Por Julián Sánchez
El actual secretario de Finanzas de Zacatecas, Ricardo Olivares Sánchez ha sido señalado por retener más de dos mil 201 millones de pesos por parte de 11 secretarías estatales al ser subejercicios derivados de una mala planeación, todo bajo el argumento de que él no reporta nada al gobernador de Zacatecas y puede tomar decisiones independientes, las cuales han afectado profundamente al estado.
De acuerdo con la diputada local del PRI en Zacatecas, Gabriela Basurto Ávila, son aproximadamente dos mil 201 millones de pesos que no se han utilizado en obras, salud, desarrollo social y urbano, medio ambiente, campo, educación, seguridad, gobierno, migrantes y economía, lo cual deja a los habitantes desprotegidos ante el incumplimiento de sus derechos básicos.
“Si el dinero lo están guardando de nada sirve para Zacatecas. Tienen las armas para hacer menos cruda la realidad, pero no lo han hecho en casi un año de gobierno”, aseguró la legisladora sobre el Secretario de Finanzas del Gobierno que al parecer se siente más poderoso que nadie al llevar tantos años como parte del Gabinete.
Sin embargo, el asunto no se queda sólo en números y suposiciones, se sabe que Ricardo Olivares Sánchez también incumplió con la entrega oportuna del pago de aguinaldos y prestaciones de fin de año a los subsistemas de educación media y superior, dejando a trabajadores y docentes en un viacrucis a pesar de que se había comprobado la existencia de dinero en las arcas.
De la misma manera, ha sido evidente la incapacidad del Secretario de Finanzas en el estado de Zacatecas pues durante el primer informe de Gobierno hubo graves pendientes, como contratación de deuda, falta de pagos a maestros, subejercicios y una solicitud de refinanciamiento.
Y aunque Ricardo Olivares Sánchez insistió en que el estado cuenta con equilibrio financiero, Karla Valdez Espinoza, diputada del Congreso estatal, afirmó que “mienten” pues adquirieron un préstamo por 100 millones de pesos con Scotiabank para cubrir insuficiencias de liquidez, que quedó demostrado con documentos de transparencia.
Ricardo Olivares Sánchez se equivoca al pensar que sus acciones fraudulentas en contra de la ciudadanía y el derecho público pasarán desapercibidas, pues el “fuego amigo” del que ha echado mano, tiene graves consecuencias para el gobierno y la sociedad. La opinión pública estará pendiente para asegurar que el Secretario de Finanzas del Gobierno actúe conforme a lo debido o deje el cargo.