*Está Ubicado en el Municipio de Nativitas, en Tlaxcala
*Sí, Donde Según la Religión Este Gran Arcángel se Apareció
*Y es lo Narra el Sacristán del Santuario, Sergio Muñoz Juárez
*Fue en 1631 Cuando a Diego Lázaro, Indígena de 17 Años, se le Apareció
*Y le Relató Como en una Quebrada Entre Cerros Hallarían una Fuente
*Hoy en el Centro del Templo Está el Pozo que Bendijo el Arcángel
*Es el 29 de Septiembre Cuando Arriban Miles de Peregrinos
*Aunque la Falta de Lluvias en la Zona Produjo la Sequía en el Lugar
SUSANA VEGA LOPEZ,
Enviada
MUNICIPIO DE NATÍVITAS, Tlax.- Este poblado es famoso porque el Arcángel San Miguel se manifestó para decir a los habitantes que aquí hallarían un lugar, una fuente de agua milagrosa para aliviar todas las enfermedades. Y desde entonces muchos creyentes y turistas acuden para pedir este líquido que, aseguran, cura sus malestares: San Miguel de los Milagros.
Si bien son muchos los lugares donde se venera la imagen de dicho Arcángel, son pocos los sitios en donde se ha revelado, aparecido y, en México, sólo se ha manifestado aquí, en San Miguel de los Milagros, comenta a Misión Política Sergio Muñoz Juárez, sacristán del santuario.
Cuenta que corría el año 1631 cuando Diego Lázaro, un indígena de 17 años tuvo una visión: se le apareció el Arcángel San Miguel (nombre que, en hebreo, significa “Quién como Dios”) cuando iba en una procesión que festejaba a San Marcos. Era 25 de abril y estaba en San Bernabé Capula, un poblado de Santa María Natívitas cuando se tuvo esa visión. Además, le pidió que se levantara un templo en su honor.
“Has de saber, hijo mío, que yo soy San Miguel Arcángel; vengo a decirte que es voluntad de Dios y mía que digas a los de este pueblo y su contorno, que en esta quebrada que hacen dos cerros y es aquella que está frente a este lugar, hallarán una fuente de agua milagrosa para todas las enfermedades, la cual está debajo de una peña muy grande. No dudes de lo que te digo ni dejes de hacer lo que te mando”, se lee en un texto de la iglesia.
Al principio, Diego Lázaro no dio crédito a lo sucedido por lo que hizo caso omiso, pero al poco tiempo el joven vidente enfermó. El arcángel se le volvió a aparecer en la medianoche del 7 al 8 de mayo de 1631, lo sanó y se lo llevó a donde debía levantarse el santuario en su honor. Lázaro dijo cómo era físicamente San Miguel y con su descripción pudieron esculpir su imagen. Diego Lázaro está enterrado aquí, “allí donde está ese muchacho” afirma el sacristán y señala un lugar. “Aquí lo enterraron”.
La tercera aparición tuvo lugar el 13 de noviembre de ese mismo año. Fue el Obispo de Puebla, el Beato Juan de Palafox, quien ordenó construir el actual santuario de San Miguel de los Milagros.
Al entrar al patio de dicho templo se observan, por separado, un pozo y una cruz: el pozo es el que bendijo el Arcángel; la cruz se levantó en el patio porque “dicen que a él se lo querían llevar… algún sacerdote u obispo… Se lo querían llevar… Lo bajaron del altar, se lo llevaron hasta allá, hasta donde se encuentra ahora la cruz de piedra porque dicen que hasta allí llegó la imagen, ¡que se sentó, que ya no caminó pa’ delante! Se espantaron mucho, lo regresaron a su lugar y por eso hicieron esa cruz de piedra”.
SAN MIGUEL DE LOS
MILAGROS, EL MÁS VISITADO
Aseguró que este santuario es el más visitado en Tlaxcala. “Yo he estado en otras iglesias donde llega gente pero no como aquí. El 25 de abril se celebra la primera aparición del Arcángel San Miguel; el 8 de mayo se festeja la segunda aparición. Posteriormente viene la fiesta patronal el 29 de septiembre, fiesta que dura del 20 de septiembre al 20 de octubre y el 13 de noviembre se celebra la tercera aparición”.
Días previos y en víspera del 29 de septiembre, en la fiesta más grande, se observan multitudes de peregrinos caminar desde diversos poblados de Tlaxcala.
El sacristán Sergio Muñoz Juárez recordó que hay más fiesta “como la del jubileo y las de Semana Santa, pero la más grande es en septiembre. Todo el tiempo está lleno; todos los rincones están ocupados”.
VIENEN PARA LLEVAR
AGUA MILAGROSA
“Se regala el agua bendita del pozo, pero, a raíz de que no ha llovido, el pozo ha dejado de dar. Yo preparo los recipientes del agua y el padre le da la bendición. Es la que lleva la gente. Todo el tiempo se está dando. Abrimos de 7 de la mañana a 7 de la noche, todos los días”, señaló el sacristán.
