente Raisi viajó a La Habana, ocasión aprovechada para firmar seis acuerdos, incluyendo un programa integral que estrecha la colaboración intergubernamental, consultas políticas entre las cancillerías, cooperación en el campo de las nuevas tecnologías, la informática y las telecomunicaciones, aduanera y en el ámbito del sistema judicial.
De acuerdo con la miembro del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) Gleydis Sanamé Chávez, las dos naciones defienden, además, la independencia, nacionalismo y soberanía de sus respectivos Estados «como principios innegociables en sus posicionamientos de política exterior y ante el orden mundial».
Incremento de la cooperación
En este último recorrido, el primero de un mandatario cubano en poco más de dos décadas, Díaz-Canel se reunió con grupos de solidaridad y empresarios persas. Dialogó sobre las oportunidades de negocios en la isla, su oferta exportable y los sectores priorizados dentro del Plan de Desarrollo Económico y Social.
Durante el intercambio, las partes suscribieron instrumentos de colaboración como el Memorando de entendimiento entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y la vicepresidencia para la Ciencia, la Tecnología y el Conocimiento basado en la Economía de Irán.
Además, se rubricó un memorando de entendimiento en la esfera de la cooperación energética y minas; otro sobre cooperación agrícola, ganadera y pesquera y planes de acción destinados al apoyo en la salud y las ciencias médicas, y las telecomunicaciones, tecnologías de la información, comunicaciones y servicios postales.
Unido a ello, aconteció la firma del Memorando de entendimiento entre el Instituto Pasteur y el Instituto Finlay de Vacunas y un documento similar entre el grupo BioCubafarma y la Compañía de Inversiones Farmacéuticas Tamin.
Esta fue la última parada de Díaz-Canel en un periplo por tres países del Oriente Medio. En el primer destino, Emiratos Árabes Unidos, asistió a la 28.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático y luego, en Catar, conversó con los principales dirigentes y empresarios de esa nación.
Poder regional de Irán
Irán, tradicionalmente, ha sido una de las potencias de Oriente Medio, con un peso esencial desde el punto de vista religioso, económico y de política exterior, refirió la también doctora en Ciencias Históricas y experta en relaciones internacionales, Álvarez Acosta.
«Antes de 1979, durante el reino de Reza Pahleví, Teherán era aliado de Estados Unidos. Cuando el 11 de febrero de ese año cae el sah, pasa a considerarse como enemigo de Washington y de Israel. A partir de ese momento, constituye el país a derrotar, junto a las naciones del área que mantienen lazos con ese Estado, entre ellas, Irak, Siria y en el Líbano, Hizbulá, integrantes del conocido como el Eje de la Resistencia», indicó.
Sobre Irán pesan sanciones «muy fuertes» por el desarrollo de su programa nuclear. No obstante, EEUU decidió firmar un acuerdo con esa república islámica ante la pérdida del protagonismo en la región, desde el comienzo de la guerra contra el terrorismo en 2001, apoyada por varios miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En enero de 2016, entró en vigor un pacto nuclear entre Teherán y el Grupo 5 +1 —conformado además de Washington, por Francia, Rusia, Reino Unido, China y Alemania—, diseñado para evitar que el país desarrollara armas atómicas, si bien permitía el impulso de un pequeño programa nuclear, y así eliminar las medidas contra su economía. Sputnik
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