Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Por la mañana del sábado, Omar García Harfuh comunicó al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, su renuncia.
El viernes se había destapado para buscar la más importante posición a nivel de gobiernos estatales: el de la Capital del País.
Colaborador de Claudia Sheinbaum y Martí Batres desde 1029 como secretario de Seguridad Ciudadana, el hijo de quien fuera director de Policía y Tránsito, Javier García Paniagua de 1988 a 1991, sorpresivamente por la tarde del mismo sábado, se descartó y se sumó al equipo de la coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación.
La explicación no explica. En un video señaló:
“Como lo he expresado en diversas ocasiones, ser jefe de la policía de la Ciudad de México no permite agendas paralelas, por esta razón he tomado la decisión de separarme del cargo de secretario de Seguridad Ciudadana para colaborar con la doctora Claudia Sheinbaum, quien con su visión y logrará dar continuidad a la transformación del país”.
Se entiende que suponga el triunfo de quien fue su jefa directa durante 4 años y al partir le ordenó a su sucesor, Martí Batres, que quien encabezaría el gabinete de seguridad sería García Harfuch.
Sin embargo, no queda claro que primera dijera que sí quería la candidatura y después diera el paso para atrás. Las encuestas, todas las que se realizaron, lo colocaban a la cabeza de las preferencias ciudadanas. Solamente le competía Xóchitl Gálvez, que al ganar la nominación de Representante del Frente Amplio por México, le dejó el camino libre.
Con la decisión del exsecretario de Seguridad Ciudadana el camino se repavimenta para Ricardo Monreal, quien ya está más que apuntado y “preparado”, como lo ha dicho después de ser uno de los cinco derrotados por Sheinbaum.
¿Qué hizo cambiar de rumbo al exjefe policíaco?
Bien a bien no se conocen la o las razones. Podría interpretarse que aceptó la invitación para colaborar. O que tiene una relación cercana y de confianza con la virtual candidata presidencial de Morena. Sea cual fuere la razón, seguramente tiene peso político, no de amistad.
De concretarse la victoria de la alumna preferida del profesor que habita temporalmente Palacio Nacional, seguramente Omar García sería secretario de Seguridad Ciudadana federal. Un salto de tres vueltas para colgarse del trapecio.
Ya sin su presencia, la lucha por la nominación se centrará en principio entre Monreal y Clara Brugada. Los otros morenistas, petistas y tucanes, no parecen tener la fuerza para obtener la candidatura y mantener la Ciudad de México bajo el gobierno de las izquierdas –aunque ya no lo sean- que, desde 1997 está en sus manos.
Primero Cuauhtémoc Cárdenas, después Rosario Robles, le siguió Andrés Manuel López quien entregó el poder a Alejandro Encinas y se lo dio a Marcelo Ebrard y éste a Miguel Ángel Mancera para cederlo a José Ramón Amieva hasta llegar a Sheinbaum y Batres.
De los 5 jefes de gobierno electos, solamente uno ha cumplido con el mandato de los seis años.
Robles, Encinas, Amieva y Batres, han entrado de relevos por las licencias solicitadas por los titulares para buscar la candidatura presidencial.
Y ninguno de ellos ganó la elección. No al separarse del cargo, sí cuando ya habían pasado 12 años, que es el caso del actual inquilino de Palacio Nacional.
¿Mantendrá la izquierda el bastión en 2024?
La oposición arrebató alcaldías en 2021 y gobierna 9 de las 15 que conforman el gobierno municipal de la Ciudad de México.
Quizá cambie de color el o la próxima gobernante de la capital del país. Y entonces a Monreal le repetirán la dosis de 2017.
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