Explicó que de lunes a viernes hay una misa a las siete y media de la mañana. “Ésa es segura; a veces hay más porque son misas que piden los feligreses; el sábado se ofrece una misa más a las doce del día. Son celebraciones comunitarias donde se pueden anunciar a personas difuntas, cumpleaños, bautizos y casamientos. El domingo a partir de las ocho de la mañana y hasta las cinco de la tarde hay misas cada hora, menos de tres a cuatro porque es hora de los alimentos”. Y, hablando de comida, en el séptimo día lo que más piden y se vende en los puestos del mercadito son verdolagas en chile verde.
Don Sergio habla en plural: “Somos gente de confianza, trabajamos directamente con el sacerdote”. Relata que estuvo en la Diócesis como mandadero “y de ahí nos venimos para acá y me quedé como sacristán”.
-¿Aquí vive?
-Sí, nos prestan un cuartito, nos dan de comer y aquí estamos. Es largo el camino a casa; sí podemos ir pero… el combustible, el traslado… es mucho-, dice.
Afirmó que él abre las puertas a las siete de la mañana, pero, antes debe desactivar las alarmas, apagar la luz, limpiar el piso, los muebles. “Yo empiezo a laborar a las seis de la mañana y hasta las seis de la tarde”.
Además, se encarga de acomodar las flores y los arreglos que llevan las personas, “los sábados y domingos llegan muchas flores; entonces las pongo al frente y de ahí las vamos cambiando; el lunes se limpia, se quita lo seco y se suben las buenas; las flores también se reparten a las otras capillas”.
-¿Cuántas capillas hay?
-Hay tres capillas: la de Guadalupe; la del Perdón y la de los Ex votos donde están dos figuras de San Miguel de los Milagros; la que sale a las procesiones y la que recibe los milagros de metal. Por nombre le dicen a San Miguel ´El Gachupín, desconozco por qué, explica.
Generalmente, a finales de cada mes se le cambia la ropa a San Miguel, atuendo que es donada por católicos; no sólo del lugar, sino de otros pueblos. Es de diferentes telas, texturas, colores y adornos bordados. Para el cambio se le deben quitar las alas y una especie de espada que termina en cruz; no así su casco que lleva grandes plumas de colores: verde, rojo y azul. Los menos, comentan que la imagen por sí misma no requiere de ropa porque ya está vestida, pero a la comunidad le gusta revestirla.
Don Sergio reveló que las capas que se le quitan son guardadas en un cuarto especial. En el transcurso que él ha estado en la iglesia son casi 50 o más las que se han quitado porque a veces piden y se aferran a que se cambie antes del mes.
“Algunas capas son de tela litúrgica; el párroco de aquí hace las casullas de los sacerdotes, o sea la vestimenta. Cuando se trata de un difunto sale con un color morado; a veces, cuando es fiesta, se viste de verde o rojo; cuando se alaba a un santo joven lo hace de blanco; los sábados, de azul cielo para honrar a la Virgen María. Hay otras telas como el terciopelo, o las de tul con las que no se pueden hacer las casullas”, relata.
-¿Han pensado en exhibirlas?
-No, porque se necesitaría un salón muy grande y unas estructuras para portar las capas- señala.
Además, platica don Sergio que todos los días se persigna ante San Miguel, “menos el jueves que yo descanso” y comenta que la cara del Arcángel, la figura que lo representa, cambia de expresión: “a veces está alegre, sonriente; a veces enojado; yo lo veo”.
Una chica ayuda a limpiar la vitrina del Arcángel. “Es una maestra catedrática, soltera, siempre viene y yo la dejo que limpie porque es muy responsable y le tengo mucha confianza”, menciona.
Y continúa: “Yo no digo que es milagroso; es la misma gente la que lo dice. Muchos enfermos llegan a pedir por su salud, pero todo depende de la fe porque sin ella no pasa nada. Aquí estoy por dos cosas: porque es mi trabajo y porque es lo mejor que me ha pasado en la vida”.
¿Y QUÉ TAL UNA
TORTA DE HELADO?
Si bien Zacatelco es famoso por su pan de fiesta con helado, a grado tal que fue declarado el 13 de octubre de 2020, Patrimonio Cultural Inmaterial de Tlaxcala, en San Miguel del Milagro puedes degustar una deliciosa torta con helado que, a diferencia de otras, éstas las preparan con pan de sal (como si fuera un bolillo artesanal) y bolas de helado del sabor que se prefiera: vainilla, fresa, chocolate, nuez, piñón, fresas con crema, cajeta, frambuesa y más.
Se recomienda el helado de vainilla y el de piñón porque son auténticos sabores pues lo preparan con vainilla de Papantla y piñón de la región. Además del sabor delicioso, lo más increíble es el precio: ¡15 pesos!
Los visitantes; no sólo de la zona, sino turistas creyentes de todo el mundo, llegan a este sitio donde además pueden comer y comprar, en el mercadito que está al pie del santuario, diversos dulces artesanales de amaranto, coco, cajeta o nuez, entre otros, que se exhiben junto con bidones de colores para llevar un poco de agüita milagrosa.