NIDIA MARIN
¡Más claro… imposible! El crimen organizado ya está actuando en el proceso electoral mexicano que culminará en 2024.
Mientras tanto, nuestro país incrementa sus dotes de Estado Fallido, con Guerrero como ejemplo por excelencia, aunque son varias entidades que le disputan el cetro del actual sexenio, obtenido a punta de asesinatos, pésimo gobierno, ausencia de la ley y demás.
Ninguna novedad que así como Guerrero ocurra en casi todo México, ya que las características de los estados fallidos son, entre otros: pérdida del monopolio en el uso legítimo de la fuerza, gobiernos ineficaces, sin control del territorio, altos niveles de corrupción, refugiados y desplazados, desorden generalizado, ausencia del estado de derecho.
¿Qué delito piensa usted que no se comete en esa entidad? El que mencione se perpetra en Guerrero en total impunidad o lo que son aledaños: arbitrariedad, injusticia e irresponsabilidad. Desgraciadamente son sucesos que causan escalofrío y que vienen de atrás. Se estrenaron en algunos rubros cuando gobernaba Acapulco el padre de la actual mandataria de la entidad.
Las novedades no fueron entonces solamente las vinculaciones con el crimen organizado, sino la falta de aplicación de la ley ante la rampante impunidad y el bárbaro deterioro existente en pueblos y comunidades. Hay escuela pues.
¿Cómo olvidar que en junio de 2006 fueron encontradas cabezas de hombres decapitados?
Primero, una colocada en la jardinera de la entrada principal del Ayuntamiento de Acapulco, encabezado por el presidente municipal Félix Salgado Macedonio y después, dos más sobre un muro de la Secretaría de Finanzas con la leyenda: “Una vez más mugrosos para que aprendan a respetar”.
Hechos similares volvieron a suceder el año pasado. Sí, 16 años después, a finales de marzo de 2022, ya como gobernadora Evelyn Salgado Pineda (hija de aquel alcalde). Seis cabezas de hombres fueron encontradas en una de las calles principales de Chilapa, Guerrero, sobre el toldo de un automóvil.
Y la sangre sigue corriendo sobre los pueblos y las ciudades, así como en la montaña y en las diversas zonas de la costa. Por ejemplo, el pasado mes de julio sumaron 86 homicidios, pero en el actual agosto entrante, el día primero asesinaron en Acapulco a cinco hombres.
También, integrantes del crimen organizado realizaron narco bloqueos y quemaron varias unidades motorizadas en ese puerto.
Además, en Iguala, se registró un atentado contra Zulma Carvajal Salgado (prima de la gobernadora) que resultó herida, y el asesinato de su esposo David Gama Pérez, cuando violentaban las normas electorales al colocar propaganda política a favor de Claudia Sheinbaum. La propia Zulma acusó al alcalde de ese municipio David Gama Pérez de ser el responsable de estos hechos.
Días antes, habrían asesinado al benefactor de Marcelo Ebrard, el empresario José Guadalupe Fuentes Brito, tío del hombre que es pareja de la gobernadora Salgado Pineda.
Extrañas coincidencias.
Pero no fue todo porque, además, este pasado fin de semana se registró una balacera en un campo deportivo de Tecpan de Galeana, cuando una mujer ingresó con un rifle y asesinó a tres personas, uno de los cuales era Abraham Segura Oregón, alias “el 90”, jefe de plaza de “Los Granados de Tecpan”. A ella también la mataron.
Como se observa, en el fondo de los crímenes y la violencia en aquella entidad, también está la lucha política, ya que los integrantes del crimen organizado, en cada proceso electoral financian las campañas de los candidatos a presidentes municipales, legisladores y gobernadores, es decir los criminales invierten en lograr impunidad de todas sus fechorías para, posteriormente, cobrar los dividendos. Cuando no los hay simplemente matan.
Está registrado el aumento de los delitos en Guerrero en más de 15% en los dos últimos años, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Las extraoficiales mencionan muchos más.
Dicen por allá que los 14 mil 620 delitos denunciados entre enero y junio de este año revelan un crecimiento de 15.32% por ciento respecto al primer semestre de 2021.
En cuanto a los asesinatos, sumaron 679 en los primeros seis meses de 2023. Hoy se dispararon.
Guerrero pues, es el símbolo nefasto de lo que está pasando en el país durante el año anterior al proceso electoral para elegir a quien mandatará la nación hasta 2030, proceso en el cual ya está interviniendo el crimen organizado.
Lamentablemente Guerrero no está solo, las otras entidades que atraviesan por el mismo viacrucis son: Chiapas, Michoacán, Aguascalientes, Campeche, Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Morelos, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Veracruz, Sonora, Quintana Roo, Ciudad de México y Baja California.
¿Y el gobierno mexicano?
Con numerosa palabrería y nada de obra que funcione.