ALBERTO F. MENA MALLEN
Al jefe de las corcholatas, ya no le embona nada, anda pleito y pleito con quien se le pone enfrente y se ha olvidado de que fue electo como presidente de México, por lo que no se ocupa de todos los asuntos que se le presenten, y prefiere echarle bronca, ahora a la senadora Xóchitl Gálvez, su último saco de box, quien lo sacó de la agenda que lleva todos los días desde que implementó los shows de las mañaneras donde afirma con frecuencia, que “vamos bien, requetebién”, sitio que usa como ring para denostar, atacar, agredir verbalmente a quienes no comulgan con sus propósitos.
Pero por las noticias de los periodistas neoliberales que ven la realidad con otros datos, nos muestra que el país va rumbo al precipicio ante tanta violencia en muchas regiones del país, ya no solo en zonas específicas, sino en tantas que ya tiene hartos a muchos mexicanos y sectores, como la iglesia católica, la cual emitió algunos datos referentes a los delincuentes que azotan a miles de ciudadanos, en voz del obispo Ramón Castro (XII obispo de la Diócesis de Cuernavaca y secretario general de la Conferencia del episcopado mexicano).
Dijo: “México tiene dos carteles nacionales, ocho grandes carteles, 500 bandas criminales o mafias, algunos de los cuales mantienen controlada una buena parte de nuestro territorio, por decir algunos, Michoacán, todos los distribuidores de productos y yo soy testigo, en cierta ciudad de este estado, al salir por una carretera de una ciudad, deben ir a pagar la cuota correspondiente ya designada que tienen las unidades, sino quieren ser atacados.
“Ahí mismo, la producción de limón y aguacate, la determina la mafia, el crimen organizado y les dicen a los campesinos, a qué hora y qué día deben ir a trabajar, para mantener alto el precio y ganar más dinero. Se crean nuevos modelos de delincuencia organizada, con armas más sofisticadas, con asaltos carreteros y nuestra autopista y carretera a la ciudad de México es testigo y todo esto también causa el desplazamiento de poblaciones.
“Se pone en evidencia que en el estado mexicano hay carencias operativas, funcionales y de eficiencia necesarias para desalentar o inhibir la constante extorsión de las poderosas organizaciones del crimen organizado, las cuales ya están preparándose para influir en algunos partidos en las elecciones del 2024 y ya desde ahora están obligando a algunas poblaciones si quieren vivir en paz para que voten por los partidos con los que están haciendo acuerdos”.
Y estas palabras, ni las oye ni las ve el tabasqueño. Sólo tiene la vista, oídos y palabras para sus corcholatas que ni pichan, ni cachan, ni saben batear, ante un suceso como el de la hidalguense que quiere ser presidenta de México, y a la que hay que cuidar no sea que haya otro “colosiazo”, misma a la que ya mencionan muchos articulistas, en sus escritos.
Igualmente habrá que salir a las calles a defenderla, ante los ataques “legales” que sufre desde el Estado para sacarla de la contienda, para que se vea desde Palacio Nacional que hay ciudadanía que defenderá la democracia y a su posible candidata de oposición, a toda costa.
Mientras, el tema de la salud, al que no voltea a ver YSQ, sigue peor, ante la reducción de presupuestos al área, lo que se ve en muchos casos donde los pacientes, por ejemplo, mueren prensados por un elevador que no tenía mantenimiento u otros tienen que ser trasladados en carritos del super, en el seguro social, o tantos que tienen que esperar hasta cinco meses para que se les haga un estudio, por lo que prefieren acudir a la medicina privada para evitar morirse en el intento de esperar tanto tiempo. Con ello, Dinamarca está muy lejos de que sea una realidad en México y se podría afirmar que la 4T privatiza paso a paso la medicina pública en nuestro país.
Hay hechos que pasan casi inadvertidos, pero por las benditas redes sociales estos casos se conocen como el de una doctora cubana que realizó una deficiente cirugía en fractura de un brazo, en Calpulalpan, Tlaxcala, pero la paciente al tener múltiples molestias acudió en tres ocasiones para que la revisaran, pero nadie le hizo caso, por lo que tuvo que acudir a la medicina privada donde finalmente le arreglaron el problema con un costo de 85 mil pesos.
Un ejemplo más del otro México en el que vive el que se dice presidente, es el derrame de petróleo en el Golfo de México, donde ambientalistas, expertos y técnicos en la materia afirman que este abarca más de 400 kilómetros cuadrados, pero YSQ destaca que es muy pequeño el derrame que se vertió en dicho lugar.
Hay una postura de la 4T encabezada por el líder morenista de minimizar todo -lo que no le embona o todo lo que se le critica- con datos duros, incluso del propio gobierno y que preocupa ya que nunca hay rectificación y si, por el contrario, reafirma sus dichos y sus datos cada vez que puede o se le interroga o de plano se sale del tema para comentar otro que sea de su interés.
Sobre la corrupción, que el huésped de palacio dijo iba a acabar, ha aumentado considerablemente, mientras que la impunidad guarda el sueño de los justos, ya que durante este sexenio han sido muy pocos delincuentes que prometieron meter a la cárcel, que están en prisión y muchos los que hasta la fecha continúan disfrutando de los recursos mal habidos.
Se ha perdido la capacidad de asombro por tantas ilegalidades que se comenten en el actual gobierno, ya que la población conoce esta situación y ya no lo ve como algo anormal, lo que conlleva a señalar que estos hechos nos enviarán al precipicio, si es que no defendemos a México de tantas arbitrariedades que se están cometiendo, así como de muchos recursos públicos que se canalizan a obras sin un control, ya que se adjudican de manera directa sin tener la transparencia que en otros gobiernos se aplicó.
Si no nos ponemos las pilas, México podría caer al precipicio.
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