Al cumplirse una semana de impactar el huracán Otis al puerto de Acapulco, el agua potable es la principal demanda de los vecinos de la zona suburbana.
La postal que se ha vuelto cotidiana en esta zona del puerto de Acapulco es de largas filas en los pocos establecimientos en donde surten el vital líquido.
En el Coloso, Colosio, Piedra Roja, La Máquina, Sabana, Llano Largo, Cayaco, Puerto Marqués, Cruces, otro problema que enfrentan es la falta de transporte público y energía eléctrica.
Los pocos taxis colectivos amarillos y camionetas Urvan que cubren sus rutas, elevaron sus costos: los primeros, de 20 pesos elevaron a 40 y 50 pesos el pasaje; y los segundos cobran de 12 a 30 pesos.
Mientras que cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) día y noche trabajan en colocar los nuevos postes de concreto y reparar el cableado que se dañó durante el paso del meteoro con el propósito de restablecer el servicio de electricidad.