Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
En el juego de estirar la liga entre dos, siempre hay necesidad de aflojar o correr el riesgo de reventarla. Cuando una de las partes pretende que el hule responda a su interés, termina por hacerlo desaparecer al brincar por el jalón inverso.
Esto no parece entenderlo el señor López, sí el inquilino temporal de Palacio Nacional que con la entrada a su último año de gobierno -10 meses, para su desgracia y nuestra alegría- observa cómo el castillo construido no es de concreto ni tiene cimentación con varillas de acero. Se da cuenta que la estructura es débil aunque cuente con millones de personas que se colocaron abajo para sostenerla. Debe estar consciente, de lo contrario estaría atentando contra la inteligencia de los mexicanos en primer término y de los vecinos del norte, en segundo.
Pretender exigirle al gobierno de Joe Biden la dispersión de recursos para los países expulsores de migrantes -¿estará México?- con el balín pretexto de que en México se tiene comprobado que atacando de raíz el problema de la pobreza la gente se queda en su tierra, es la utopía en la que vive.
Si fuera verdad en cuando menos 10 por ciento su aseveración, los millones de mexicanos que viajan a Estados Unidos ilegalmente en su mayoría para encontrar trabajos que permitan enviar las “benditas remesas”, no abandonarían familia y país. Los datos proporcionados en Estados Unidos subrayan que el número más elevado de migrantes ilegales son de procedencia mexicana seguido de lejos por hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, venezolanos, colombianos, africanos y asiáticos.
No entender que en la región solamente cuatro de sus pares –igualitos- lo consideran el “salvador” de sus patrias, y que el resto tiene visiones globales pensando en la mejoría de sus pueblos, es encerrarse en un círculo que no permite penetrar ni siquiera el aire.
Echarle leña a la hoguera y rociarla con combustóleo refinado en Dos Bocas, que probablemente por la baja calidad no prenda lo suficientemente alto pero su producirá exceso de humo, cuestionando las políticas internas y exteriores del vecino del norte, no conducirá sino a una nueva vuelta a la tuerca.
Y si no lo ha notado, el muro que se anunció en la frontera con Texas se inició hace buen rato y el embajador, Esteban Moctezuma ni siquiera enterado esta y por ello ninguna información al respeto. La protesta presidencial carece de sentido y de valor jurídico. Ellos, los yanquis, pueden construir lo que quieran en su territorio… no en el nuestro.
Y frente al reclamo, Joe Biden responde: es la ley y no puedo violarla.
¡Tenga para que aprenda!
La ruptura con la ONU, a la que llama florero, llevó al Comité de Desaparición Forzada, a ratificar las recomendaciones para la aplicación irrestricta de los derechos humanos que, en los últimos 5 años han sufrido merma de manera alarmante y a ratificar la sugerencia, no orden alguna porque no hay medidas coercitivas, de retirar las fuerzas castrenses de actividades de seguridad pública.
Y como parte fundamental de incumplimiento de compromisos, está el fracaso en la presunta lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. Sin embargo, es tal la soberbia, la ignorancia y el pensamiento de que los otros son los tontos, que afirma el señor López que los resultados de la reunión de Alto Nivel dejó “muy satisfechos a los funcionarios de Estados Unidos”, porque se demostró que “México está trabajando mucho para combatir el fentanilo”.
Muchas aristas en la relación económica más importante de México y más aún, en la parte ideológica y política.
Son tiempos, en efecto, electorales y allá están en lo suyo y acá se busca imponer el continuismo de un proyecto que, aplicado con anterioridad, ha mostrado su ineficiencia.
Estirar la liga es un arte para iniciados, no para iluminados.
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