Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
La orden es exacta y no permite interpretaciones: el Senado de la República ha sido omiso en aprobar a los comisionados del INAI a fin de que su Pleno funciones dentro del mandato Constitucional y por tanto, deberá cumplir la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y nombrarlos antes del 15 de diciembre, fecha en que se clausura el periodo ordinario de sesiones.
Con 8 votos a favor y 2 en contra de las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, cómo no si atienden la orden del amo, el Pleno de la SCJN resolvió lo anterior y ello implica que tendrá que cumplirse el mandato so pena de cometer desacato que, en un hecho histórico, puede llevar a quienes se oponen a la medida, a ser relevados de sus cargos y sometidos a procedimiento penal.
Eso lo saben lo se senadores y en su momento lo refirió Ricardo Monreal en su papel de coordinador de la bancada de Morena en la Cámara Alta. Sin embargo, les importó un comino y atendieron la instrucción presidencial de no nombrar a ningún comisionado para impedir que el INAI pudiera realizar su Pleno y emitir sentencias que deben cumplir las instituciones del gobierno federal.
El fallo de los 8 ministros representa el más severo revés para el huésped temporal de Palacio Nacional quien por sus pistolas, sus principios y sus ideales, se opone a cumplir con la Ley Federal de Transparencia en aras de ocultar las acciones realizadas en su mandato y que, tramposamente incluyó en el rubro de “seguridad nacional” con lo cual la opacidad actúa a plenitud.
Esta decisión se encuentra ligada al estudio justamente de la “seguridad nacional” con la que se amparó, mediante decretazo, las llamadas obras insignia de la actual administración y que han rebasado y con mucho los presupuestos estimados para iniciarse.
A los senadores se les agota el tiempo legal. De hecho, lo mantienen con camisa de fuerza para frenar las acciones del INAI, lo cual contradice no solamente el espíritu de la Constitución sino la letra que, en este caso, es específica.
Si los senadores se niegan a cumplir la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación podrían ser separados del cargo, todos aquellos que se oponga y quienes aprueben pero no alcancen las dos terceras partes, seguirán en sus funciones. Sería la primera ocasión en los últimos 100 años, que una de las Cámaras al Congreso de la Unión se vea obligada a llamar a los suplentes de quienes pudieran ser separados.
No es un secreto que el presidente de la República ha pretendido manipular al Poder Judicial de la Federación y durante este año ha sido implacable con sus acusaciones en contra de ministros, magistrados y jueves, sin haber mostrado las pruebas de la presunta corrupción que cohabita en el ámbito de la administración de la justicia.
Como Poder Autónomo y conforme al marco jurídico que rige en nuestro país, la SEPARACIÓN DE PODERES tiene por objeto el control entre los tres. Es la forma del equilibrio para impedir el abuso de cualquiera de los tres. Al Judicial le corresponde la constitucionalidad de las reformar constitucionales y de las leyes secundarias. No se trata de reyerta ni mucho menos de frenar acciones ya del Ejecutivo Legislativo por mera ocurrencia. La Corte es la garante de la constitucionalidad y punto.
A partir de la decisión tomada ayer, que se esperaba pero eran rumores sobre el proyecto a discusión, la Corte se fortalece y le haca frente al abuso de poder que durante 5 años ha mostrado el huésped de Palacio Nacional, quien de dientes para afuera dice no ser como los de antes y por ello el Ejecutivo no concentra el “poder de los poderes”, en la práctica controla el Legislativo con los diputados y senadores de Morena y aliados: pretendió lo mismo con el Judicial al buscar que su amiga, Yasmín Esquivel asumiera la presidencia de la Corte y al mismo tiempo del Consejo de la Judicatura, en busca de blindar sus decisiones que, de suyo, han sido ilegales aunque se enmarquen en el concepto de “reformas legales”.
La Corte resistió y la elección de Norma Lucía Piña Hernández significó la construcción del insalvable muro que rescató la independencia del Poder Judicial de la Federación, entregado por Arturo Zaldívar al presidente de la república a cambio de desayunar regularmente en Palacio Nacional.
Senadores: atiendan la orden o arriésguense a quedar sin fuero y muy probablemente bajo proceso.
Se acabaron las disculpas aunque los… prevalezca,
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