Debido a que la contraofensiva ucraniana no tuvo éxito, las autoridades del país, al verse en una situación tan desesperada, piden ahora a Berlín que les suministre misiles de crucero Taurus, escribió el diario alemán ‘Die Welt’.
«Occidente creía que podría poner de rodillas a Rusia con la ayuda de sanciones, pero ella sigue en pie e inquebrantable. Occidente contaba con aislar al Gobierno ruso del resto del mundo, pero este sigue teniendo tantos contactos en todo el orbe que realmente no se puede hablar de aislamiento, incomunicación y cuarentena», subrayó el medio.
Lo mismo sucedió con las esperanzas occidentales de éxito de la contraofensiva ucraniana de la primavera boreal, que, según Die Welt, se convirtió en una de verano, y ahora incluso de otoño. En este contexto, se apuntó que los ucranianos «no avanzan» y, al encontrarse en una situación desesperada, Kiev pide ahora misiles Taurus a Berlín.
Sin embargo, no hay que ser un teórico militar excepcional para darse cuenta de que estas peticiones no son más que una «expresión de impotencia», considera el autor del artículo. Mientras tanto, Rusia —a diferencia de Ucrania— puede recurrir a múltiples reservas de armamento, resumió la publicación.
La semana pasada, el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, declaró que el suministro de los Taurus «no es su máxima prioridad en este momento».
El debate sobre la entrega de los proyectiles provocó comparaciones en Alemania con la larga discusión sobre el envío de carros de combate Leopard 2 de fabricación alemana a Ucrania, que alcanzó su punto álgido en enero de este año tras meses de deliberaciones que provocaron la frustración de los aliados internacionales de Berlín, el segundo mayor proveedor de material militar a Ucrania en cifras absolutas.
Finalmente, el canciller alemán, Olaf Scholz, llegó a un acuerdo con el presidente estadounidense, Joe Biden, para suministrar los Leopard 2 a Kiev —y permitir que otros países europeos hicieran lo mismo—, mientras que Washington se comprometía a enviar sus propios tanques Abrams.
Moscú destacó que EEUU y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armas a las tropas ucranianas, que desde mediados de febrero de 2022 intensificaron sus ataques contra los civiles de las repúblicas de Donbás.
La Cancillería rusa declaró que los países de la OTAN «están jugando con fuego». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Occidente, al suministrar armas a Ucrania, no contribuye al sostenimiento de las negociaciones ruso-ucranianas y que esa acción tendrá un efecto negativo.