*Existe una Real Identificación de Gran Parte de la Sociedad con la Senadora Gálvez
*Es una Mujer, Profesionista, Empresaria, Madre de Familia, Luchadora Social y Política
*Ello le Permite Conocer las Facetas del México Profundo y, las Necesidades del País
*Lo que Sigue es Enfrentar a la Maquinaria Oficial, Ardua y Larga Tarea
*Indispensable Dejar Atrás Intereses de Grupos, Evitar Divisiones y Conflictos Intrapartidistas
*Además, Superar Cuotas de Cuates y Compromisos de Compadrazgos de las Cúpulas Políticas
*La Receta Para Pavimentar el Camino es Abrir las Puertas a los Liderazgos Sociales
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
A pesar de los avatares, dificultades y amenazas, finalmente quedó Xóchitl como la abanderada para encabezar el Frente Amplio por México. Tuvo que hilar fino y, sin dar tregua, recorrer prácticamente todo el país, haciendo gala de sencillez, humildad y capacidad; su origen, experiencia, éxito de vida y su manera de comunicar, fueron factores importantes para obtener simpatías.
Sin duda, existe una real identificación de gran parte de la sociedad con la senadora, pues transmite a través de un coloquial lenguaje alejado de las formas tradicionales de la oratoria política, mensajes claros, entendibles y contundentes que llegan a penetrar las conciencias de la sociedad.
Además, siendo mujer, profesionista, empresaria, madre de familia, luchadora social y política, le permite conocer las diferentes facetas del México profundo y, las necesidades del país, por lo que no pueden sus adversarios atacarla de improvisada, aunque es cierta la percepción de cara fresca, independiente y sin compromiso alguno, lo que resulta aún con mayor mérito.
Al culminar esta primera etapa, en un procedimiento inédito, que, por cierto, no llego al final previsto, al quedar como única participante la hidalguense y, ante la ociosidad de continuar con un procedimiento carente de materia, se optó por la aclamación, cerrando filas en torno a su persona.
Ahora, lo que sigue no es menor, por el contrario, enfrentar a la maquinaria oficial lleva consigo una ardua y larga tarea, no se trata de competir con la candidata de Morena, sino contra todo el aparato de Estado, ese es el principal reto al que nos vamos a enfrentar y el desafío de Xóchitl, como punta de lanza.
Es obvio que los partidos que conforman el Frente Amplio por México se encuentran rebasados y, aunque son necesarios, el movimiento social que se ha levantado los supera, razón que implica la suma de esfuerzos para cobijar una candidatura que ha despertado nuevamente la esperanza.
Por ello, resulta indispensable dejar atrás intereses de grupos, evitar las divisiones y los conflictos intrapartidistas.
Para arropar una candidatura con expectativas reales de ganar, se requiere impulsar a los mejores hombres y mujeres a los diversos cargos de elección popular, liderazgos regionales dispuestos a participar con su talento, experiencia, capacidad y credibilidad social.
El superar las cuotas de cuates y los compromisos de compadrazgos provenientes de las cúpulas partidistas, repartiéndose los puestos de elección popular y distribuyendo cargos públicos, es un despropósito que constituye una pesada carga para una campaña exitosa, es faltar a su responsabilidad con México.
La mejor receta para pavimentar el camino es abriendo las puertas a los liderazgos sociales, tal como se hizo con la creación del FAM, buscar métodos similares de acuerdo con las características de cada entidad, que permitan acrecentar las posibilidades de triunfo con candidatos competitivos que sumen y aporten al objetivo principal.
Sobre estos puntos en particular podríamos abundar y profundizar al respecto, sin embargo, no es el caso, simplemente hacer un llamado a la reflexión objetiva de crítica y autocritica, en cuanto al papel que en estos momentos les toca jugar a las organizaciones partidistas, con miras a rescatar al país.
