Los Presidentes de México y sus Padecimientos

Los Dados de Dios

 

*Siguen Cinco Entre Nosotros y Postrado Quien Detenta el Poder 

 

NIDIA MARIN

Suman 64 los presidentes que ha tenido México desde 1821 hasta 2023, de los cuales una decena más o menos fallecieron con las botas puestas, fueron asesinados, muertos en combate o fusilados, pero los 54 restantes padecieron diversas enfermedades que los llevaron a la tumba, ya fuera siendo mandatarios de la nación o como expresidentes de México.

Hoy que los diversos padecimientos del presidente de la República Mexicana López Obrador extraoficialmente lo tienen recluido en el Hospital Militar o en Palacio Nacional (por Covid, señalan desde la Presidencia de la República) vale la pena recordar a los Jefes del Ejecutivo sobre todo por los males que les aquejaron… hasta donde se sabe.

Al respecto, Guillermo Murillo Godínez, un médico e investigador del estado de Querétaro, realizó un acucioso trabajo en 2019 y publicado en 2021 por Scielo Analytics, en el cual expone las enfermedades que aquejaron a los Jefes de Gobierno, de los que se supo en su momento y que fueron dadas a conocer oficialmente.

“Las Enfermedades Mortales de los Presidentes de México”, es el título de la investigación realizada por el galeno, quien también deja constancia de los asesinados y fusilados o muertos en combate que fueron, por ejemplo:

Venustiano Carranza y Álvaro Obregón (asesinados), Vicente Guerrero, fusilado, Nicolás Bravo (envenenado junto con su esposa por un médico, quien después fue fusilado); Ignacio Comonfort emboscado (muerto de un lanzazo en el corazón), Manuel Robles Pezuela, Miguel Miramón y Francisco y Madero, fusilados.

DE GUADALUPA VICTORIA

HASTA LA FECHA

En su trabajo, el médico investigador Murillo Godínez, al referirse a la conexión entre política, historia y medicina, desglosa los padecimientos de cada uno de los presidentes de la República (de muchos se ignora como murieron porque no consta en parte alguna).

Al referirse a Guadalupe Victoria señala, por ejemplo, que era epiléptico y siendo mandatario tuvo un ataque de apoplejía. Además, expone que en la redacción de la autopsia se precisó que tenía el corazón “hinchado y voluminoso”.

Vicente Guerrero, por ejemplo, padeció del “mal del pinto”, pero murió fusilado en Cutlalpan, Oaxaca, mientras que a Manuel Gómez Pedraza los médicos le diagnosticaron “una oquedad pulmonar”.

Otro López… De Santana, es decir Antonio, quien ocupara tres veces la presidencia del país, le amputaron un dedo de la mano izquierda y enseguida una pierna (debajo de la rodilla), sin embargo, falleció de una “diarrea crónica agudizada”.

Asimismo, Manuel de la Peña y Peña murió de cólera; Benito Juárez sufrió una “fiebre biliosa” y una congestión cerebral, pero murió del corazón, aunque se dijo que fue “neurosis del gran simpático”.

Un presidente más es Sebastián Lerdo de Tejada, quien enfermó de una afección pulmonar y murió de una “bronquitis capilar”, mientras que Porfirio Díaz (85 años) falleció de viejo, de la misma manera que recientemente Luís Echeverría Álvarez (100 años).

Entre los mandatarios de otros tiempos estuvieron Victoriano Huerta, muerto de cirrosis hepática; Manuel María Lascuráin, de pulmonía; Manuel de la Peña y Peña, de cólera; y Plutarco Elías Calles, de trombosis.

Además, Lázaro Cárdenas del Río, de cáncer (el doctor Jaime de la Garza  estuvo presente en sus cuidados); Miguel Alemán, de Infarto al corazón, Adolfo Ruíz Cortines, de insuficiencia cardiaca y arterioesclerosis; Adolfo López Mateos, de aneurismas y hemorragia inter craneal; Gustavo Díaz Ordaz, de cáncer de colon (el apreciado doctor De la Garza sabe que ya no se podía hacer nada); y José López Portillo tras un infarto cerebral falleció de neumonía.

Los más recientes expresidentes que murieron fueron: Miguel de la Madrid, de enfisema pulmonar y el mencionado Luís Echeverría Álvarez, por edad.

Siguen entre nosotros: Carlos Salinas de Gortari, (fue operado de apendicitis); Ernesto Zedillo Ponce de León,(“le realizaron cirugía de la rodilla derecha por meniscopatía”); Vicente Fox Quesada, (“fue sometido a una intervención quirúrgica en la columna vertebral”); Felipe Calderón Hinojosa (operado dos veces: “por una fractura de la cabeza del húmero izquierdo, que se produjo al caer de una bicicleta en agosto de 2008 y de una lesión en una rodilla”) y Enrique Peña Nieto (“operado de un nódulo tiroideo no canceroso en julio de 2013 y de la vesícula biliar por colecistitis aguda”).

En el poder continúa Andrés Manuel López Obrador, quien padece hipertensión arterial sistémica y, de acuerdo al investigador queretano Murillo Godínez:

“El 3 de diciembre de 2013 fue sometido a un cateterismo coronario y colocación de Stent en el Hospital Médica Sur por el cardiólogo Patricio Ortiz. Tiene patología en la columna vertebral, atendido por el médico cubano Félix Delorit.”

Este presidente, ha tenido que ser recluido sistemáticamente en el Hospital Militar, ante los constantes problemas producidos por su enfermedad, independientemente de que en Palacio Nacional hay una habitación con todos los requerimientos de un hospital para un enfermo del corazón.

Hasta la hora de escribir esta información los mexicanos desconocemos dónde está, independientemente de que existe incredulidad acerca de que sea Covid-19 (¿por tercera vez?) la enfermedad que lo tiene postrado tras el desmayo sufrido en Mérida, Yucatán el pasado 23 de abril.  

 

 

 

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