“Hambre”

 

Dar de Comer al no Hambriento

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Hambre” (“Hunger”), película tailandesa, dirigida por Sitisiri Mongkolsiri, con la actuación de Nopachai Chaiyanam (Chef Paul), Chutimon Chuengcharoensukying (Aoy), Varit Hongsananda (Tos) y Gunn Svasti (Tone); se estrenó el 8 de abril de 2023, en la plataforma de Netflix.

La joven Aoy está al frente de un restaurante familiar en un barrio tradicional de Bangkok; un día es invitada para unirse a ‘Hunger’, el equipo de cocina de lujo número uno de Tailandia, dirigido por el famoso y reconocido chef Paul.

La brecha entre clases sociales es un tema que toca esta cinta, la cual tiene como punto de partida el arte gastronómico para ver la idealización de los sueños, la frivolidad de la aristocracia y la precariedad de las clases bajas; como lo han dicho muchos críticos, esta película es una mezcla desde Parásitos hasta Whiplash y El menú.

LA CHICA QUE 

QUERÍA SER CHEF

Aoy proviene de una familia pobre que posee una humilde cocina económica, donde la especialidad son los “Fideos llorones”; un buen día, Tone se presenta al restaurante y la invita a trabajar en un equipo de cocineros de élite bajo un exigente y desagradable chef.

A ningún joven se le puede tachar y mucho menos descalificar como ‘aspiracionista’ cuando ha planeado su futuro con base en el esfuerzo propio, y busca lograr una mejor posición laboral o profesional, y porque no una mejor clase social.

Existe el derecho, inclusive en algunos casos la obligación, de usar los dones para el provecho propio o ajeno, el no hacer uso de ellos es un contrasentido al instinto de superación, que consiste en la característica de razonar, ante el éxito de los demás, que cabe la posibilidad de lograr algo valioso en la vida; además, es la capacidad de valorar y reconocer sinceramente el triunfo ajeno. Aoy tiene hambre de sobresalir.

EL NIÑO QUE 

QUERÍA SER CHEF

Tone presenta a Aoy con el famoso chef Paul, quien es el dueño de la firma de alta cocina ‘Hunger’, ahí se somete a una prueba sencilla para ingresar al equipo: preparar un arroz frito; la presentación de su platillo es modesta, mientras que la de su contrincante es sofisticada, pero el chef Paul decide que la oportunidad es para ella.

Esta escena y las siguientes son básicas para que el espectador vea la extrema y exagerada exigencia del chef Paul hacia sus colaboradores al grado tal de humillarlos y vejarlos con actitudes y malos tratos, no sólo los pone al límite de su capacidad física, sino que también al borde psicoemocional.

Pero ¿Por qué tanta presión sobre los empleados?

Paul platica lo difícil que fue su niñez como hijo de una empleada doméstica de una familia de clase alta; un día rompió un frasco de caviar y su madre tuvo que trabajar varios meses para poder pagarlo; por esa razón se obsesionó en convertirse en el mejor chef de Tailandia, para que la gente rica sintiera hambre de contratarlo.

La historia de Paul es una clara crítica a la sociedad de consumo, que no se refleja únicamente en la adquisición de bienes superfluos, sino también en contratar servicios que van más allá de lo racional y básico en la sociedad, pero esa triste niñez desemboca en un hombre ambicioso, calculador y egocéntrico que tiene hambre de poder.

EL JOVEN QUE 

ERA CHEF

El joven Tone se sincera con Aoy y poco a poco le va enseñando todo lo que un buen ayudante de chef debe saber, desde como cortar la verdura hasta como realizar la compra de los productos, inclusive le confiesa que la filosofía del chef Paul es pagar bien a los pescadores y proveedores de alimentos frescos para que le den la mejor calidad; así, ella piensa que la distribución de la riqueza radica en pagar bien por la materia prima.

No se sabe el por qué Tone llegó a ser ayudante del chef ni cuál es su motivación, pero la cinta deja entrever que tiene hambre de superarse y que antepondrá valores éticos y morales para lograrlo, cuestión que Aoy no está dispuesta a hacerlo.

EL EMPRENDEDOR QUE 

NO AMA A LOS CHEFS

En la primera presentación pública que tiene Aoy con la cocina Hunger, se acerca Tos, un joven empresario de restaurantes, que ve el potencial de la chica, y le ofrece ayudarla a crecer en las esferas de la alta cocina; así que, Aoy acepta su ayuda y dirige la cocina del restaurante ‘Flame’, el cual alcanza una fama inesperada.

Tos no es un amante de la cocina y la ayuda que brinda no es altruista, pues su pretensión es destruir y desplazar a Paul como el mejor chef de Tailandia; los métodos para hacerlo pueden ser desde una sana competencia gastronómica hasta las más bajos y sucias traiciones.

Tos está consciente de que la sociedad de consumo no distingue ni aprecia un buen platillo, simplemente es el precio lo que marca que algo sea bueno; así que Tos tiene hambre de ser ese proveedor del consumismo sin importarle valores éticos ni morales, al igual que Paul y Tone, lo importante es posicionarse cueste lo que cueste.

Es claro el eje común en torno al cual giran estas historias: el aspirar a una vida mejor, pero las diferencias son en cuanto a la ambición licenciosa de Tos, el resentimiento social de Paul, el apetito amoral de triunfo de Tone, y el idealismo ingenuo de Aoy.

Son personajes con tridimensionalidad, donde no hay buenos ni malos, simplemente se demuestra la naturaleza del ser humano; Aoy una joven inexperta y vulnerable que vive en constante duda sobre lo correcto y lo incorrecto, entre las enseñanzas del chef y su propio conocimiento del mundo. El chef Paul, un imponente antagonista y mentor, un hombre feroz en la cocina, iracundo y temeroso de perder su posición desde donde tiene a todos comiendo de su mano.

Tone y Tos, dos coprotagonistas que alimentan las inquietudes de Aoy y potencializan las flaquezas y debilidades de Paul, pero que ellos mismos son arrastrados a esa falsa sociedad.

El filme se presenta como una metáfora del consumismo y la animalidad del ser humano que, a la hora de consumir alimentos, no importa si se es un importante general, un famoso influencer o un funcionario del gobierno, a través de cada platillo que prepara el chef Paul sus comensales ricos se transforman en bestias primitivas.

La crítica social se genera a través de la comida y su significado para los distintos estratos de la sociedad tailandesa: la gente rica se pone a merced de un chef abusivo y controlador porque pueden pagarlo, gastan en alimentos caros, porciones pequeñas y presentaciones extravagantes, sienten hambre de tener al mejor chef en sus banquetes; mientras que la gente humilde simplemente come por hambre.

Pero ¿será cierto como se afirma en la cinta que el hambre despierta los instintos primarios?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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