Informe Turístico
*En el Actual Sexenio Cada Año Registró Descuentos en el Sector
*Con tal Panorama en Puerta hay Preocupación Entre los Prestadores de Servicios
*Paradoja Destinar al Tren Maya Cuantiosos Recursos y a la Dependencia Rectora Menos
*No Está Claro si la Obra Ferroviaria Será Autofinanciable en Poco Tiempo
ARTURO LINO GUZMÁN
Era de esperarse el recorte presupuestal a la Secretaría de Turismo (Sectur), una vez que están por concluirse las obras del Tren Maya, al que se han destinado multimillonarios recursos, etiquetados en la propia dependencia y que se canalizaban a este proyecto, el cual ya administra la Secretaría de la Defensa (Sedena).
Para 2024, el Presupuesto de Egresos de la Federación para la Sectur, propone mil 973 millones de pesos que significan una reducción porcentual considerable con relación a 2023, ya que en el presente año se le adjudicaron 145.5 mil millones de pesos, que en su mayoría se canalizaban a la controvertida obra de la 4T.
Desde 2018, año con año se redujeron los recursos para el sector turístico, por lo que Miguel Torruco, titular de la Sectur, ha tenido que hacer grandes esfuerzos para sacar adelante los planes y programas de la dependencia a su cargo y ha tenido que apoyarse en la iniciativa privada para continuar con el impulso de la industria, que aportó el año pasado por la llegada de turistas internacionales, poco más de 28 mil millones de pesos de divisas, que son importantes para la economía nacional.
Para los prestadores de servicios turísticos hay inquietud por la baja del presupuesto a la Sectur, pues si bien son recursos suficientes para los gastos propios de la dependencia y un tanto para promoción en las principales ferias internacionales, compra de boletos de avión para los constantes viajes de los funcionarios tienen que hacer al interior y al extranjero, viáticos y gastos de traslados con la finalidad de promover destinos en el país, todavía hacen falta más apoyos.
El tema es de relevancia, pues mientras al Tren Maya se le destinan cuantiosos recursos, a la Sectur que es la dependencia rectora del sector, se le escatima el presupuesto. La obra emblemática de esta administración costará 500 mil millones de pesos, de acuerdo a declaraciones que hizo el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en entrevista al periodista, Joaquín López Dóriga, y es de recordar que el gasto inicial que se haría para este proyecto era de 120 mil millones de pesos, sin contar el daño que se causó a la ecología, pese a la advertencia de los expertos y ambientalistas.
Además, no está claro si la obra ferroviaria será autofinanciable en poco tiempo, en tanto se seguirán erogando recursos para mantenerla, a fin de evitar que sea un fracaso como lo ha sido el Aeropuerto Felipe Ángeles y por lo tanto, será hasta dentro de tres a cuatro años, cuando se verá si este “caprichoso proyecto” en el sureste tendrá alguna utilidad.
En el documento de Presupuesto de Egresos de la Federación, establece que la Sectur tendrá entre sus atribuciones planes en el desarrollo de instrumentos y mecanismos de política, que contribuyan al cumplimiento de los objetivos prioritarios de una mayor actividad turística en el país, así como contribuir a fortalecer las ventajas competitivas de la oferta mediante la mejora de las capacidades, habilidades e información de los actores del sector.
Lo cierto es que el turismo es uno de los sectores económicos más afectados en cuanto a los recursos que se destinan para la consecución de sus labores e incluso la disminución de presupuestos a los estados por parte de la federación, a los que se afecta a sus Secretarías de Turismo, propicia también que los gobiernos estatales y municipales no tengan margen de maniobra para la promoción de sus destinos.
Queda claro que el tema del presupuesto es relevante ya que los recursos de la nación no deben manejarse con criterios políticos, sino de acuerdo a las necesidades de la población, de cada uno de los sectores para poder así, potenciar el dinamismo de la economía. La ecuación es sencilla, pero hay ocasiones que los gobiernos en turno no responden a los requerimientos y las demandas de su población, con el propósito de mantener el control de los votantes, sobre todo en tiempos electorales.