Los Reclamos se Ocultan…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Estar en la zona de confort, en donde los aplausos se convierten en ovaciones y los coros surgen de entre las multitudes, es lo que le gusta.

Cuando abre los abrazos y los cierra para posarlos en el corazón, agradece la lealtad de la gente que forma, por regla general, el núcleo de pobreza y al cual se le han destinado millonarias sumas para integrarlos a los programas sociales y “disfrutar” de los beneficios de recibir una pensión universal, una beca para los ninis, un salario para los sembradores de vida, otra beca para los discapacitados y una más para los jóvenes construyendo el futuro (¿cuál).

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Cada día aumentan los grupos que le reclaman y prefiere darles la espalda.

Por ejemplo, en una visita a Fresnillo, Zacatecas, en donde la violencia forma parte de la vida cotidiana y las desapariciones se multiplican, optó por entrar a las instalaciones del Hospital IMSS-Bienestar por la puerta central, en la cual no había personal de seguridad y quienes esperaban para reclamarle algo, optaron por buscar la entrada que utilizaría. Fueron engañados. 

Al ingresar, las puertas se cerraron y al darse cuenta las familias que lo recibirían con exigencias, retornaron y hallaron al personal civil y militar cerrando el paso.

Los gritos no se hicieron esperar y, todo indica, que los elementos de seguridad, tienen problemas óticos. No los escuchaban. De pronto apareció un hombre que les dijo: sí van a entrar, pero no la hagan de tos”.

Tardaron en que se les permitiera la entrada. No se sabe nada de lo que pasó.

Hay versiones no confirmadas, pero tampoco negadas, de que el personaje de marras salió por donde entró. Sin que nadie lo pudiera mirar. Sin que los reclamos fueran escuchados. Sin mirar hacia atrás.

Son hechos que se multiplican. Nadie los inventa y la gente que reclama no es producto del aspiracionismo y tampoco forma parte de los conservadores.

Por lo general, se trata de gente que perdió un familiar, que vive en las zonas violentas acompañada del miedo. Gente que recibe beneficios de los programas sociales y, sin embargo, no calla. Exige respuestas.

No las hay. No las habrá.

Y ello influye en que las personas de decenas de Estados de la República abandonen la sumisión y exhiban la dignidad.

El que habita en Palacio Nacional dejó de ser “plebe” y ahora supone que la sangre que corre por sus venas es azul y, por tanto, no rebaja su estatus. “Hay que respetar la investidura”, acuña cuando se le paran enfrente y con argumentos, los que exigen justicia, medicamentos, empleo, seguridad.

Se esconde en el bunker Virreinal y sale a tomar el sol durante sus girar. Y ¡ay de aquel que irrumpa en sus cercanías!

Solamente los de Morena, los de la pretoriana guardia presidencial, los militares vestidos de civiles y con el cabello casi a ras los delata, tienen acceso a las cercanías. Son los mismos que cuidaban a los “de antes” y hoy lo hacen con el que copia todo y de toda culpa al pasado.

Zacatecas es una entidad en donde desde la llegada del gobernador Monreal la violencia se ha disparado. Secuestros, homicidios cometidos con armas de grueso calibre; colgados en los puentes, embolsados los cuerpos destazados y hallados a la orilla de las carreteas o en las barrancas. La supuesta presencia de fuerzas castrenses y principalmente de la Guardia Nacional no ha inhibido las acciones criminales. ¿Para que enfrentarse con aquellos que no lo aman? Mejor, pies de polvorosa.

E-mail; jesusmichelmp@hotmail.com, jesusmicheolnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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