China enfrenta las consecuencias de una de las peores inundaciones jamás registradas en el país, que hasta ahora contabiliza 33 fallecidos en la región de Beijing, la capital, mientras en el sur una tormenta repentina causó severas inundaciones con un saldo preliminar de siete decesos.
Del total de fallecidos en la capital, cinco perecieron al realizar operaciones de rescate o alivio de desastres.
Otras 18 personas siguen desaparecidas, incluyendo un rescatista, indicó en conferencia de prensa Xia Linmao, vicealcalde de la ciudad.
Los fallecimientos a causa de las lluvias en Beijing estuvieron relacionados principalmente con inundaciones y derrumbes de viviendas.
Del 29 de julio al 2 de agosto, la capital china fue azotada por lluvias torrenciales provocadas por el tifón Doksuri.
Las lluvias y las inundaciones también han causado graves daños, y las autoridades liberaron millones de dólares para mitigar el sufrimiento.
En la actualidad, la inundación en la provincia de Hebei, en el norte de China, está retrocediendo gradualmente y las áreas afectadas están acelerando las reparaciones y la restauración.
En la aldea Xiazhuang de la ciudad de Baoding, más de 800 aldeanos y comerciantes han regresado a sus hogares luego de la restauración de las instalaciones de transporte, energía y telecomunicaciones.
Beijing también intensificó el trabajo de recuperación y reconstrucción. Centrándose en los tres distritos suburbanos de Fangshan, Mentougou y Changping, la capital china lanzó seis acciones especiales centradas en el dragado comunitario, la mejora ambiental y la seguridad del agua potable. Telesur