Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
Y el oficialismo sigue siendo derrotado en las urnas. ¡Cero y va uno más!:
Argentina fue.
Sucedió en aquellas tierras.
Como dice el tango “Uno”:
“Uno busca lleno de esperanzas / El camino que los sueños / Prometieron a sus ansias
“Sabe que la lucha es cruel/ Y es mucha / Pero lucha y se desangra / Por la fe que lo empecina…”
Sí, ante el hartazgo de las constantes crisis políticas y económicas que traspasaron el siglo XX y azotaron al XXI, en medio de una galopante corrupción en el poder y en el gobierno, los argentinos que acudieron a las urnas borraron de sus mentes el tóxico presente y buena parte de su pasado, para dar paso a un ejercicio político de derecha representado por Javier Milei, de la “Generación X”.
Así, en América Latina sigue creciendo el ingreso de jóvenes al máximo poder político, como es, por ejemplo, el vecino de aquella nación, el hombre de la “Generación Y” o Millennial chileno, Gabriel Boric.
En este continente avanzan. Ya había alcanzado el poder, Nayib Bukele (Generación X) en El Salvador, de quien ahora se desconoce si buscará algo similar a la reelección, ya que en aquella nación no la hay. Sin embargo, este joven de 42 años, anda internacionalmente activo, ya que recientemente encabezó en su país el concurso de Miss Universo. El 4 de febrero de 2024 concluirá su mandato.
Hoy, en el caso argentino, la severa crisis económica en el país y el acendrado fenómeno de la corrupción que, según los especialistas, ha empeorado por aquellas tierras en términos absolutos y también relativos, se tradujo en el rechazo en las urnas para la serie de partidos que integraban la coalición “Unión por la Patria” (antes denominada “Frente de Todos”), apenas formada en junio de 2023, e integrada por más de una veintena de partidos y agrupaciones de izquierda radical y moderada, desde comunistas, hasta social demócratas y toda la gama existente en la actualidad.
Ello, porque como explicaron los estudiosos del tema, ese país, desde principios de siglo, ha estado atravesando por un periodo de estancamiento y tendencia a la crisis.
No es novedad alguna que desde el 2001 diversos grupos de ciudadanos y trabajadores se fueran organizando, ante el cierre de las fuentes de trabajo. Lo mismo sucedió durante 2016 y 2017, años en los cuales las protestas sociales estuvieron a la orden del día. La respuesta pues acaba de darse en las urnas tras la segunda vuelta.
LAS ASPEREZAS
DEL SIGLO XXI
La historia de este siglo ha estado plena de asperezas en la nación sudamericana. Tras el gobierno de Carlos Saul Menen, concluido en 1999, Argentina ingresó a una severa crisis política, que se prolongó.
El nuevo siglo le cayó de peso. Entre 1991 y 2001 gobernó Fernando de la Rua, de la Unión Cívica Radical. El sucesor sería Federico Ramón Puerta, del Partido Justicialista, quien llegó en 2001 y se fue en el mismo año.
Entonces arribaría Adolfo Rodríguez Saa, del Partido Frente de Todos, el que también cayó. Le siguió Eduardo Camaño, del Partido Justicialista, como interino, hasta 2002 cuando arribó, por un año, Eduardo Duhalde, también del Partido Justicialista.
Ya en 2002 llegó a la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo, Néstor Kirchner, quien permaneció hasta 2007 en el cargo, por el Frente Para la Victoria.
Y todo quedó en familia. La tendencia peronista permaneció. Al máximo poder político arribó su esposa Cristina Fernández de Kirchner, quien permaneció en el cargo ocho años, hasta 2015. La derrota en las elecciones estuvo a cargo de Mauricio Macri quien concluyó su mandato en 2019.
Entonces alcanzaría el máximo poder Alberto Fernández, quien concluirá su ordenamiento el 10 de diciembre de 2023, fecha en la cual entregará el poder al licenciado en economía, Javier Gerardo Milei, del Partido Libertario (que encabeza Ramiro Marra), fundado en octubre de 2018, institución anticomunista, conservadora, minarquista, populista de derecha y libertarista.
Como se observa, hoy no todo está escrito en algún país. Ni en Argentina, pero tampoco en México. Por allá, la desesperación y el hartazgo se apoderaron de una mayoría que se dio cuenta de las mentiras y corrupción de “la izquierda” y buscaron el cambio.
Por nuestros lares pudiera suceder lo mismo (aunque lo que está en el poder ni siquiera es izquierda, sino autocracia), siempre y cuando los partidos políticos y sus candidatos (hombres y mujeres), realicen campañas que lleguen al cerebro de las personas y los futuros votantes que están en busca de una mejor nación y un mejor gobierno: sin crimen organizado, sin corrupción, egoísmos y con serios compromisos a favor de todos los mexicanos.
En el año por venir, en 2024, pudiera cumplirse el deseo.
Mientras, en el confín de América del Sur, de acuerdo al Diario “La Nación”, en su discurso el nuevo mandatario argentino señaló, por ejemplo:
“Tenemos un problema monumental por delante: la inflación, el estancamiento, la falta de empleo genuino, la inseguridad, la pobreza y la indigencia. Problemas que solo tienen solución si volvemos a abrazar las ideas de la libertad”.
Pero también… “Nuestro compromiso es con la democracia, con el comercio libre y con la paz. Vamos a trabajar codo a codo con todas las naciones del mundo libre”.
Además…
“Gracias a todos por el enorme trabajo, por acompañar, por creer que se puede”.
Y, sobre todo:
“¡Viva la libertad, carajo!”.
De ahí que vale señalar para los perdedores, a ritmo del tango “Cuesta Abajo”…
“Ahora, cuesta abajo en mi rodada / Las ilusiones pasadas, yo no las puedo arrancar / Sueño con el pasado que añoro / El tiempo viejo que lloro y que nunca volverá”.