Los movimientos de blindados militares y carros de combate aumentaron en los alrededores de la Franja de Gaza, a medida que crece la tensión en la zona a a la espera de una posible incursión terrestre a gran escala de Israel en el enclave.
A pesar de que termino el plazo que dio Israel para que los habitantes del norte de Gaza desalojaron la región, miles de gazatíes se movilizan hacia el sur en un movilización que implicaría trasladar a más de un millón de personas en tanto poco tiempo que resulta imposible.
«Lo que sabemos es que cientos de miles de personas han huido y que un millón de personas han sido desplazadas en total en una semana», dijo Juliette Touma, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Rami Swailem, residente de Gaza, dijo que él y al menos cinco familias de su edificio decidieron quedarse en su apartamento cerca de la ciudad de Gaza. “Estamos arraigados en nuestras tierras. Preferimos morir con dignidad y afrontar nuestro destino” .
Se estima que 35.000 civiles desplazados se han apiñado en los terrenos del hospital principal de la ciudad de Gaza, sentados bajo los árboles en los terrenos vacíos, así como dentro del vestíbulo y los pasillos del edificio, con la esperanza de estar protegidos de los ataques.
Israel manifestó que se está preparando para una operación coordinada “por aire, mar y tierra” y que está acumulando fuerzas “con énfasis en operaciones terrestres significativas”.
A ocho días de iniciada la represión del ejército de ocupación hebreo en territorio palestino, en una acción de represalia sin precedentes en la conflictiva relación entre las partes, las fuerzas israelíes siguen bombardeando el enclave.
El primer ministro israelí, presionado internacionalmente para evitar una catástrofe humanitaria, no dio señales de aflojar en su determinación de destruir a Hamás, que gobierna el enclave desde 2007.
«¿Están listos para lo que viene? Esto va a seguir», proclamó el mandatario ultraconservador durante una visita a soldados desplegados frente al enclave, en el octavo día de una guerra que ya dejó miles de muertos en ambos bandos.
El jefe del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que gobierna la franja, Ismail Haniyeh, acusó en un discurso televisado a Israel de cometer “genocidio” en Gaza y afirmó que los palestinos en el enclave asediado “nunca huirán”.
Los comentarios se produjeron poco después de que Netanyahu, realizara una visita a las fuerzas terrestres israelíes estacionadas cerca de la Franja de Gaza.
Israel ha desplegado al menos 35 batallones en la zona fronteriza con la Franja por el norte, preparados para intensificar la ofensiva, y es constante el trajín de tanques, vehículos blindados para el transporte de tropas, excavadoras, camiones cisterna y jeeps artillados.
Por otra parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) advirtió que la situación en la Franja de Gaza se ha vuelto catastrófica, y señaló que la escasez de agua es ya una cuestión de vida o muerte para más de dos millones de personas, debido a que la estación y las redes públicas de agua dejaron de funcionar.
El Comisario General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, afirmó en un comunicado citado por la agencia rusa Novosti, que se debe transportar combustibles a Gaza inmediatamente, porque más de dos millones de personas están en riesgo debido a la escasez de agua.
Exigió el levantamiento inmediato del bloqueo impuesto a la ayuda humanitaria dirigida a la Franja de Gaza. Telesur