Fitton instó al Congreso a «hacer todo lo que permita la ley para deshacer este intento de destrozar nuestra forma republicana de Gobierno», y pidió a los tribunales que «finalmente den un paso al frente y pongan fin a este abuso fiscal sin precedentes».
Donald Trump es el primer presidente de la historia de EEUU que se enfrenta a una acusación de delito grave, y ahora tiene tres denuncias pendientes contra él, incluyendo 34 cargos de falsificación de registros de negocios relacionados con un presunto pago a una exestrella de cine para adultos, y 31 cargos relacionados con «retención deliberada de información de defensa nacional en virtud de la Ley de Espionaje» por su almacenamiento de documentos clasificados en su finca de Florida.
La última imputación incluye cuatro cargos por presuntos intentos de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, entre ellos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos.
Si es declarado culpable de todos los cargos, el exlíder de Estados Unidos podría ser condenado a hasta 641 años de cárcel [es decir, más de 25 cadenas perpetuas consecutivas].
Trump ha calificado todos los actos acusatorios contra él de «caza de brujas», y sus abogados califican los intentos de procesarle de «espectáculo de payasos» politizado. Sus partidarios creen que las acusaciones son un intento descarado de presionarle e intimidarle para que no se presente a los comicios por tercera vez en 2024, tras el colapso del Russiagate (la afirmación de que Trump era un agente secreto del Kremlin) y los impeachments gemelos (el primero relacionado con un intento de que Kiev reabriera una investigación sobre los negocios del hijo de Biden, Hunter Biden, en Ucrania, el segundo con los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio). Sputnik