México promoverá durante la Conferencia de las Partes (COP) 28, que inicia este jueves en Dubái, una acción climática ambiciosa, justa y socialmente responsable, adelantó a El Sol de México la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Agregó que durante el encuentro mundial, que concluirá el 12 de diciembre, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador buscará también impulsar una visión de transición justa, maximizando oportunidades sociales y económicas, que permitan con un enfoque de género, interseccional, intercultural e intergeneracional, y de pleno respeto a los derechos humanos.
“Durante la COP-28 México igual buscará preservar el cumplimiento del objetivo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C, en comparación con la época preindustrial, con el propósito de evitar los impactos devastadores del cambio climático”, dijo la dependencia encabezada por Alicia Bárcena.
Destacó que los temas de gran interés para México son el balance global del Acuerdo de París, la definición del funcionamiento del fondo para pérdidas y daños, la adopción de una meta global de la adaptación y de un trabajo para la transición justa.
La reunión inicia con la expectativa de lograr compromisos ambiciosos para cumplir con las metas del Acuerdo de París, firmado en 2015, el cual establece la necesidad de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2°C y de esforzarse por limitarlos a 1.5°C a finales de siglo.
De acuerdo con los compromisos adoptados el año pasado, el objetivo central de la cumbre, una vez más, será arrancar compromisos para contener el calentamiento en límites compatibles con la vida en el planeta. Pero la cita comienza marcada por las incertidumbres, tras un desalentador primer balance del Acuerdo de París.
En septiembre, en su primera evaluación oficial, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) advirtió de que el mundo no está en camino de cumplir los objetivos para contener el calentamiento global por debajo de los 2 grados.
obre ese documento, los países participantes en la COP28 deberán completar la primera ronda de evaluación del acuerdo, denominada Global Stocktake (GST) o balance global, y decidir qué hacer para encauzar la situación.
El reto es especialmente acuciante porque, tras el Acuerdo de París, el grupo de expertos climáticos de la ONU pidió limitar el calentamiento a 1.5 grados para evitar consecuencias irreparables, como la desaparición de islas o zonas costeras bajo el mar.
Entre las posibles medidas, los expertos esperan nuevas ambiciones o acciones de mitigación (reducción de emisiones) a nivel global, lo que, a su vez, pasa por elevar los planes de reducción presentados por cada país.
El año pasado, el entonces canciller Marcelo Ebrard, anunció durante la COP-27 en Egipto que México reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero entre 22 y 35 por ciento en los próximos 8 años, por lo que no se prevé un nuevo compromiso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el encuentro en Dubái.
Según los científicos, acotar el calentamiento pasa por acercarse a las cero emisiones netas en 2050, algo que sólo será posible con una transformación sistémica de todos los sectores, el abandono de los combustibles fósiles y el fomento de las renovables, entre otros.
Al respecto, el gobierno de López Obrador se ha regido por evitar expandir la energía renovable, apostando el futuro del país en los combustibles fósiles, algo que defenderá en Dubái.
