El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), financiado por el Consejo Europeo de Investigación, divulgó un informe en el que demuestra que el Viejo Continente enfrentó en 2022 el verano más caluroso de su historia, causándole la muerte a 61.672 personas.
La investigación concluyó que la mayor cantidad de fallecimientos por esta causa ocurrió entre el 1o de julio y el 14 de agosto cuando la ola de calor llevó a la muerte a 38.881 europeos. El país más afectado resultó Italia, con 18.010 decesos, seguida por España con 11.324 y Alemania con 8.173 víctimas.
Otros países que computaron más de un millar de fallecidos por las altas temperaturas extremas fueron Francia, Reino Unido, Grecia, Rumania, Portugal y Bulgaria.
El estudio especificó que los mayores de 80 años fue el grupo etario más golpeado por el fenómeno calórico, con 36.848 muertes confirmadas. Asimismo, 4.882 fallecidos estaban por debajo de los 65 años y 9.226 se encontraban entre 65 y 79.
Además, los investigadores subrayaron que el 63 por ciento de las víctimas eran mujeres y aunque los hombres entre 65 y 79 años fueron los más golpeados por las altas temperaturas, la tendencia fue inversa en el grupo de mayores de 80 años.
Joan Ballester Claramunt, investigador del ISGlobal y coautor del estudio, señaló que también se analiza el impacto del calor en 2023, cuando se registraron más de 70.000 muertes por esta causa. El especialista apuntó que tamaña tasa de mortalidad se explica en lo inesperado y «excepcionalmente inusual» de la estación.
El experto agregó que también «esa excepcionalidad puso de manifiesto la falta de planes de prevención y la fragilidad de los sistemas de salud para hacer frente a las emergencias climáticas».»Las temperaturas registradas en el verano de 2022 no pueden considerarse excepcionales, en el sentido de que pudieron haber sido previstas», consideró.
Por su parte, Hicham Achebak, otro investigador del grupo de trabajo del ISGlobal, declaró que » que más de 61.600 personas en Europa murieran en el verano de 2022, a pesar de que, a diferencia de 2003, muchos países ya tenían planes de prevención activos, sugiere que las estrategias de adaptación disponibles actualmente pueden ser aún insuficientes».
Los especialistas consideraron que el calentamiento global obliga a diseñar nuevos programas de salud para prevenir las elevadas tasas de mortalidad. Asimismo, advirtieron que, en caso de no adoptarse una respuesta eficaz de adaptación, Europa enfrentará más de 68.000 muertes en 2030 y alrededor de 94.000 para 2040. Telesur