ALBERTO F. MENA MALLÉN
El primero, el reto de aguantar a este gobierno un poco menos de un año, que busca eliminar un sistema político creado poco a poco y aunque no es totalmente democrático, lo que avanzó en este campo, ahora lo quiere desaparecer la 4T a como dé lugar e imponer uno autoritario, nacionalista personal, donde los mexicanos tengamos que obedecer las órdenes del iluminado para que no perdamos nuestra nacionalidad.
Todo por apoyos económicos que quieren volverse votos para evitar que este plan del tabasqueño sea eliminado de la faz de México en el 2024, para lo que utiliza muchas artimañas, mentiras, venganzas y tantos recursos públicos como los que tiene la actual administración.
Las circunstancias que ha creado YSQ han sido para beneficios de una fracción de mexicanos que lo apoyan, pero no para el total de ciudadanos que vemos con preocupación que toma decisiones insospechadas, raras, sin fundamento, como el atacar a las instituciones que considera no fundamentales para sacar adelante su proyecto de vida, que él solo lleva a cabo, ya que cuando candidato, ganó la presidencia con mentiras, lo que observamos con el paso de los meses.
Ahora lo vemos con la decisión de que la ayuda que envían muchos mexicanos a Acapulco, YSQ quiere que solo sean el ejército, la marina y la guardia nacional quienes la distribuyan, al parecer con un viso electoral, ya que las despensas que se distribuyen van en cajas con la leyenda gobierno federal, aparte de que envió a los servidores de la nación para levantar el censo de damnificados.
Todo lo hacen con un tinte morenista y personal del titular del ejecutivo, y no como en otras ocasiones donde toda la ciudadanía participa en el apoyo de quienes fueron afectados por un huracán categoría cinco, el que generó un debate porque no hubo un alertamiento a tiempo de las autoridades hacia los guerrerenses, con un mal manejo operativo, por lo que muchos afectados por este fenómeno, se quedaron sin agua, sin energía eléctrica, y sin alimentos durante por lo menos cinco días, mientras el gobierno se organizaba y coordinaba las acciones. Y ese fue el pretexto para la rapiña en general, tiendas, comercios, incluso propiedades privadas.
Si, muchos reconocemos que en las instituciones hay corrupción e impunidad, pero, existe la pregunta ¿era mejor desaparecerlas de un tajo o atacar la podredumbre que según él había en demasía?
Lo que vemos es que las eliminó -aunque aún no todas-, de un zarpazo sin tomar medidas contra quienes cometieron ilegalidades y aún siguen sin castigo, incluso hasta sus cercanos como sucede con Ignacio Ovalle, con el robo en Segalmex, que sigue tan campante, como los que usaron recursos públicos en dichas instituciones autónomas.
Un ejemplo que todos conocen es el aeropuerto de Texcoco, que desapareció, -con una encuesta falsa-, a pesar de que argumentó que había mucha corrupción, la que hasta la fecha no ha sido castigada y, por el contrario, a permitido que sus allegados trafiquen con los materiales que quedaron del más del 30 por ciento que tenía de avance físico.
Especialistas, han explicado respecto a la desaparición del Fondo Nacional para Desastres, (Fonden), del que también subrayó que había mucha corrupción, que tampoco se ha castigado, que lo eliminó como fideicomiso y lo convirtió en programa de gobierno, pero con menos recursos, muchos de ellos transferidos a sus obras insigne, Tren Maya, Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles y que la diferencia entre fideicomiso y programa, es de que en primero si no se gastaba el dinero, regresaba al fideicomiso, mientras que en el programa, regresa a la Tesorería de la Federación, donde se pueden gastar en cualquier otra cosa o en cualquier deseo del macuspano.
Nuestro reto es hacernos más participes en la defensa de México y como lo único que tenemos como defensa contras los abusos del poder es el voto ciudadano, habrá que utilizarlo de modo en que haya una pluralidad en el Congreso de la Unión, para que todos los involucrados busquen caminos más acordes a las necesidades de todos los que habitamos este territorio, pero no debemos permitir que AMLO gane la mayoría del poder legislativo, ya que entonces, podrá modificar la Constitución a su modo.
Tampoco podemos permitir que gane la presidencia de la República, porque si obtiene ambas, hará lo que quiera con México y quienes no estamos de acuerdo con él y sus decisiones, estaremos en riesgo de que nos corra del territorio nacional para tener un país de ensueño, tal y como lo considera el rey de palacio nacional, el que, hasta ahora, no se ve.
Vemos con tristeza como sigue mintiendo a los mexicanos, algo que solo le creen los chairos, y de ello siguen los ejemplos como el de que los diputados federales donarán un mes de dieta para los afectados por el huaracan Otis, que serán parte de los recursos ilimitados con que cuenta el gobierno para canalizarlos a la reconstrucción de Guerrero.
El rey del cash, asegura que hay todos los recursos disponibles para ello, lo que no es cierto, porque tendrá que sacar el dinero de otras partidas, quitándole recursos a otros programas como el de salud o educación y como consecuencia provocará mayores problemas a miles de mexicanos.
Y como ya lo conocemos, ante tanta palabrería que emite cada mañana, ahora minimizó el impacto de Otis y se lanzó de nuevo contra los medios de comunicación “amarillistas”, que solo informan la realidad que está sucediendo, y no, “sus otros datos” que han manejado a su antojo en este gobierno.
Un reto más, es el de no creerle a los líderes de los partidos políticos, ya que cada quien lleva agua a sus molinos y dan sus versiones acordes a sus intereses, lo que debemos de hacer es esperar a las votaciones de junio de 2024 y ahí plasmar nuestro deseo de seguir adelante con la defensa de México.
fermallen@gmail.com