¿Y la Perspectiva de Género?

“Monster”

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Monster”, película estadounidense, escrita y dirigida por Patty Jenkins, con la actuación de Charlize Theron (Aileen Wuornos), Christina Ricci (Shelby Wall), Bruce Dern (Thomas), Lee Tergesen (primera víctima) y Annie Corley (Donna) fue estrenada el 26 de diciembre de 2003.

Aileen Wuornos parece resignada a la vida complicada que ha tenido; a los 15 años empieza a prostituirse para sobrevivir; siempre es rechazada por los hombres, la denigran a causa de diversas quemaduras sufridas en su niñez y por su aspecto; ella está convencida de que jamás podrá hallar el amor hasta que conoce a Shelby Wall.

La película narra la historia real de Aileen Wuornos, exprostituta ejecutada el 9 de octubre de 2002 por haber matado a siete hombres, que, según ella, la habían violado; la trama se desarrolla prácticamente en los años en que Aileen Wuornos conoció a su amante Shelby Wall (Tyria Moore, en la vida real), pero su nombre, edad y apariencia en la película fueron modificados por razones legales.

UNA NIÑEZ DURA

Aileen Wuornos desde muy niña ha sido víctima de abusos sexuales, y siempre ha sido rechazada por su aspecto y personalidad «aberrantes», hasta que conoce a Shelby Wall en un bar donde hay un ambiente fuertemente homosexual.

Dice el dicho “Dios los cría y ellos se juntan” y así parece en esta historia donde Aileen ha sufrido maltrato físico y sexual desde niña, lo cual genera en ella una misantropía enfermiza, mientras que la joven Shelby ha sido enviada por sus padres a Florida para “curar” su homosexualidad.

Es claro que ambas han sido rechazadas en principio por sus padres y la sociedad no ha sabido integrarlas; estas condiciones van a generar psicopatías que tendrán un desahogo desafortunado.

El continúo rechazo hacia Aileen es evidente, pues los tíos de Shelby son sumamente creyentes y le advierten que, si se va con esa mujer de tan malos antecedentes, no podrá contar más con ellos.

UNA VIDA

SIN FUTURO

Lee y Sel, como se llaman mutuamente, comienzan una nueva vida en un alejado barrio de Florida; no tienen dinero ni trabajo; ante ello, Aileen decide prostituirse para traer dinero seguro a Shelby, quien por su juventud aún requiere los cuidados de un adulto.

Las leyes de prostitución de Florida prohíben a cualquier persona solicitar sexo a particulares, así como utilizar el trabajo sexual para ganar dinero, o si se es el intermediario de la prostitución; los cargos penales son graves.

La clandestinidad de esta actividad hace que Aileen corra riesgos en demasía; a un automovilista en carretera le ofrece sus servicios; el sujeto sólo pide sexo oral, pero conforme pasa el tiempo se pone agresivo y la noquea; ella es penetrada sádicamente vía anal con un objeto fálico. En el forcejeo, logra zafarse, alcanza su revólver y mata a su agresor.

La primera víctima fue Richard Mallory (51 años), un violador en serie y exconvicto a quien Wuornos aseguró haber matado en defensa propia en Palm Harbor, Florida, hecho ocurrido el 30 de noviembre de 1989.

REDENCIÓN

Todo parece marchar bien, Aileen intenta conseguir trabajo como secretaria, pero es rechazada por su carencia de estudios y maldice a todos, aunque nunca con Shelby; se agota el dinero, y Aileen vuelve a recurrir al servicio sexual; en la carretera detiene a un hombre, quien se ofrece a llevarla, se le cae el revólver accidentalmente, y el hombre pide clemencia, pero ella piensa que la denunciará, lo mata, con un dolor tremendo y pidiéndole perdón por su crueldad.

La segunda víctima es David Spears (43 años), muerto el 1 de junio de 1990.

Ya van dos homicidios en circunstancias similares (disparos en el torso), así que se empiezan a divulgar los asesinatos, y retratos hablados de Shelby y Aileen.

Hay cuatro crímenes más: Charles Carskaddon (40 años), el 6 de junio de 1990, Troy Burress (50 años), el 4 de agosto de 1990; Dick Humphreys (56 años), el 12 de septiembre de 1990; y, Walter Jeno «Gino» Antonio (62 años), el 19 de noviembre de 1990.

Aileen ama a Shelby, pero no puede seguir arriesgando su joven vida, y, por seguridad de ambas, la deja ir.

El arrepentimiento y la redención se presentan en dos momentos: el primero cuando Aileen pide perdón a una de las víctimas, y cuando decide que Shelby debe irse.

Aileen afirma que sus crímenes fueron por amor a Shelby.

LA CONDENA

Aileen es condenada por el asesinato de seis hombres, ella confesó los seis asesinatos, incluido el de un policía, afirmó haber matado sólo en defensa propia, al resistirse a ser víctima de violentos ataques mientras trabajaba como prostituta.

Su tablita de salvación es Shelby, aunque paradójicamente su vida se hunde, pues es incapaz de encontrar un trabajo normal, y desesperada por mantener su relación con esta joven continúa trabajando como prostituta.

La cinta no glorifica al personaje, sólo pretende mostrar las motivaciones, maltrato infantil y educación inexistente como factores que le empujaron a crímenes tan atroces.

No es la historia de La bella y la bestia, sino muestra la crueldad y frialdad de los homicidios; en el juicio, Aileen, nunca pidió compasión, no se hizo pasar por víctima, ni se revictimizó, siempre reconoció haber matado a esos seis hombres.

Los procesos culminaron en febrero de 1993, y recibió seis condenas de pena de muerte; nunca se habló de juzgar con perspectiva de género como herramienta conceptual para mostrar las diferencias entre ella y sus víctimas como hombres, aunque siempre afirmó que fue agredida sexualmente.

Es interesante saber si esa metodología de perspectiva de género hubiera permitido identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión constante de Aileen, a fin de justificar, no sólo con base en las diferencias biológicas entre mujer y hombre, su conducta delictiva; pues evidente que existieron causas de opresión de género como la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género.

Aileen nunca tuvo por parte de la sociedad el mismo valor que recibía un hombre, no gozó de igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos; ella mostró una aversión enfermiza hacia los hombres; según parece, todo lo hizo en defensa propia y bajo mandato divino.

Antes de su ejecución, algunos expertos que testificaron en su defensa indicaron que sufría de trastorno límite de la personalidad y de trastorno antisocial de la personalidad como resultado de los abusos que padeció de pequeña; pero ¿se le condenó por sus crímenes o por ser una mujer dedicada a la prostitución y no mostrar arrepentimiento?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

 

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