Mataulipas

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Desde el arribo de Américo Villarreal, Tamaulipas se ha convertido en un infierno para sus habitantes.

Los grupos criminales aparecen no u día y otro sí, sino una hora y otra también.

Osados, cínicos, muestra el poder de sus armas. Su presencia intimida.

Muertos, los hay y no pasan 24 horas sin que se registren balaceras y la gente tenga que resguardarse en donde pueda.

De nada ha servido el “apoyo” presidencial, comenzando con los calificativos de que “ahora sí hay gobernador” hasta la presencia de numerosos elementos castrenses. Los amos de la región son los narcotraficantes. Sus poblaciones fronterizas son las puertas utilizadas por quienes realizan la exportación ilegal de opioides de matan, no solamente deterioran a quienes los consumen.

Sin embargo, en Mataulipas “no pasa nada”.

Existen diversas versiones periodísticas, tanto en México como en Estados Unidos, que apuntan una presunta relación entre el mandatario, cuyo padre también gobernó la entidad, con cabezas de criminales. Incluso, se afirma que existen órdenes de aprehensión en su contra y por ello no cruza la frontera. Hasta ahora son versiones, pero cada día cobran mayor importancia.

Las agencias federales de Estados Unidos han fijado parte importante de sus trabajos en las actividades no solamente del gobernante sino de su selecto grupo de colaboradores no necesariamente funcionarios.

¿Cómo operan con tan impunidad los criminales?

Podría suponerse que hay connivencia con las autoridades federales, estatales y municipales. No se entiende de otra manera.

Y es cuando se observa que desde Palacio Nacional solamente se toca a los adversarios, enemigos, conservadores, corruptos y hasta hampones, el nuevo vocablo que salió del huésped temporal de Palacio Nacional.

De acuerdo con la recopilación de datos que revelan el número de homicidios dolosos, mayormente entre las propias bandas criminales, en los 4 años y 6 meses de este gobierno, la cifra superar los cometidos durante los sexenios completos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Están por alcanzar los 160 mil.

Es probable que el uso indiscriminado de las fuerzas castrenses en actividades hasta antes del inicio de la “transformación de cuarta” ajenas a su formación, hayan generado un hoyo negro en la forma de actuar y se desentiendan de sus responsabilidades. Años atrás y ahora mismo, se sostiene que no hay mayor “poder que el Estado” y que los criminales no se equiparan con éste. Si fuera cierto y se ejerciera para proteger a la sociedad, Mataulipas junto con Veracruz y Guanajuato pasando por Sonora y Guerrero solamente por citar algunas entidades si n olvidar Zacatecas, “otro gallo cantaría”.

Como cada lunes, en los monólogos del presidente, la secretaria de Seguridad Ciudadana y coordinadora del gabinete de seguridad, informa que se ha reducido la violencia. Afirma que los delitos federales descienden y que los del fuero común corresponden a las autoridades de las entidades. Sin demérito de sus informaciones, las cifras y las balaceras, no cuadran con sus otros datos.

¿Para qué sirven las reuniones cotidianas de las 5 de la mañana?

Mataulipas, mientras tanto, se lleva la corona de la violencia.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com,

Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

 

 

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