Estados Unidos no eliminará el embargo económico a Cuba en el futuro próximo, opinó el director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Víctor Jéifets, en comentarios a Sputnik.
El pasado 19 de abril, los legisladores de la Asamblea Nacional de Cuba (Parlamento) aprobaron un nuevo mandato de cinco años de Miguel Díaz-Canel como presidente del país.
«Creo que el Congreso de los Estados Unidos no eliminará el embargo a Cuba en el futuro cercano», expresó Jéifets.
Añadió que mientras las restricciones estadounidenses estén en vigor, no se puede hablar de cambios significativos en las relaciones de los dos países.
«Es EEUU el que debe levantar el embargo, y no los cubanos», subrayó el experto agregando que, a menos que eso suceda, no puede haber relaciones adecuadas.
En sus palabras, Cuba desearía cambiar la interacción con EEUU, pero al mismo tiempo, entiende que no tiene sentido convertirse en otro socio de Washington.
«No recibirán tantas bonificaciones cuantas podrían obtener si tuviesen una posición autónoma», precisó.
Recalcó que los cubanos desean lograr acuerdos, así como pasar gradualmente a la economía de mercado, pero no están dispuestos a rechazar la independencia en su política exterior.
En lo que se refiere a Rusia, el experto espera que Díaz-Canel continúe su política exterior hacia este país de la misma forma que antes.
«Durante décadas Cuba ha ganado reputación como país con una política exterior bastante independiente, y quiere continuar siéndolo», señaló.
Según el experto, no se trata sobre todo de la personalidad del líder cubano, sino del rumbo político general que sigue La Habana.
Mientras este curso se centra en «preservar y, en lo posible, reforzar los lazos comerciales y económicos con Moscú», subrayó, Cuba también busca «encontrar algún tipo de entendimiento económico con Estados Unidos, incluso dándose cuenta que no habrá un levantamiento completo de las sanciones».
«De este modo, al ampliar o mantener las relaciones con nuestro país, los cubanos no pueden ignorar el factor estadounidense. Por lo tanto, intentan no hacer movimientos bruscos», avanzó.
Dado que no quieren «oponer las relaciones cubano-rusas a las cubano-estadounidenses», van a «jugar ambos juegos al mismo tiempo», resumió.
En cuanto a otros cambios que está viviendo la isla, mencionó la gradual transformación económica.
«Se dan cuenta de que necesitan hacer algo en la economía, para mejorar su competitividad en el mundo de hoy, pero las autoridades cubanas no quieren soltar completamente las palancas de control», afirmó Jéifets.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto unilateralmente por EEUU contra Cuba en 1962, diseñado para aislar al Gobierno de la isla, ya dura 61 años y ha causado pérdidas multimillonarias a la economía cubana. Sputnik