La Unión Europea (UE) quiere conceder a Ucrania 50.000 millones de euros para las necesidades actuales y una reconstrucción urgente, revela la agencia estadounidense ‘Bloomberg’. Los fondos se proporcionarán a condición de que Kiev refuerce el Estado de Derecho y luche contra la corrupción, que es una de las condiciones para la adhesión a la UE.
Se supone que los 50.000 millones de euros servirán para cubrir los gastos corrientes de las autoridades ucranianas, incluidas las obligaciones de pago de salarios y pensiones y la prestación de algunos servicios públicos, así como para una «reconstrucción urgente». Al mismo tiempo, la ayuda se asignará a condición de que Kiev lleve a cabo reformas para reforzar el Estado de Derecho y luchar contra la corrupción, lo que es un requisito para la adhesión del país a la UE, destacó Bloomberg.
Los fondos se asignarán en forma de subvenciones, préstamos blandos y garantías. La UE pretende recaudar la cantidad necesaria mediante contribuciones de los Estados miembros, sin recurrir a préstamos en el mercado, afirman los interlocutores de la agencia.
La iniciativa, que forma parte de la planificación presupuestaria a largo plazo de la UE, abarcará el periodo comprendido entre 2024 y 2027. Por lo tanto, Ucrania recibirá anualmente menos ayuda financiera que los 18.000 millones de euros que la UE ha asignado este 2023, señaló el medio. El Banco Mundial calcula que el coste de la recuperación de Ucrania podría alcanzar los 411.000 millones de euros.
El 10 de febrero de 2023, desde el Consejo de la Unión Europea declararon que la UE y sus Estados miembros proporcionaron casi 67.000 millones de euros de ayuda a Ucrania desde el inicio de la operación especial militar rusa el 24 de febrero de 2022. A principios de diciembre, el Consejo de la UE acordó asignar 18.000 millones de euros a Ucrania en 2023.
Rusia empezó la operación militar especial en Ucrania con el fin de defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev. El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que la operación especial fue una medida forzosa, que Rusia se vio obligada a tomar porque no le dejaron la posibilidad de actuar de otro modo, crearon unos riesgos en materia de seguridad, a los que no se podía reaccionar de otra manera.
Información: @Sputnik
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