*Muchas Autoridades Están Involucradas en Actividades de Grupos Criminales
*Diariamente hay Acontecimientos Violentos, Secuestros y Robos
*Y Como si Fuera Poco hay Ejecuciones, Violaciones, Torturas y Mucho más
*Mientras los Cuerpos de Seguridad Están Rebasados por los Criminales o… Coludidos
*Por Crimen Organizado y Desapariciones Forzadas Somos de los Países más Violentos del Planeta
*Y el Tono de la Criminalidad Sigue Subiendo ¿Hechos? los de Chilpancingo, Guerrero
*El Gobierno Pactó con el Grupo Rival, Permitiéndole Entrar a la Región y Dándole Protección
*¡A qué Grado Hemos Llegado! hoy son los Criminales Quienes Marchan y se Manifiestan
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
Casi en todas las regiones del país observamos el avance de los grupos criminales que se apoderan de las regiones, actúan con total impunidad e imponen sus reglas, inclusive es común que cuelguen mantas o manden videos por las redes sociales con mensajes a la comunidad y, en ocasiones, muestran lo que son capaces de hacer, cuelgan personas en puentes o envían cabezas.
Lo cierto es que nos sentimos y estamos indefensos, sobre todo ante la incapacidad del Estado de poner orden, antes bien, pensamos que muchas autoridades están involucradas en esas actividades, provocando un ánimo de frustración ante la impotencia oficial de protegernos de la inseguridad o bien, por la desconfianza de que ellas mismas nos señalen ante los malosos si denunciamos alguna falta.
A diario se presentan acontecimientos violentos, secuestros, robos, ejecuciones, violaciones, torturas y un largo etcétera, sin que los cuerpos de seguridad o los encargados de procurar justicia, estén en condiciones de contener la ola delictiva, por el contrario, están completamente rebasados y, en buena medida hasta coludidos.
El número de homicidios vinculados con el crimen organizado y las desapariciones forzadas nos coloca como uno de los países más violentos del planeta, vivimos una especie de guerrilla, donde los conflictos armados están a la orden del día, con los correspondientes daños colaterales, sin respeto alguno, lo mismo matan a niños que a mujeres, personas de la tercera edad o pertenecientes a grupos vulnerables.
Cada vez sube con mayor intensidad el tono de esas conductas, sobresaliendo los hechos ocurridos en la ciudad de Chilpancingo, Gro., donde abiertamente desafiaron al Gobierno Estatal, ni la Guardia Nacional ni los militares que estaban prestos a contener la manifestación, lograron impedir el arribo al palacio de gobierno, peor aún los despojaron de sus equipos tácticos y vehículos blindados.
Sin embargo, lo relevante de ese asunto es el fondo de la petición, resulta que un grupo criminal se quejó de que las autoridades incumplieron compromisos asumidos consistentes en dejarlos operar en la zona. Su molestia según narran, consiste en que el gobierno pactó con el grupo rival, permitiéndole entrar a la región y dándole protección, agravio que desató la furia de los manifestantes.
¿A qué grado de descomposición hemos llegado?, ¿Cómo han cambiado las cosas?, antes los delincuentes operaban en la clandestinidad y los ciudadanos llegamos a marchar exigiendo la paz y la seguridad, ahora son los criminales quienes marchan y se manifiestan y nosotros ante el pánico preferimos mantenernos a buen resguardo.
No cabe duda de que en muchas partes del país son los propios grupos de la delincuencia organizada quienes tienen el control de las regiones, han puesto sus propios gobiernos, han establecido sus leyes, colocado a los jefes y desatado su ira, son verdaderos gobiernos paralelos.
Este rubro que impacta notablemente la vida social, al tener repercusiones políticas, económicas y culturales del país, es un punto crucial en la sucesión presidencial, el desastre que deja la actual administración es una carga que va a requerir estrategia, voluntad política y acciones contundentes.