Sandra Romandía. Las siete mafias chilangas. ¿Quiénes gobiernan realmente la CDMX? Editorial Grijlabo, CdMx, 2023. 216 páginas.
DAVID MARKLIMO
Durante mucho tiempo, en el Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México, se insistió que en el territorio de la Ciudad no había cárteles del narcotráfico. Miguel Ángel Mancera nunca aceptó que la realidad del país también podía ser la de la entidad que gobernaba. Quizá Mancera pensaba que los cárteles sólo se dedicaban a la venta y trasiego de drogas. El concepto de balcanización o diversificación de los cárteles nunca lo entendió.
La realidad indica que la Ciudad de México está sujeta a diversos fenómenos donde puede tener cabida la Delincuencia Organizada: cobro de piso, construcciones y edificios vacíos, taxis piratas, desalojos forzosos. Estudiando estos fenómenos, Sandra Romandía convocó a un grupo de periodistas (Nurit Martínez, Óscar Balderas, Áxel Chávez, Alberto Cuenca, Sara Pantoja y Frida Mendoza) para hablar del impacto que tienen estos grupos en la ciudadanía. El resultado es el libro Las siete mafias chilangas. ¿Quiénes gobiernan realmente la CDMX?
En esta obra, se analiza los flagelos a partir de los cuales se entiende el tamaño del problema: la presencia de una delincuencia que, sin ser la del norte del país, también está organizada. La premisa del libro es más o menos esta: día a día los habitantes de la capital del país se someten a los dictados de diversos mafiosos (los del agua en Iztapalapa, los franeleros de la alcaldía Benito Juárez, los mercados en la Gustavo A. Madero, los líderes de ambulantes, los transportistas piratas, los cárteles inmobiliarios …). Cada mafia es peligrosa a su modo, y tienen características propias, evidentemente. Por ejemplo, la mafia del metro controla el presupuesto del metro y las decisiones que se toman en el mantenimiento del mismo, sin importar la seguridad del sistema y de los usuarios. En el Centro Histórico -Patrimonio Cultural de la Humanidad-, los diversos líderes se dedican a amenazar, insultar y golpear a las víctimas para hacerse con sus bienes inmuebles.
El panorama que se pinta no es muy halagador: en la capital del país no se mueve una hoja sin que estas mafias lo decidan. El desastre actual del Metro –por ejemplo– sólo se explica a la luz de las facciones que se lo disputan. Es aquí donde está el quid: cómo se teje la gigantesca y jugosa complicidad de las autoridades establecidas. Esta investigación expone un entramado de policías corruptos y agentes del Ministerio Público dispuestos a recibir sobornos. Pero no sólo el metro es un desastre: la agenda de género queda en pañales al observar la red de padrotes que se benefician económicamente de la prostitución ajena en la Merced. Se señala un dato escalofriante: el 93% de las víctimas de trata de personas en México son mujeres y 26% menores de edad, según datos oficiales. El libro revela la presencia de empresarios de origen español, en su mayoría asturianos, que manejan hoteles donde se practica la prostitución forzada y en algunas ocasiones, la pornografía infantil.
Y es aquí donde podemos inferir el concepto de organización: parece claro el cruce entre la trata, la prostitución y la movilidad. En ese sentido, los taxis piratas tienen algo qué decir. Pero las líneas de investigación no se abren.
Sucede lo mismo con los llamados carteles inmobiliarios, donde se estudia la relación entre las distintas mutaciones territoriales (naturales de una gran ciudad), que transformaron a esta mafia de un cartel meramente fraudulento a un gran incitador de corrupción. Aquí no sólo participan los notarios, sino también los grupos violentos del crimen organizado que ven en los inmuebles la forma más sensata de lavar sus recursos.
Así, pues, el libro expone las mafias de manera individual para explicarlas de manera más clara y mostrar la complejidad del entramado de poder político y económico en la Ciudad de México. Un libro indispensable si se desea entender el sitio en el que se vive.
