Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Usted se preguntará la razón de la cabeza en este Punto de Vista. Quizá lo saque de la duda.
Mañana estarán en Palacio Nacional importantes funcionarios del gobierno de Washington encabezados por el secretario de Estado, Anthony Blinken para continuar y concluir el diálogo de Alto Nivel iniciado la semana pasada en la capital de los Estados Unidos.
Sí, en cuyo cierre de actividades se ofreció una conferencia en la jefa de la diplomacia mexicana, Alicia Bárcena, defendió las acciones contra la violencia, el crimen organizado y el narcotráfico que lleva a cabo el huésped temporal de Palacio Nacional. Aunque aquí se busque mostrar los “otros datos”, allá tienen los reales, los que muestran cómo el gobierno ha sido omiso, por decir lo menos, en frenar, por ejemplo, la producción de fentanilo que se exporta y que para Estados Unidos ya representa un problema, de salud.
Las tensiones sobre el actuar de México se generan por la persistente negativa presidencial de culpar a China por la producción de la letal droga sintética. El propio gobierno del gigante asiático ha desmentido la afirmación y sostenido que solamente vende precursores a empresas legalmente constituidas y para usos medicinales.
Para nadie es un secreto la “buena relación” que tiene la presidente con la madre de El Chapo y el tratamiento que se le da al cártel Sinaloa que se ha fortalecido y levantado de las cenizas a partir del inicio de esta administración. Los constantes viajes a Badiraguato realizados por el Jefe del Ejecutivo hasta 2022, llamaron poderosamente la atención. Visitas bajo el argumento de “observar los avances de la nueva carretera” no convencieron a nadie y, por el contrario, ahondaron las sospechas vox populi vox Dei.
Justamente el fin de semana pasado se realizó un “operativo aéreo” en Badiraguato, del cual no se dieron informes oficiales. Solamente los periodistas, ¡ah, los odiados periodistas! cumplieron con su deber y activaron sus cámaras de video y fotografía fija para documentar la acción.
¿Se trató de advertir que llega el jefe de la diplomacia de la Casa Blanca acompañado por el secretario de Seguridad Nacional y asesora de seguridad?
¿Se intentó dejar la huella de que sí se trabaja para combatir a los criminales?
¿A eso obedeció la extradición de Ovidio Guzmán a Estados Unidos?
¿Fue una acción de “buena voluntad” o la lumbre ya llegaba a los aparejos presidenciales?
Con la “filosofía” de abrazos, no balazos, porque la violencia no se combate con violencia y se debe atacar desde su raíz, el gobierno federal con sus brazos armados: Ejército, Marina y Guardia Nacional, ha sido incapaz de frenar la expansión criminal que ya se apoderó de vastas extensiones del territorio nacional en donde hace lo que le viene en gana porque la impunidad lo protege.
Y aunque el presidente diga que se avanza, la realidad muestra lo contrario y cuando niega que en México se produzca fentanilo pone en evidencia al Ejército y la Narina que han destruido laboratorios de los narcos y decomisado millones de pastillas que no vienen con martillo –marca-chino sino con siglas muy de la banda.
Las negativas del gobierno mexicano y las exigencias del estadounidense no han abonado a una buena relación entre ambos.
Si hay, por supuesto, constante comunicación que, por momentos se cae por las palabras irreflexivas o muy meditadas del huésped de Palacio Nacional y que tienen en común defender a sus “amigos” y enfrentar, sin parque nuclear, al poderoso vecino del norte.
Ojalá y entendiera que el giro de la tuerca seguirá apretando hasta que ¡se vaya!
E-mail: jesusmichelpm@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
