Ante la clara crisis que vive el proceso de Morena para elegir al coordinador nacional del Comité de Defensa de la 4T y que ha enfrentado abiertamente a los cuatro principales aspirantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta mañana que no hay posibilidad de ruptura en Morena..
“No hay ninguna posibilidad, ninguna posibilidad, completamente unidad” y añadió: “Están en su derecho (de inconformarse), nada más que yo apoyo a quienes están llevando a cabo el proceso y les tengo confianza, tanto a los que aspiran a ser coordinadores como a los dirigentes y a los que forman las comisiones de encuesta y candidatura”, dijo
López Obrador respondió a la polémica que se desató la noche del jueves, cuando tres de los seis aspirantes de Morena cuestionaron la hermética selección de cuatro empresas que definirán, el 6 de septiembre, al candidato presidencial.
“No veo en ningún caso que haya manipulación, lo que existe es inquietud, son dudas, nerviosismo, todo esto que es propio de las vísperas de una decisión tan importante que va a tomar la gente, no el presidente”, subrayó el jefe del ejecutivo federal.
Los equipos de Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal no pudieron acordar con la dirigencia morenista cuales deben ser las empresas que van a realizar la encuesta interna. Incluso, el excanciller se negó a firmar el acuerdo.
La controversia ha crecido desde que, el miércoles, el excanciller Ebrard acusó a funcionarios de Morena, del Gobierno de Ciudad de México y del Gobierno federal de usar recursos públicos y “acarrear” gente para favorecer a Claudia Sheinbaum, actual favorita en las encuestas.
El método de selección también ha despertado cuestionamientos de Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación de López Obrador, y de Ricardo Monreal, exlíder de Morena en el Senado.
Morena realizará del 28 de agosto al 3 de septiembre las encuestas para definir su candidatura para las elecciones de junio de 2024, cuando será la primera vez en la historia del partido en la que López Obrador no será candidato presidencial.
Pese a la polémica y los roces entre Ebrard y Sheinbaum, los favoritos, el mandatario afirmó que “no hay ninguna posibilidad” de fractura.