Informe Turístico
*Los Criterios Unilaterales han Estado Afectando Esta Materia
*No se Toman en Cuenta las Condiciones de los Mercados
*Tampoco Consideran la Opinión de los Expertos y las Necesidades de las Empresas
*Mucho Menos la Opinión de los Usuarios; Políticas que Deben Cambiar
ARTURO LINO GUZMÁN
El regreso a la categoría 1 de la aviación mexicana es per se, una buena noticia, ya que de acuerdo a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) -una agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)-nuestro país cumple con los estándares que se exigen para que se pueda tener nuevamente esa condición y con ello la posibilidad de planear a futuro para elevar la calidad en el servicio.
Luego de perder la categoría 1, en mayo de 2021, las autoridades internacionales certificaron que ya existen las condiciones para que la aviación de México, sea considerada segura y pueda operar como lo hacía en años anteriores, ya que tras las últimas evaluaciones de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), consideró que se han solucionado todos aquellos aspectos que incidieron en la degradación a categoría dos del sector aeronáutico mexicano.
Como se recordará, las autoridades internacionales hacen una calificación de las condiciones en las que opera la aviación en un país, entre las que destaca la legislación respectiva, la organización y la gestión, así como la seguridad en los aeropuertos y de los aviones, de las diferentes aerolíneas locales.
Sin embrago, quedan algunas dudas y puntos que son necesario analizar, en virtud de que las autoridades mexicanas perdieron más de dos años en crear condiciones apropiadas para la aviación nacional y durante ese tiempo no hubo posibilidades de expandir el sector, con reducción de pasajeros de principales mercados emisores.
Hace dos años, cuando se degradó a la aviación de México, las autoridades mexicanas dijeron que en un plazo no mayor de seis meses se recuperaría la categoría 1, pero debido al poco cuidado que hubo para manejar esa crisis; ineficiencia de los responsables del sector aeronáutico y por el inadecuado manejo de este problema por cuestiones políticas, muy al estilo del gobierno de la 4T, así como reducción de presupuesto para un apropiado funcionamiento del AICM, el asunto se prolongó por más tiempo.
Si bien es cierto que la seguridad aérea en el país es una realidad, porque no se presentan accidentes, percances o incidentes en los aeropuertos, debido a que las compañías de aviación nacional, se esmeran en brindar condiciones favorables para los usuarios, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), opera con deficiencias en sus instalaciones que inciden en un buen funcionamiento, como retraso y cancelaciones de vuelos, que causan contratiempos y molestias a los usuarios.
Las dudas que se generan respecto a este tema son importantes pues algunas preguntas que surgen al respecto se centran en si hubo arreglos con las autoridades de Estados Unidos para que devolvieran la categoría 1 al país, en un año tan significativo políticamente hablando para la presente administración. Es preciso puntualizar lo que se ha publicado en algunos medios, sobre la posibilidad de un acuerdo de intercambio de la categoría 1 por la extradición de Ovidio Guzmán, esto para favorecer la imagen de los presidentes de México y Estados Unidos y mandar un mensaje de que ambos combaten el contrabando de drogas.
Asimismo, otra de las coincidencias que hubo hace semanas es el anuncio de la reducción de vuelos en el AICM, plan que no se concretó debido a las críticas e inconformidades que generó la medida y que no convenía en esos momentos por el tema electoral.
Lo cierto es que mientras las autoridades correspondientes manejen con caprichosos criterios unilaterales la aviación mexicana, sin tomar en cuenta las condiciones de los mercados, sin considerar la opinión de los expertos y las necesidades de las empresas y los usuarios, se reflejará en un deficiente servicio, pese a lo que contrariamente digan los funcionarios en turno.