La imputación a Trump muestra que «elecciones libres y justas en 2024 son oficialmente imposibles»

Los nuevos cargos contra el exmandatario de EEUU Donald Trump ofrecen pruebas concluyentes de que no se puede hablar de unas elecciones libres y justas en 2024, opina Tom Fitton, presidente del grupo conservador de vigilancia legal y electoral Judicial Watch.
Trump fue acusado por tercera vez el 1 de agosto, esta vez por cargos vinculados con supuestos esfuerzos ilegales para anular los resultados de las elecciones de 2020. Trump negó cualquier delito, mientras que su campaña comparó las «persecuciones» políticas contra él y sus partidarios con la «Alemania nazi de los años 30».
«Esta acusación es una amenaza desnuda y un acto de intimidación del Partido Demócrata contra todos y cada uno de sus oponentes políticos. El mensaje del régimen de Biden es: ‘Te meteremos en la cárcel si impugnas los comicios’. Unas elecciones libres y justas en 2024 son oficialmente imposibles», escribió Fitton en un comunicado tras la denuncia.

«La Administración Biden dejó atrás el Estado de derecho y la Constitución de EEUU con su última imputación contra el presidente Trump por atreverse a disputar las elecciones presidenciales de 2020, como es su derecho dado por Dios como presidente, ciudadano y candidato bajo la ley estatal, federal y constitucional», añadió Fitton.

El responsable de la organización sin ánimo de lucro acusó al presidente Biden y al jefe del Departamento de Justicia, Merrick Garland, de «intentar encarcelar» a Trump y convertirlo «en un prisionero político» para distraer a la opinión pública de las «pruebas concluyentes» de la «corrupción personal» del presidente Biden relacionada con su presunta trama de tráfico de influencias políticas mediante el pago de comisiones y la de su hijo.

Fitton instó al Congreso a «hacer todo lo que permita la ley para deshacer este intento de destrozar nuestra forma republicana de Gobierno», y pidió a los tribunales que «finalmente den un paso al frente y pongan fin a este abuso fiscal sin precedentes».

Donald Trump es el primer presidente de la historia de EEUU que se enfrenta a una acusación de delito grave, y ahora tiene tres denuncias pendientes contra él, incluyendo 34 cargos de falsificación de registros de negocios relacionados con un presunto pago a una exestrella de cine para adultos, y 31 cargos relacionados con «retención deliberada de información de defensa nacional en virtud de la Ley de Espionaje» por su almacenamiento de documentos clasificados en su finca de Florida.
La última imputación incluye cuatro cargos por presuntos intentos de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, entre ellos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos.
Si es declarado culpable de todos los cargos, el exlíder de Estados Unidos podría ser condenado a hasta 641 años de cárcel [es decir, más de 25 cadenas perpetuas consecutivas].
Trump ha calificado todos los actos acusatorios contra él de «caza de brujas», y sus abogados califican los intentos de procesarle de «espectáculo de payasos» politizado. Sus partidarios creen que las acusaciones son un intento descarado de presionarle e intimidarle para que no se presente a los comicios por tercera vez en 2024, tras el colapso del Russiagate (la afirmación de que Trump era un agente secreto del Kremlin) y los impeachments gemelos (el primero relacionado con un intento de que Kiev reabriera una investigación sobre los negocios del hijo de Biden, Hunter Biden, en Ucrania, el segundo con los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio). Sputnik
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