Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Bien reza el dicho: ¡A toda capillita se le llega su fiestecita!
La expresión hace referencia que tarde o temprano las cosas o llegarán o caerán por su propio peso, ahora le llamamos “karma”.
Sea como fuere, al presidente le están llegando demasiadas fiestas y no por su cumplemenos. Es por la terquedad de violar la Constitución y las Leyes que de ella emanan, bajo el argumento de que está haciendo uso de su libertad de expresión.
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó en sesión pública confirmó que el huésped temporal de Palacio Nacional violó “principios rectores del proceso electoral federal 2023-2024”
“El asunto inició cuando el titular del Ejecutivo federal, durante su conferencia matutina del 19 de abril, expresó su deseo de que la próxima legislatura se integre con una mayoría calificada de integrantes de su movimiento político, a la que denomina cuarta transformación. Explicó que esto era crucial para contrarrestar una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que impidió la subordinación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional”, señala la sentencia de la Sala Superior”.
La confirmación hecha por el máximo órgano jurisdiccional en materia electoral, precisa que la Sala Regional Especializada determinó que dichas expresiones vulneraron los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad del proceso electoral federal, y que constituyeron un uso indebido de recursos públicos, porque las expresiones pedían el voto a favor de las candidaturas de su movimiento y, para su realización y difusión, se emplearon recursos del Estado.
Tardaron los magistrados en corroborar la vulneración. No importa. Es un nuevo revés del Poder Judicial, al que pretende intimidar, recortar recursos, despojarlo de 15 mil millones de pesos que fueron creados con depósitos del personal, debe y tiene que servir de ejemplo para quienes suponen estar por encima de la ley no solo la electoral sino de todo el marco jurídico por el que se rigen las decisiones del Estado Mexicano.
Sabido es que Andrés Manuel López quiere apoderarse del Poder Judicial y en particular de su cabeza: la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que no anulen o declaren sus reformas tanto constitucionales como legales inconstitucionales o las anulen.
La insistencia de “elegir a los ministros, magistrados y jueces” argumentando que así se hacía en 1957 durante el gobierno de Benito Juárez, algo que es falso de toda falsedad, tiene como principio rector que los Tres Poderes de la Unión obedezcan ciegamente lo que el “amo” ordene, sea o no apegado a derecho.
Desde enero pasado arreció el ataque en contra de la Corte principalmente dirigido a la ministra presidenta, Norma Leticia Piña pero también a otros 7 ministros –una mujer- a quienes responsabiliza de la corrupción existente y de estar al servicio de los criminales de cuello blanco y de otros. (Critica el amparo concedido al Nini para que no sea extraditado de inmediato, pero nada habla de los que obtuvo El ratón durante 8 meses de reclusión).
El pasado martes, la jueza de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Elizabeth Trejo, concedió la suspensión definitiva ante el recurso que presentó la Asociación de Magistrados de Circuito y Juzgados de Distrito, con lo que impide la transferencia más de 15 mil millones de pesos a la Tesorería de la Federación, recursos que corresponden a los 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación extintos por el Congreso de México.
Por su fuera poca cosa que no pueda tocar los fideicomisos ni con la escama de un pejelagarto y se le haya sentenciado por vulnerar los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad del proceso electoral federal, en el Senado de la República batearon a sus terna de mujeres para convertir, a una de ellas, en la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para ocupar la vacante que abandonó Arturo Zaldívar.
Como se esperaba, el bloque de contención conformado por los senadores del PAN, PRI, PRD y adicionalmente MC, votó en contra de las mujeres propuestas por el presidente y Bertha María Alcalde Luján, Lenia Batres Guadarrama y María Estela Ríos González, regresarán a sus cargos.
Sin embargo, el huésped temporal de Palacio Nacional podría enviar una nueva terna con los mismos nombres aunque en diferente posición. La tirada es clara: quiere que rechacen su segunda propuesta para designar, personalmente y sin intervención de los “adversarios” a la que completará el 11 en la Suprema Corte de Justicia de la nación.
Aquí cabe la letra de la canción compuesta por José Alfredo Jiménez, cambiando el mes: “… noviembre me gustó p’a que te vayas”…
Y sin duda, aplicarle su afirmación contra sus “adversarios conservadores”:
¡Tenga para que aprenda!
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