En medio de una crisis global de la educación y el aprendizaje, agudizada tras la pandemia de covid-19, México enfrenta el desafío de lograr un cambio de fondo en materia educativa, tarea en la que “estamos comprometidos como maestros, pero que ha sido burocratizada, sin mensajes claros ni acciones concretas para bajar a los salones de clases las nuevas propuestas”, afirmaron directores y docentes frente a grupo.
En el contexto del Día del Maestro, que se conmemora hoy con marchas de docentes en los estados y una movilización en la capital del país, señalaron que al gobierno federal “le exigimos que se trabaje de la mano de los maestros, que nos escuche. Y que se reconozca que la verdadera transformación de las conciencias no es por decreto, se construye con la educación y en la escuela”.
En entrevista por separado, Pedro Hernández Morales, dirigente del magisterio disidente en la Ciudad de México y director de la primaria Centauro del Norte; Enrique Enríquez, director de la primaria Japón, y Francisco Bravo, director de la primaria Leonardo Bravo, coincidieron en que aún “son muchos los pendientes con el magisterio. El discurso de reconocimiento a la labor de los maestros aún no se ha traducido en mejores condiciones salariales, laborales y de vida”.
Reconocieron que en el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se han resuelto demandas como la “reinstalación de maestros cesados por luchar contra la reforma educativa peñista, la liberación de compañeros presos políticos y el cierre de carpetas de investigación contra dirigentes magisteriales”.
Además, dijeron, hay avances en la basificación de docentes que por décadas laboraron con plazas interinas, pero, enfatizaron, “aún falta garantizar la seguridad en el empleo. Que ningún maestro con seis meses y un día de trabajo tenga que estar pidiendo su base laboral, cuando es lo que marca la Ley Federal del Trabajo”. A la fecha, la Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que se ha basificado en esta administración a más de 650 mil educadores.
Sin embargo, con más de 24.1 millones de alumnos de prescolar, primaria y secundaria, 1.2 millones de docentes y cerca de 229 mil escuelas, tan sólo de educación básica,“son muchas las carencias de infraestructura, equipamiento, capacitación laboral y formación profesional que no se han atendido, y que tiene un impacto en lo que ocurre en las escuelas”.