Elecciones de Estado, Antidemocráticas y Totalitarias

 

ALFREDO MEJÍA MONTOYA

 

Independientemente de que los procedimientos, procesos o protocolos reglados por la ley, para elecciones de sucesión presidencial dónde, los mismos han sido violentados mayormente por el partido oficialista y en menor proporción por los opositores, pero al fin violaciones. 

 

El domingo 2 de junio de 2024, son las próximas elecciones para elegir nuevo presidente en México; se estima que más de 95 millones de mexicanos serán potenciales votantes y podrán acudir a las urnas a elegir al que será el presidente número 66 y al sucesor de Andrés Manuel López Obrador. Al corte del INE del pasado 6 de mayo, el listado nominal se integraba con 95 millones 637,183 de ciudadanos.

 

En dicha fecha, los mexicanos elegirán nuevo presidente, en los mismos comicios también se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, en tanto que se renovarán nueve gubernaturas, así como 30 congresos locales. Comenzando con violaciones directas al resultado de las elecciones, a escasos diez meses, los mexicanos estarán en posibilidades de elegir al sucesor de Andrés Manuel López Obrador, el primer mandatario federal emanado de una fuerza política de izquierda, por lo que la decisión de continuar con el partido oficialista será de los mexicanos exclusivamente, ya veremos los resultados y las necesidades de la población. 

 

Cierto, el día de la más trascendental decisión del pueblo, cada vez se acerca más, elegirán si desean la continuidad de la destrucción de las instituciones, y las violaciones al estado de derecho. 

 

O en su caso, eligen por la reconstrucción del país en materia administrativa; económica; de salud y de su infraestructura; de seguridad; educación; de energía; superar temas de corrupción, manejo irregular del presupuesto en efectivo para los programas sociales donde no hay padrones ni seguimiento que pueda definir quienes son los beneficiados; impunidad; crímenes dolosos; feminicidios; desaparecidos; extorsiones; nexos con la delincuencia organizada; masacres; huachicoleo; abasto de medicinas; entre otros.

 

La imperiosa necesidad de crear infraestructura para que los pobres de López Obrador tengan trabajo, salario y poco a poco vayan dejando el nivel de pobreza en que se encuentran, porque las dádivas no sirven para crecer ni para desarrollarse como parte integrante de una maquinaria productiva, eficiente y sobre todo sustentable. no como los elefantes blancos de López en el que la sustentabilidad puede tardar de 6 a 10 años y cesen los subsidios con los que están en operaciones y mantenimiento actualmente. NOTA los subsidios serán pagados por el universo de contribuyentes registrados y después por los que se vayan integrando al RFC, o sea, quizá los niños de ahora serán los que paguen los gastos de operación y mantenimiento de las infraestructuras insignia de esta administración.

 

Esta próximo el gran evento ciudadano que ha acaparado la atención de los políticos a ultranza, de los no políticos y por supuesto de los protagonistas más importantes en este evento, los ciudadanos. Las elecciones 2024, la contienda electoral más trascendental de la historia democrática del país, la más importante desde que Francisco I. Madero consideró que serían buenas para ver quien tiene más adeptos o mejores propuestas para engrandecer al país y a su pueblo. 

 

Podríamos comentar cómo se están llevando las (pseudo) campañas electorales en estos momentos, sin antes considerar el porqué de los procesos electorales, de los ideales democráticos y de las democracias formales o participativas o las democracias liberales y las democracias sociales, no nos referiremos a las democracias conservadoras para no molestar a alguno de los protagonistas de estas elecciones, claro al presidente Andrés Manuel López Obrador, que veremos que su intromisión en los procesos electorales ha resultado por demás anticonstitucional, ilegal y desmoralizante para una democracia venida a menos en nuestro país, precisamente por esas intervenciones desafortunadas que no abonan a la democracia misma en su prestigio ni en su historia, tal parece que estamos en pleno retroceso o serán estas elecciones 2024, ¿el inicio de las elecciones de Estado? con la voz del titular del ejecutivo por delante del partido oficial o ante el nacimiento de un nuevo régimen de derecha populista o de izquierda totalitaria.

 

Actualmente las democracias y el desarrollo de los procesos electorales reconocen una larga historia de ideologías que lentamente van proyectando condiciones restrictivas y constrictivas. 

 

Lo que es cierto, es que los procesos electorales no se han llevado a cabo sin conflictos, sin luchas internas y sin desavenencias partidistas. Por supuesto que se fueron eliminando diversos obstáculos para que la ciudadanía tuviera confianza en las votaciones, sus consecuencias y sus resultados, sobre todo. En el caso tratar de evitar el fraude que se está fraguando desde el seno del partido oficialista. 

 

México no es la excepción, sin embargo, la presencia del aparato estatal como árbitro o como líder de barrio en el proceso electoral, hizo que las elecciones no puedan considerarse como fidedignas o creíbles, simplemente porque ningún partido en el poder le dará el triunfo a la oposición, si puede no hacerlo. 

 

Basta con recordar los setenta y tantos años de hegemonía de un solo partido en el poder, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el que el mismo Presidente de la República designaba a su sucesor de entre cinco o seis posibles candidatos, al que le llamaban el tapado, era precisamente, para que quedara de sucesor uno que él mismo había designado, y aun así, se implementaban las elecciones, era la burla más grande en la democracia moderna, por ello, le denominaron la dictadura perfecta, con el órgano electoral en manos del gobierno, nunca iba a perder el candidato del partido oficialista.

 

El evento de selección por parte de los ciudadanos, tienen la oportunidad de que esto no se repita y tengamos de nuevo elecciones de estado, no se lo merece el Pueblo ni el país.

 

Debemos considerar, que en los procesos electorales como el que se aproxima en 2024, se dirimen una serie de cuestiones más que importantes, trascendentes, como el de la sociedad civil organizada, por inclusión, representación, organización política y gobernabilidad. En esencia, las características del régimen político y sus formas concretas. Y dichos procesos, son una peculiaridad básica de las democracias modernas, entonces salgamos a llenar las papeletas en beneficio de México. 

a2m8m@yahoo.com.mx   freedomm

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