El julio más caluroso de la historia de la humanidad indica que ya estamos en la era del horno global. “Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas; familias que huyen de las llamas; trabajadores que se derrumban en un calor abrasador”, dijo el Secretario General de la ONU.
Las olas de calor en gran parte de América del Norte, Asia y Europa, así como los incendios forestales en Canadá o Grecia, tienen un gran impacto en la salud de las personas, medio ambiente y las economías.
En este contexto, Antonio Guterres subrayó que lo que ocurre en el mundo es “totalmente consistente con las repetidas predicciones y advertencias.
“La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”, puntualizó.
Las proyecciones para el futuro cercano no pintan un futuro diferente al actual. La OMM estimó que hay un 98 por ciento de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado.
Por si esto fuera poco, el organismo también advirtió que hay hasta un 66 por ciento de probabilidades de superar temporalmente la marca de 1.5 grados celsius por encima de los niveles preindustriales durante al menos un año de los próximos cinco.
“Para los científicos, es inequívoco: los humanos tienen la culpa. El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancias de los combustibles fósiles, al igual que la inacción climática, es inaceptable”, recalcó Guterres.
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