Yo Campesino
Ante evidencias de sus malas intenciones, el ganso no corrige, las reconoce cínicamente
Miguel A. Rocha Valencia
A medida que se le acaba el margen de maniobra el ganso echa “pal ante” y en vez corregir sus hierros y malas intenciones, adopta actitudes cínicas para justificar con los argumentos de siempre (corruptos, neoliberales, adversarios o conservadores) lo que ya es inocultable como la destrucción de instituciones, su desprecio por la Ley, ocultamiento de información pública y desde luego, su gran ambición por el dinero para comprar poder y ejercerlo sólo él.
La cuarta transformación parece tener como fondo la perpetuación y socialización de la pobreza para sostener el gobierno de un solo hombre transformado en mesías, cuyo destino manifiesto es gobernar omnímodamente como un ser todo poderoso dueño de vidas y haciendas y decidir lo que es bueno o malo para el pueblo según su propia conveniencia. Al fin y el cabo, los pobres sirven para su estrategia política, él lo dijo.
Por eso al ser balconeado por su propio lacayo de gobernación Adán Augusto López, el profeta cuatrotero decidió ya no ocultar sus intenciones como lo hizo días antes y afirmar que sí desea acabar con el INAI, para él es una piedra en el zapato y el crisol donde surgen muchas verdades tras las mentiras mañaneras.
Venero para los medios periodísticos, el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información ha permitido conocer desde pasadas administraciones la corrupción que priva en el sector público y más en el actual sexenio donde la podredumbre se volvió institucional, protegida y justificada desde Palacio Nacional cuando es en favor del caudillo, especialmente en el manejo discrecional de contratos o asignaciones de dinero.
Es ahí donde surge la información que por ley deben entregar las instituciones públicas, a lo cual muchas se niegan incluyendo la Presidencia de la República donde se transparenta nada, nunca encuentran recibos ni siquiera de porqué se compra tanto vino y alcohol ni micho menos cuánto cuestan los homenajes a plaza llena en favor del actual jefe de la pandilla en el gobierno.
Afirma que el INAI es de esos “organismos que fueron creados supuestamente para combatir la corrupción y solo fueron cortina de humo que cuestan millones de pesos”. Olvidó de repente el peje que gracias a ese Instituto se conocieron las trapacerías de los sexenios anteriores ya que sus antecesores no se atrevieron a transgredir la ley y ordenar como él hace, ocultar la información.
Se lo dijeron en su cara y no lo aceptó, prefirió reconocer cínicamente que lo dicho por su paisano y gato tabasqueño ante los senadores de morena y rémoras de no designar a los consejeros faltantes del Instituto, fue cierto, el mejor mundo es donde no exista el molesto INAI para no rendir cuentas.
Dijo que para eso estaba la secretaría de la Función Pública, pero no aclaró que la dependencia es para acallar quejas y denuncias que nunca se dan a conocer, aunque se sabe de su existencia como las más de 100 actas contra súper delegados por condicionar la entrega de apoyos a la contratación de proveedores por ellos señalados, incluyéndose, entre otras anomalías.
A la misma Auditoría Superior de la Federación dependiente de la Cámara de Diputados luego de ordenar cambiar al titular, maniobró y amenazó para matizar las pérdidas por la cancelación del NAIM que en realidad superaron los 600 mil millones de pesos además del cierre internacional a las inversiones, daño aun no cuantificado pero que podría superar un tanto similar en solo dos años, especialmente en infraestructura y equipos.
Gracias a esa información se sabe de los contratos que por miles de millones entregó el Ejército de manera directa a “empresas” don domicilio en casas abandonadas o incapaces de cumplir los pedidos. Por ella sabemos de la corrupción de la 4T a través de Segalmex y sus más de 15 mil millones de pesos defraudados, robados o canalizados a dictaduras.
Se sabe por esa misma fuente de los constructores “favoritos” de Presidencia para entregarles obra y concesiones como lo de los respiradores mecánicos, el fraude con vacunas como la Patria o el de la directora del Conacyt, lo de los hermanos Sandoval, el pago de millones al régimen cubano por unos “médicos especialistas” que no son lo uno ni lo otro, y así le podemos sumar hasta el infinito con el lodazal en que se ha revolcado el tlatoani de Macuspana.
Y como bien dice, habilitó una oficina para dar respuesta a los requerimientos de información, pero por el cúmulo de opacidad que existe en los gastos del caudillo que sólo carga 200 pesos en su cartera, carece de cuentas y tarjetas bancarias pero no explica dónde está su dinero, quien pompó vida de ricos a sus vástagos, quien paga las cuentas del menor en el extranjero y sobre todo cuándo se va a saber todos los trafiques de los programas sociales que hieden a suciedad lo mismo que la supuesta compra de vacunas y medicamentos.
¿Qué tendremos sistema de salud que en Dinamarca? Eso dijo, ya pasaron más de cuatro años y hay cinco millones más de mexicanos abandonados a su suerte y se sumarán los campesinos más pobres a quienes se le cerró su último auxilio para producir y sobrevivir, la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca. Ahora el dinero será del machuchón para dar limosnas, pero nada nos dice del Banco del Bienestar y su opacidad que alcanza ya los 25 mil millones de pesos sin contar aquello de que fue convertido en “lavadora”.
Viva la opacidad, viva el Rey.