«El Gobierno de Trudeau es un rehén» de la ideología neonazi

El Gobierno de Justin Trudeau es un rehén de la ideología neonazi, porque tiene una influencia muy fuerte en Canadá, declaró a Sputnik el representante permanente adjunto de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dmitri Polianski. Según sus palabras, el mundo conocerá mucho sobre Ottawa después de la operación militar rusa.
«La ideología neonazi o nacionalista tiene, por desgracia, una gran influencia en Canadá. Creo que es obvio», afirmó Dmitri Polianski.
Recordó que Canadá acogió a muchos colaboradores nazis después de la Segunda Guerra Mundial, que ahora tienen hijos y nietos. Por lo tanto, la situación con el homenaje al miembro de las SS Yaroslav Hunka en el Parlamento canadiense no fue inesperada para Rusia. Después de todo, en muchos aspectos, Ottawa hizo lo que querían los descendientes de esos mismos colaboradores, agregó Polianski.
«El Gobierno de Trudeau es en gran medida un rehén», resumió.
Según sus palabras, la comunidad mundial «conocerá mucho» sobre Ottawa y Kiev tras la operación militar especial.
«Creo que tras el final de nuestra operación especial, la opinión pública mundial aprenderá mucho sobre lo que está ocurriendo realmente en Ucrania y en Canadá y en algunos otros países donde se glorifica abiertamente a los colaboradores nazis«, afirmó.

La División Galizien de las SS fue una unidad militar dentro del cuerpo de élite de la Alemania nazi, las Waffen-SS, dirigidas por Heinrich Himmler. Creada el 28 de abril de 1943, luego de la ocupación de Ucrania, estuvo formada por más de 80.000 colaboradores nazis, en su mayoría de la región ucraniana de Galitzia. Durante la Segunda Guerra Mundial, las filas de la división realizaban tareas de fuerza policial, combate a los partisanos e intimidación de la población, cometieron numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia.

La diáspora ucraniana canadiense, formada por descendientes de colaboradores, desempeñó un papel importante en «el establecimiento del régimen de Kiev», declaró al respecto a Sputnik el politólogo, jefe del Consejo de Expertos del Fondo de Desarrollo Estratégico, Ígor Shatrov.
«La diáspora ucraniana en Canadá siempre ha sido antisoviética, y tras el colapso de la URSS se convirtió en antirrusa. De entre ellos fueron enviados a Ucrania personas que llegaron a ser funcionarios, jefes de ministerios y departamentos», afirmó. En su opinión, fueron los colaboradores nazis los que llevaron a cabo el golpe de Estado en Ucrania.
El 22 de septiembre, Yaroslav Hunka, de 98 años, figuraba entre los invitados a la sesión del Parlamento canadiense en honor de la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El presidente de la Cámara de los Comunes lo presentó, entre los aplausos del público, como «un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)». En realidad, Hunka resultó ser un antiguo miembro de la división de voluntarios Galizien de las SS, que estaba formada por ultranacionalistas ucranianos y no solo luchó contra el Ejército Rojo, sino que también destacó por las atrocidades cometidas contra judíos, polacos, bielorrusos y eslovacos. Sputnik
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