Al dictar la conferencia magistral “Conflictividad y respeto a la legalidad en procesos electorales”, la magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora Malassis, aseguró que la participación democrática previene el uso de la violencia, porque nos permite dialogar, negociar, acordar y, en especial, reconocernos como parte de una misma comunidad.
Ante los asistentes al XII Seminario Internacional “Corrupción y procesos electorales en América Latina”, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, la magistrada Otálora sostuvo que, mientras la política es inestable y se basa en ideas en conflicto, las normas constitucionales son el resultado de consensos generales en los cuales están representados los intereses mínimos indispensables para la comunidad.
En ese sentido, dijo que los acuerdos constitucionales significan el punto de encuentro de las libertades, el reconocimiento de la igualdad al interior de las comunidades y, sobre todo, el plan de ruta, a través del cual se caminará.
En su disertación, la magistrada Janine Otálora expuso que en el país existen reglas electorales para que no predomine la ley del más fuerte; es decir, para que la violencia y la fuerza ejercida a través de ésta no sean las que determinen la conducción de los asuntos públicos.
Las reglas existen, añadió, para garantizar los derechos político-electorales de la ciudadanía y con ello asegurar que los procesos por los cuales se definen quienes ocuparán los cargos, cuenten con una certidumbre democrática; además, dijo, para que los conflictos electorales sean resueltos con base en la ley y las razones públicas que dan sustento al Estado de derecho.
Agregó que las reglas electorales no son una ocurrencia, ni una improvisación, sino el resultado, en México por lo menos, de un largo y costoso proceso histórico. En tal sentido, expuso que una primera condición para lograr el proceso de consolidación democrática mexicana ha sido el actuar de hombres y mujeres que durante generaciones lucharon por lograr el avance legislativo que determinó las reglas electorales.
Señaló que el sistema electoral y la democracia que se tiene se ha construido a lo largo de 45 años, gracias a diversas reformas, y la arquitectura institucional que se tiene hoy en día es justamente lo que ha permitido que haya transición y que se consolide la democracia.
Expuso que estas reglas son también producto de ciclos electorales, pues cada reforma en su momento histórico ha abordado en esencia diversos tópicos que han abierto brecha a la democracia. Todas las reformas han sido peldaños por los que se ha construido el sistema democrático, señaló la magistrada Otálora Malassis.
Sin embargo, alertó que, para que pueda existir una democracia fuerte, se requieren instituciones con fortaleza y que los actores políticos espeten las reglas electorales. Expresó que son necesarios actores políticos que celebren cuando la justicia electoral les da la razón, así como sus triunfos en las urnas, pero que también tengan la madurez y responsabilidad social de aceptar cuando la justicia electoral falla en su contra, o bien, de alzar la mano de sus contrincantes cuando estos han triunfado.
Señaló que, en momentos en que el país se prepara para el ejercicio de su derecho al voto, en la más grande elección, es vital comprender que la calidad de nuestro sistema electoral y la justicia de sus decisiones son esenciales para el éxito de la democracia.
Al concluir su conferencia magistral, recordó que votar es un derecho político de la ciudadanía, pero también es una responsabilidad y un deber, el preservar y cuidar la democracia.
Antes de la conferencia magistral, el seminario internacional fue inaugurado por el rector del CUCEA, Luis Gustavo Padilla Montes. El director del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción (IIRCCC), del CUCEA, Mauricio Merino Huerta, hizo la introducción y presentación de la magistrada Otálora Malassis. El seminario se desarrolló en el auditorio central de esa casa de estudios ubicada en Zapopan, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2023.