Israel ha intensificado sus ataques a la Franja de Gaza, según apunta el hecho de que las autoridades sanitarias palestinas confirmaron este lunes la muerte de al menos 400 personas por los bombardeos del Ejército judío de este domingo contra el terrtorio gazatí.
Tras una nueva jornada de ataques, el Ejército israelí continuaron arremetiendo contra la zona a lo largo de la noche y han cometido 25 masacres tras disparar contra edificios residenciales.
Así, la artillería y la aviación israelí han tenido como principales objetivos la zona norte de la Franja, como Yabalia y Beit Lahia, aunque también han atacado Jan Yunis y Rafá, en el sur.
Según la fuerza armada de ocupación son 320 los «objetivos» atacados a lo largo de la Franja de Gaza durante la jornada, con la justificación de que se trata de infraestructuras de terroristas y objetivos militares.
Los militares hebreos dieron un ultimátum a la población local para evacuar la zona norte para intensificar su campaña de bombardeos, una exigencia criticada por la ONU y diversas ONG ante la enorme dificultad para llevar a cabo estos traslados entre los ataques aéreos, lo que se suma a la imposibilidad de trasladar a heridos y enfermos, entre otros.
Según el Ministerio de Salud palestino se trata de una estrategia cuyo objetivo es someter a una presión aún mayor al sistema sanitario gazatí, que se encuentra prácticamente colapsado, una situación que puede agravarse por la falta de combustible en los hospitales.
Al mismo tiempo, se ha sabido que más de 800 presuntos milicianos palestinos han sido detenidos en Cisjordania desde que Israel inició su más reciente escalada sobre territorios palestinos, de acuerdo al Ejército sionista que han confirmado al menos 67 detenciones sólo este lunes de madrugada.
En Cisjordania, el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina tiene registrados también cerca de cien fallecidos por operaciones de las fuerzas israelíes y ataques de colonos. Este lunes, dos jóvenes han perdido la vida en el campo de refugiados de Jalazone, situado al norte de la ciudad cisjordana de Ramala.
El mismo ministerio ha asegurado que la situación médica de la zona se encuentra «en su peor momento» debido al gran número de muertos y de heridos dentro de los mismos. Además, ha explicado que los ataques israelíes han «borrado del mapa» barrios enteros y que familias enteras «han sido completamente eliminadas» en varias ciudades. Telesur