A la Vuelta de la Esquina
*Centenares de Damnificados y Pérdidas por Miles de Millones de Pesos
IVÁN RUIZ FLORES
¿No que no?
Acapulco quedó devastado. Y otras zonas del Pacífico, en el propio Guerrero y en Oaxaca también. “Otis”, huracán categoría 5 se ensañó con México.
Sí, mientras los ángeles y demonios pelean en Palacio Nacional, tras las consecuencias nefastas de haber abolido el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), extensa zona del territorio mexicano del Pacífico quedó hecha añicos tras el ingreso a tierra del huracán Otis el martes 24 de octubre por la madrugada.
Los afectados se cuentan por miles. Los daños también… en miles, pero de millones de pesos.
Y esto aún no termina. De acuerdo a la Secretaría de Marina la temporada iniciada en el Océano Pacífico el 15 de mayo de 2023 y en el Atlántico el primero de junio, concluirán (ambas) el 30 de noviembre, de 2023 ¡día de San Andrés…! ¡Qué bueno que nos deje en paz…!
Pero mientras… están pendientes nueve en el Pacífico (“Pilar”, “Ramón”, “Selma”, “Todd”, “Verónica”, “Wiley”, “Gina”, “York” y “Zelda”. Y en el Atlántico, tras el paso de “Tammy”, categoría 2 la semana pasada, faltan de arribar sólo dos: “Vince” y Whitney”.
CUANDO PEÑA NIETO
NO DIO “El GRITO”
En este siglo XXI se han registrado huracanes devastadores. Los cuatro mandatarios desde el año 2000 a la fecha han tenido que afrontarlos.
Sin embargo, quien menos problemas tuvo en esa materia fue Vicente Fox Quezada, de 2000 a 2006.
Tampoco fueron tan graves los daños en el mandato de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), aunque “Dean” y “Lorenzo” sí causaron muertes y deslizamientos de tierra. El primero en Yucatán y el segundo en Veracruz y Puebla. También “Wilma” (categoría 4) arrasó una buena parte de Yucatán, de Quintana Roo (Cancún), Playa del Carmen, Isla Mujeres y Cozumel, en 2005.Pero al siguiente mandatario, Enrique Peña Nieto (2012-2018) le fue como en feria. “Odile” atacó Los Cabos, en Baja California Sur en pleno 15 de septiembre por lo que el Presidente no dio “El Grito” en el zócalo, sino que tuvo que salir corriendo a coordinar los esfuerzos del Ejército y la Marina.
Para 2015, sería peor. “Ingrid” y “Manuel” atacaron por dos flancos a México. Sí, por el Golfo de México “Ingrid” y por el Pacífico la tormenta tropical “Manuel”, pero entre ambos causaron daños en 401 municipios, además de 157 muertos y afectaciones a 900,000 personas. Todo ello en Veracruz, Nuevo León, Guerrero, Sinaloa, Durango, Tamaulipas y Michoacán.
En la actualidad, además de los ciclones y tormentas tropicales que nos amenazan, está el fenómeno “El Niño”. Asegura la Secretaría de Marina:
“Los modelos estadísticos muestran un 58% de probabilidad de que se presente una transición de Neutral a Niño durante el verano 2023 en el hemisferio norte, con tendencia a un 62% de probabilidad que el Niño aumente durante el otoño y principios del invierno de 2024 de citado hemisferio”.
Es la contraparte y no será fácil. Los expertos aseguran que los efectos de “El Niño” en materia ambiental están asociados “… a menores precipitaciones incluyen menos humedad en el suelo y frecuentemente, pérdidas de miles de hectáreas de bosques por incendios forestales”.
Es probable que dicho fenómeno se desarrollará entre noviembre y enero y existe más del 95% de probabilidad de que se mantenga de enero a marzo del 2024, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional.
En cuanto a “La Niña”, dice en la UNAM el doctor Alejandro Jaramillo Moreno que “a pesar de los grandes avances en materia de meteorología que se han hecho en los últimos años, actualmente no se puede precisar con muchos meses de anticipación cuando se formará y cómo evolucionará “La Niña”.
No es raro, dicen, que “La Niña” tenga tres años continuos.
¿Y cómo nació? El experto lo explica:
“La Niña” nace a raíz de un proceso donde hay un enfriamiento anómalo en el océano Pacífico, lo cual genera cambios en cómo se mueven las masas de aire, y eso va afectando de manera diferente cada parte del planeta, favoreciendo la formación de altas lluvias en algunas áreas o sequías extremas en otras”.
El asunto es que en las zonas donde “La Niña” favorece las sequías “…las lluvias llegan con poca cantidad de agua y esta afectación se va alargando hasta el año que sigue. Entonces, este fenómeno perjudica a las poblaciones y ecosistemas que subsisten con base a la demanda de agua”.
Como dijera mi abuela ante los berrinches infantiles… “al niño y a la niña dales una buena nalgada ¡y ya!”
