Sembrando la Semilla del Fracaso  en los Libros de Texto Gratuitos

A la Vuelta de la Esquina

 

*Las Pretensiones Comunistas Emanadas de Palacio Nacional

*La Caída del Muro de Berlín y el Borrón y Cuenta Nueva en México

*La Verdadera Izquierda de Ayer, Alejada de la que Pretende el Cetro hoy 

 

IVÁN RUIZ FLORES

Y 32 años después, en México pretenden sembrar la semilla que llevó al fracaso a un bloque… el comunista. Desde la Presidencia de la República se busca inculcar en los niños las teorías de una doctrina fracasada para que, a futuro, nuestro país sea un estado tipo la Unión Soviética. 

¿Cómo?

Vía los doctrinarios y malhechos Libros de Texto Gratuitos, contra las cuales las rebeliones ya iniciaron en México. 

Y… continuarán.

Por ello, hoy vale recordar aquel inolvidable día de Navidad, el 25 de diciembre de 1991, cuando dejó de existir la Unión Soviética, grupo de naciones donde el terror y la violencia de Estado institucionalizados (han considerado en los estudios respectivos) fueron requisitos necesarios para la subsistencia del régimen socialista-comunista, pero también la causa de su final. 

Pero el principio del final sería la caída del Muro de Berlín en 1989, ocurrido tras la “perestroika” o reestructuración, llevada a cabo en 1985 por el presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorvachov, lo cual se tradujo en que grupos nacionalistas y pro demócratas surgieran y realizaran manifestaciones en diversos países del bloque soviético, mientras los alemanes demandaban democracia.

La apertura inició, pues, con el denominado “picnic de la democracia” (por cierto ocurrido en agosto de hace 34 años), es decir la apertura de la frontera de Hungría con Austria aprovechada por los alemanes del Este, divididos durante décadas por obra y gracia de los soviéticos.

Tras la manifestación más populosa de la historia, ocurrida el 4 de noviembre en Berlín, con más de medio millón de personas, cinco días después cayó el Muro.

Tácitamente lo derrumbaron tras anunciar las autoridades del Partido Socialista Unificado de Alemania del Este, que en cinco días más podrían cruzar la frontera y viajar a Alemania Occidental, algo prohibido por décadas.

Sí, porque después de la II Guerra Mundial, la perdedora Alemania y su capital, Berlín, quedaron divididas en cuatro zonas controladas cada una por una de las potencias ganadoras de la contienda: la URSS, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. La gran ciudad de Berlín quedó dentro del territorio soviético, dividida en este y oeste, lo que sentó las bases de la Guerra Fría. 

El muro se establecería como símbolo de las prohibiciones soviéticas, así que entre 1961 y 1988 más de cien mil ciudadanos de la República Democrática Alemana intentaron saltarlo para escapar al sector occidental. En ese intento, fallecieron alrededor de unas ciento cuarenta personas que intentaron huir. Los mataron los disparos de la policía.

Posteriormente, el 12 de septiembre de 1990, se firmó en Moscú el “Tratado Dos más Cuatro”, llamado así por los grupos de países firmantes y el 1º de octubre de 1990, las cuatro potencias vencedoras de la guerra, en una declaración conjunta en Nueva York, renunciaron a sus derechos en relación con Alemania, devolviéndole su plena soberanía.

Al año siguiente, aquel inolvidable día de Navidad, el 25 de diciembre de 1991, dejó de existir la Unión Soviética (Mijail Gorvachov ya era presidente del Partido Comunista de la Unión Soviética), donde el terror y la violencia de Estado institucionalizados (han considerado en los estudios respectivos), fueron requisitos necesarios para la subsistencia del régimen socialista, pero también la causa de su final.

En México gobernaba Carlos Salinas de Gortari, quien tenía una buena relación con Mihail Gorvachov e inclusive había viajado a la Unión Soviética -lo mismo que los presidentes Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo-por lo que la posición de México fue de apoyo a la acordada disolución. 

En 1992 Estados Unidos advirtió: “el primer objetivo evitar el resurgimiento de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro lugar”, posición que sigue vigente y como ejemplo está el caso de Ucrania.

ABSURDAS PRETENSIONES

EN MEXICO 25 AÑOS DESPUÉS

Hoy, 25 años después el presidente de la República pretende sentar las bases para un futuro estado socialista en México, tipo la Unión Soviética, y con una doctrina comunista, donde el terror y la violencia institucionalizados, (han considerado en los estudios al respecto), fueron requisitos necesarios para la subsistencia de aquel régimen, pero también la causa de su final.

¿Pretenderá que corra la sangre de los mexicanos?

En aquel entonces en México, como en otros lugares de América Latina, había partidos comunistas y socialistas, por lo cual, al derrumbarse el Muro y posteriormente con la firma de los acuerdos y tratados, entraron en crisis, no obstante que desde 1981 el Partido Comunista Mexicano, por ejemplo, al aglutinarse toda la izquierda en México, conformó el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).

Años después, en 2020, el destacado comunista Enrique Semo, en su trabajo “Cien años del Partido Comunista Mexicano”, publicado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México escribió:

“Durante gran parte de su existencia, el PCM fue un partido de cuadros, un partido semilegal o ilegal, reducido en su número. A veces incluso llegó a ser un partido de entre 1000 o 1 200 miembros. A mi parecer, la razón fundamental era la constante represión violenta, que aumentaba considerablemente en los periodos de ascenso de los movimientos populares”.

Además: “En los últimos años de la dirección de Arnoldo Martínez Verdugo, la situación cambió radicalmente. Después de la legalización definitiva, el 7 agosto de 1979, las solicitudes de ingreso se multiplicaron. Y en el XIX Congreso Nacional se reportó que en cuatro meses de campaña de afiliación se habían logrado 100 000 solicitudes nuevas. Las primeras elecciones en las que el PCM concurrió con registro, obtuvo 5.8 por ciento de la votación, 703 000 votos…”

Y también: “El 4 de noviembre de 1981, Valentín Campa firmaba el acta notarial que registraba la desaparición formal del PCM, para unirse con otras organizaciones en un nuevo partido. Si consideramos el Partido Socialista Unificado de México y el Partido Mexicano Socialista (PMS) como continuadores directos, que seguían enarbolando la orientación socialista, junto con otras organizaciones y movimientos, podemos decir que durante 70 años el socialismo mantuvo su presencia con altas y bajas en el centro de la vida política del país…” 

Asimismo: “…el 9 de noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín y casi al mismo tiempo se produjo el derrumbe del socialismo realmente existente o el modo de producción soviético en toda Europa. Eso parecía invalidar todo posible futuro comunista. Una virulenta propaganda identificó y sigue manchando los ensayos socialistas de todas las grandes revoluciones del siglo XX…”

Y más para lucimiento que, por convicción, hoy el pésimo gobernante que tiene todos los defectos de los comunistas, los socialistas, los priistas, los panistas, perredistas y demás, pretende utilizar a los niños para imponer en México un estilo de gobierno que no funcionó en los sitios donde se ha aplicado. 

 

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