Al Vapor y no a Sudar Toxinas…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Al vapor. Y no, es el lugar al que acostumbramos acudir para sudar y dejar en el baño todas las toxinas que se acumularon en nuestro cuerpo.

No, tampoco se trata de una máquina que jala los vagones del ferrocarril.

Estamos hablando de cómo los diputados y senadores aprueban reformas de ley sin corregir una coma o un punto, sin pasar por comisiones para dictaminar las iniciativas y dispensando todos los trámites con una sola intención: satisfacer los caprichos de YSQ.

Sí, al vapor aprobaron desaparecer el INSABI. Al vapor desaparecerán el Conacyt. Al vapor desaparecerán 18 entidades públicas.

En el caso del INSABI, creado para sustituir al Seguro Popular, hay que señalar su ineficiencia e ineficacia. Con el Seguro Popular se atendía a cuando menos 52 millones de personas que no contaban con seguridad social formal. Es decir, no recibían atención del IMSS o del ISSSTE. Acaso en los hospitales de la Secretaría de Salud.

Como se trataba de un programa ideado en el gobierno de Vicente Fox, había que sepultarlo. Y crear un Frankenstein, al que no dotaron de extremidades inferiores y superiores con la misa fuerza; el cerebro le robaron millones de neuronas y nunca le entregaron las reglas de operación para atender a quienes no tenían y no tienen seguridad social. De 52 millones que recibían atención hasta de tercer nivel, se pasó a solo a cerca de 33 millones que no recibieron medicamentos, no fueron atendidos de enfermedades crónico-degenerativas y tampoco el siempre letal cáncer o la diabetes.

Hoy se cambia a IMSS-Bienestar, un programa copiado de los gobiernos neoliberales del pasado que se quiere borrar a como dé lugar.

Salomón Chertorivsky, que en el pasado ocupó las carteras de comisionado de Cofepris hasta llegar a la Secretaría de Salud, comenta a este espacio que se aplaude la admisión del fracaso, pero al mismo tiempo, ser advierte que el “cambio” es más de lo mismo y probablemente peor.

El diputado federal de Movimiento Ciudadano, es preciso al mostrar el escenario. El INSABI tenía la responsabilidad de adquirir fármacos y no lo hizo; era su obligación contar con equipo médico y con personal sanitario suficiente. En ambas acciones falló. Ahora la “transferencia” administrativa, no tiene pies ni cabeza.

Al vapor los legisladores en San Lázaro estaban por aprobar las modificaciones a la Ley de Ciencia y Tecnología enviada por el Ejecutivo y cuyos cambios terminarán por sepultar la incipiente ciencia mexicana. A partir de su entrada en vigor, solamente se investigará en los campos que decida el gobierno federal. Las becas para profesionales de la investigación que son invitados a por universidades del mundo, quedarán en veremos.

Al vapor aprobaron la jornada laboral de 5 días y 40 horas, en lugar de las 48 establecidas en el artículo 123 constitucional.

Al vapor, todo.

Y las reformas a las leyes que se aprueben, irán al Senado, en donde el jefe político, Ricardo Monreal, anunciaba que sería posible un periodo extraordinario ante la carga de trabajo por realizar. Ah, pero su par en San Lázaro, Ignacio Mier, se niega y al vapor ordena a sus acólitos -también los tiene- acelerar el paso y no importa si leyeron o no las iniciativas, las tienen que aprobar y punto.

¿Cuántos amparos lloverán sobre las nubes de vapor?

No hay que ser adivino para pronosticarlo.

Eso pasa por hacer las cosas al vapor en lugar de cocinarlas con aceite de olivo.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

 

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