Los Capitalinos de hoy en dos y Cuatro Ruedas y el Nuevo Reglamento de Tránsito

A la Vuelta de la Esquina

 

IVÁN RUIZ FLORES

Están insufribles y agresivos…

Como dicen en los pueblos, andan “endiosados” desde que ofreció el concurso en el zócalo la “Motomami” española.

Las consecuencias se observan en las calles de la Ciudad de México donde los motociclistas no respetan los semáforos, pero tampoco a los peatones.

Hace tiempo dijimos en este espacio la necesidad de que los automovilistas se realizaran un Trasplante de ojo de Camaleón Para Circular por la Ciudad de México, hoy nuevamente es necesario, ante los obstáculos animados e inanimados existentes.

En aquel tiempo (en 2012) el gobierno capitalino había iniciado la campaña “Ojo con el Ciclista”, dirigida a los conductores de automotores. 

Entonces dijimos: “Más bien debería elaborar una con el monstruo de los mil ojos, porque en las calles de la Ciudad de México la acción predominante es la anarquía”. 

La situación no ha cambiado y, por lo tanto, igual que entonces uno de los “ojos” estaría dedicado a “cuidar” a los peatones que cruzan por donde les viene en gana, debido a que carecen de sanciones si no caminan por las zonas marcadas.

“Otro “oclayo” -dijimos- será para ‘proteger’ a los motociclistas en el Periférico o en cualquier avenida, porque son los más arbitrarios del universo, al pasar al mismo tiempo tres o cuatro, por el lado derecho y el izquierdo de los conductores que serán los que tengan que pagar el pato por un posible atropellamiento. Situación nada lejana si se observa la forma loca de conducir de estos volidos en dos ruedas”.

“Un “lucero” más será para evitar un atropellamiento de quienes descienden de los taxis o los transportes públicos. Simplemente no respetan las zonas establecidas para ello y se detienen en pleno arroyo sea en el primero o en el segundo carril, inclusive los de contraflujo.

“Una “pupila” deberá estar dedicada para la vigilancia de no estrellarse contra cualquier patrulla o motocicleta de las autoridades de tránsito que se estacionan en los sitios más inverosímiles, con lo cual no sólo causan congestionamientos viales, sino riesgos para los conductores de automotores, bicicletas, motocicletas y simples peatones”.

CON OJOS DE

MOSCA CASERA

Y también recordábamos que en México el conductor requeriría convertirse en una mosca para poder vigilar a tantos y tan diversos obstáculos en calles y avenidas. Sólo así, es posible, sobre todo si entendemos lo que señalan los expertos acerca de la mosca doméstica (las foráneas o turistas no cuentan): 

“Los ojos de la mosca doméstica son órganos compuestos que poseen miles de lentes individuales. Sus ojos son capaces de detectar la polarización de la luz y espectros luminosos no vistos por los seres humanos.

Y además…

“Los ojos de esta mosca pueden reconocer un ligero movimiento en un espectro completo de 360 grados. Esto le permite ver una lejana y más ancha gama, así como detectar y reaccionar a un movimiento en forma más rápida, en comparación con otras especies de ojos simples. Esta es la razón por la cual es en extremo difícil eliminar a las moscas domésticas. Una táctica con probable éxito es tratar de matarlas usando dos objetos simultáneamente; esto confunde los receptores de las moscas”.

Además, la recomendación era y es…

“Por lo que se observa los conductores citadinos deberemos rescatar la película “The Fly” que narra los experimentos de un científico empecinado en demostrar la posibilidad de traslación de la materia. Los resultados son inesperados: su cuerpo comienza a mutar en el de una mosca”.

No sólo esto, sino que decíamos que otra posibilidad para los citadinos “…es convertirnos en camaleones cuyo par de ojos cuenta con sistemas independientes entre sí que le permite cubrir un especto de 360 grados. Su campo visual, por lo tanto, es enorme”. 

Y ciertamente no se les va una, sea ciclista, motociclista, peatón, policía de tránsito y demás. El asunto es que su retina se compone solo de conos y ¡lástima margarito!, los seres humanos tienen 6.5 millones de conos y 120 millones de bastones.

En aquel tiempo elaboraron en la capital del país un reglamento de tránsito. El año pasado también. Aseguran que las modificaciones al más reciente están activas a partir del 4 de marzo de 2022 y que con esos cambios se reducen motivos para enviar autos al corralón, aumenta el costo de las sanciones y multas e incluye nuevo personal capacitado para multar.

Sin embargo, sigue la misma historia, por lo cual como entonces no hay que preocuparse la solución mágica no tardará en llegar y no es otra cosa que el nuevo Reglamento de Tránsito donde ¡que raro!, los sacrificados será una vez más los conductores de automotores, mientras la anarquía reina en todo lo demás.

Sin embargo, hoy en el renglón de las Infracciones y multas más altas está asentado, por ejemplo, que las personas que cometan faltas al reglamento de tránsito tendrán 6 puntos menos en su licencia de conducir.

No solamente esto, sino además…

Entre 1 y 5 puntos de castigo a las sanciones identificadas con “foto-multas”; entre 20 y 30 UMAS (Unidad de Medida y Actualización) por circular a exceso de velocidad; los autos estacionados en lugares prohibidos serán llevados al corralón, recibirán multa de 20, 25 o 30 UMAS y tendrán un punto menos en su licencia para conducir; los carros que circulen sin luces delanteras o traseras o los camiones y tráileres que no lleven bandas reflejantes en horario nocturno ni porten chamarra recibirán multas de 10 UMAS y un punto menos a la licencia y… los conductores de motos sin accesorios luminosos en la noche, recibirán una multa de $620.

Además… Únicamente pueden multar a un conductor los 400 policías de tránsito de la Ciudad de México que es posible identificar con vehículos, gafetes y uniformes que los identifiquen como “Autorizado para infraccionar”.

¡Cómo estará la corrupción! 

Seguramente galopante. 

 

Otra prohibición es realizar maniobras de ascenso o descenso de personas en carriles centrales de las vías de acceso controlado; rebasar por el carril de sentido contrario, cuando existan peatones u otros vehículos cruzando en la intersección; sea posible rebasarlos en el mismo sentido de circulación; el carril de circulación contrario no ofrezca una clara visibilidad o cuando no esté libre de tránsito en una longitud suficiente que permita efectuar la maniobra; se acerque a la cima de una pendiente o en curva; se encuentre a una distancia de treinta metros o menos de una intersección o de una vía férrea; se pretenda adelantar filas de vehículos; exista una raya central continua.

Hay mucho más, por lo que se sugiere estar mentalmente preparado para acudir a los infiernos que son los corralones de la ciudad capital.

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