Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
No fuer el INE.
Fue el TEPJF.
Ante la evidencia de que Morena ha infiltrado militantes para inscribirse como capacitadores de los ciudadanos para el próximo proceso electoral, el Consejo General del INE acató la orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para revisar el perfil de los que aspiran a ser quienes induzcan y conduzcan la información que deben tener quienes estarán al frente de las casi 180 mil casillas que serán instaladas en 2024.
Es escandaloso que Morena pretenda ideologizar al millón 200 mil ciudadanos que serán elegidos por insaculación y quienes tendrán la responsabilidad de cuidar que los votos depositados en las urnas sean contados y validados.
En cada elección federal, el Instituto Nacional Electoral prepara a los Supervisores <electorales y Capacitadores Asistentes Electorales, con personal de carrera y durante las sesiones correspondientes impone reglas que impidan la promoción particular en favor de uno u otro partido político en aras de dejar en absoluta libertad a los ciudadanos responsables del proceso, aquellos que probablemente hacen la diferencia.
Digamos que no importa tanto la vigilancia en la forma de votar de los ciudadanos. Quienes están al frente de las casillas saben que el voto es secreto, libre y universal y que las coacciones o compra de votos se producen fuera de las casillas y no cuando el ciudadano ejerce su derecho.
En la sesión de Consejo se aprobó que las Juntas Distritales Ejecutivas (JDE) notifiquen a los aspirantes que se inició un procedimiento sancionador ordinario oficioso, para determinar la legalidad o ilegalidad de la afiliación que resulte de la compulsa de las bases de afiliados a los partidos.
El fondo del asunto, lo explicó con claridad la consejera Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE y fundamentó el proceso sancionar en base a las experiencias de otros procesos electorales.
Señaló que en las estadísticas de procesos electorales anteriores, un cinco por ciento de aspirantes a Capacitadores Asistentes Electorales y Supervisores Electores estaban afiliados a partidos políticos, por lo que consideró adecuada la aprobación del procedimiento sancionador oficioso para evitar la infiltración de militantes de partidos políticos en la capacitación de las personas que fungirán como facilitadoras del voto en las mesas receptoras.
Aunque el acuerdo se refiere a “los partidos políticos” se infiere que Morena quiere llevarse todas las canicas en el proceso electoral y desde antes –se precisan fechas- infiltró a militantes para convertirlos en capacitadores y desde ahí promover la cuarta transformación.
¿Cómo ideologizar a los ciudadanos?
Quizá Mario Delgado o algún integrante del Comité Ejecutivo Nacional de Morena suponen que es necesario perforar el protector de la independencia ciudadana para cuidar el voto. Aquellos que están en las mesas de recepción y quienes identifican al votante a través del cuadernillo en el que están las fotos y los números secretos que se hallan en las credenciales, indican a los votantes dónde deben cruzar la boleta, en cuál urna depositarla con el fin de evitar equivocaciones que, sin embargo, de existir son corregidas al cierre de las casillas.
Todos los partidos políticos con registro nacional tienen derecho a tener representantes en las mesas de recepción. Las mañanas de Morena se demostraron en la elección de 2018 cuando pretendió tener a tres representantes: uno por parido de la Alianza Juntos Haremos Historia, lo que fue impedido por los presidentes de casilla.
La decisión tomada por el Consejo y acatamiento de la orden del TEPJF, es una medida sin precedente y que frenará la infiltración de militantes partidistas en los cursos de capacitación ciudadana.
Una trampa más de Morena y aliados que se pone al descubierto.
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