Yo Campesino
• “Política a base de intrigas, tratar o mantener el poder mediante licencias, falsas promesas y regalos”
Miguel A. Rocha Valencia
A como dé lugar el ganso intentará que la refinería de Dos Bocas con toda su opacidad funcione para justificar los 18 mil millones de dólares que hasta hoy cuesta, que el AIFA al menos tenga ingresos por carga y no siga con el subsidio de 830 millones de pesos que se le inyectan para pagar nómina y mantenimiento y que el Tren Maya, justifique gasto y ecocidio con futuros ingresos que serán para los militares.
No hay de otra más que sumar a los cinco millones de mexicanos que salieron de la pobreza extrema para dar un toque positivo a su quinto informe, pero sin mencionar que en contra parte 30 millones de compatriotas no tienen acceso a servicios de salud y de quienes, si lo hacen, carecen de medicamentos “gracias a los ahorros” en el sector que costaron más de 230 mil muertos adicionales por ausencia de atención y fármacos.
Tampoco podrá sumar la pacificación del país pues con los 100 de ayer, el país está convertido en un cementerio donde impera la violencia descarada y apapachada por el propio mesías tropical. Ya son cerca de 165 asesinatos y el recuento de desapariciones en este sexenio alcanza los 57 mil en tanto que la delincuencia se enseñorea impunemente en varias entidades del país, señaladamente en la costa del Pacífico y en los “corredores” que de Sinaloa van al norte por la vía de Sonora, Durango, Chihuahua y Tamaulipas.
Tan es así que ya se cocina un juicio por crímenes de lesa humanidad.
De la corrupción menos pues hasta en las instancias oficiales como la Auditoría Superior de la Federación y la secretaría de la Función Pública hay denuncias contra funcionarios del actual gobierno por opacidad, entrega de contratos sin licitación, incluso a empresas inexistentes o vetadas por el mismo caudillo, como ocurrió en IMSS y le costó la gubernatura de Chiapas a su actual director, Zoé Robledo, humillado y obligado a declinar en favor de la prima del todopoderoso.
En ese hato de corrupción entra todo, desde los programas sociales denunciados por los propios morenistas y panistas hasta sobre costos, cobros de más, asignaciones directas, sobres rellenos de efectivo, transferencias directas para el ganso, reconocidas cínicamente por él mismo, enriquecimiento de colaboradores y familiares incluyendo hijos, hermanos, nueras, primos, compadres y allegados.
Tampoco podrá presumir el respeto al estado de derecho, máxime si por todos lados torpedea a jueces y magistrados exhibiéndolos como hampones con nombre y apellido mientras defiende y ni menciona a los capos criminales que asesinan, esclavizan y aterrorizan a la sociedad. Con ello, quien debía ser custodio de la Constitución rompe el estado de derecho, porque a él, no le pueden ir con que la Ley es la Ley. La única norma que vale, es la suya a la hora que él diga.
En economía, no hay remedio, se peleó con todos, especialmente el sector privado, los chantajeó, amenazó y encarceló y ahora ya cercano el fin, los empresarios empiezan a sacar su dinero en firme a sabiendas de que ya son pocos los cambios que se pueden hacer para perjudicarlos. Aun así, con todo y que de acuerdo con la encuesta de Banxico se pueda alcanzar hasta 2.9 por ciento de crecimiento este año, el saldo sexenal será prácticamente de cero o un máximo del uno por ciento, ni siquiera el tan criticado dos por ciento de otros sexenios.
Infantil sería que presumirá una apertura que nunca existió no sólo con los empresarios sino con los medios, la sociedad o el respeto a las instituciones autónomas. A las mujeres les quitó las escuelas de tiempo completo, las estancias infantiles y hasta los refugios a las agredidas. A ellas como a las buscadoras de desaparecidos, les cerró las puertas de Palacio Nacional.
A las víctimas del crimen ni los oye ni los recibe porque según él podrían manchar una investidura presidencial que está igual que el plumaje del ganso, enlodado por el fango de la complicidad abierta con la delincuencia. También les dio portazo.
Igual sucedió con todo aquél que no coincidió con sus tonterías, con sus “grandes ideas” que, para unos como la Iglesia Católica, le significó que le dijeran presidente de chiste. O como sucede en el extranjero donde lo ligan como protector de cárteles delincuenciales e incluso socio en algunas de las empresas criminales.
A todo quien legítimamente lo buscó o pidió ayuda y rechazó lo acusó de hacer “politiquería”, cuando es en el púlpito de Palacio Nacional donde uno que se soñó caudillo la hace todos los días pues sostiene su popularidad en base a una “política a base de intrigas, tratar o mantener el poder mediante licencias, falsas promesas y regalos”. Así lo apunta el diccionario. Total, pan y circo dirían los de antes. Eso es la 4T.